La Zarzuela sostiene que sería “demagógico” que el rey se operase en un hospital público

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El rey no pasará por la sanidad pública tampoco esta vez. Dos días después de que la Zarzuela anunciara en una histórica rueda de prensa que se le tenía que intervenir de nuevo en la cadera izquierda para tratarle de un "foco infeccioso" en el tejido que rodea a su prótesis, la institución comunica una de las incógnitas que todavía faltaban por desvelar: dónde sería operado el monarca. La elección es el hospital universitario Quirón Madrid, una clínica privada situada en el municipio de Pozuelo de Alarcón, muy próximo a la capital. Y las razones que esgrime la Corona son "seguridad y comodidad". Pero también porque entiende que optar por la sanidad pública a toda costa, para responder a la presión social, habría sido "demagógico". 

La Casa del Rey comunicó este domingo la decisión en una escueta nota publicada en la web. Añade que el jefe del Estado, de 75 años, ingresará el martes 24 y que será atendido por el doctor Miguel Cabanela, el médico gallego de la Clínica Mayo de Estados Unidos que la institución reclutó la semana pasada para examinar al monarca, que desde primeros de septiembre sufría dolores en su pierna izquierda. El rey no ha esperado mucho: entrará en quirófano justo al día siguiente del último acto oficial previsto, el de la audiencia a los presidentes de las Cámaras de Representantes y de Consejeros de Marruecos. 

El pasado viernes, Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey, y Cabanela, comentaron que se estaban barajando varias opciones, pero que no había nada decidido, y ni siquiera adelantaron si se le intervendría en un hospital público o privado, pese a que se les preguntó expresamente. El cirujano, no obstante, sí subrayó que se pretendía que la "interferencia en la vida sanitaria" fuese "mínima". Al final, la Zarzuela ha seleccionado un centro del mismo grupo privado que le ha atendido en anteriores ocasiones: Quirón. Así, cuando cayó en Botsuana –adonde había viajado para una cacería de elefantes–, en abril de 2012, se le operó en la cadera derecha en el hospital San José de Madrid. El mismo centro le trató días después de una luxación por un "mal movimiento". Meses después, en noviembre, el San José le acogió otra vez para implantarle una prótesis en la cadera izquierda. En las tres ocasiones el médico responsable fue el traumatólogo Ángel Villamor. En marzo de este año, el monarca volvió a elegir la sanidad privada –esta vez la clínica La Milagrosa de Madrid– para abordar una doble hernia discal. Operación a cargo del neurocirujano Manuel de la Torre. En cambio, sí acudió a la pública en 2010, al Clínic de Barcelona, cuando se le extirpó el tumor benigno en el pulmón derecho. 

Villamor fue asimismo el que le operó en junio y septiembre de 2011, en la rodilla derecha y en el tendón de Aquiles, en el San José. En aquellas fechas, el centro pertenecía al grupo USP Hospitales. En julio de 2012, la Comisión de Defensa de la Competencia dio el visto bueno a la fusión del grupo Quirón y de USP, dando luz al mayor conglomerado de hospitales privados del país.

El hospital universitario Madrid, en Pozuelo, es uno de los tres centros de que dispone Quirón en la Comunidad. ¿Por qué fue el elegido? Fuentes oficiales de la Zarzuela relataron a infoLibre que Cabanela estuvo visitando centros el viernes por la tarde y el sábado. Y su propuesta fue este hospital, en donde Juan Carlos no se había operado nunca pero donde sí se había hecho pruebas médicas en ocasiones anteriores. La institución invocó razones de "seguridad y comodidad", porque el ubicado en Pozuelo es más grande y accesible que el San José, próximo a Avenida de América, en pleno corazón de la capital. "También porque ofrece unas excelentes garantías sanitarias, pero estas las ofrecen otros muchos hospitales de Madrid, como La Paz [un macrohospital público al norte de la ciudad], que es buenísima". 

Descarte de La Paz

Entonces, ¿por qué optar por un centro privado para su cuarta operación de cadera, la quinta en año y medio? "Sabíamos que hiciéramos lo que hiciéramos, se nos iba a criticar, pero lo cierto es que analizamos todas las posibilidades", comentaban con resignación este domingo desde la Zarzuela, con cierta resignación. Si la Casa del Rey se decantaba por un hospital público, se creaba "incomodidad" a los pacientes, al tener que desplegar un dispositivo de seguridad y obligar a reservar una parte del edificio. Y preveía que las críticas por las listas de espera iban a llegar. Si se inclinaba por el contrario por uno privado, se acusaría al monarca de dar la espalda a la pública. Pero, en un momento como este, con los recortes que atenazan a la sanidad pública, ¿no habría sido conveniente lanzar un mensaje de respaldo? "Tampoco íbamos a hacer demagogia con eso. Todo se ha visto. Ayer mismo descartamos La Paz. Pero atendimos a la propuesta del médico, y a las razones de seguridad y comodidad, teniendo siempre presente que lo más importante es la salud del rey", justificaban fuentes oficiales. 

En la paleta de descartes figuraba asimismo trasladar al jefe del Estado a EEUU, lo que habría alentado la rumorología sobre su mala salud y sobre su eventual abdicación o inhabilitación. Spottorno explicó el viernes que se desechó esa idea porque la "opinión unánime" del equipo médico y la del rey era que en España concurrían condiciones clínicas "ampliamente suficientes" y "no parecía razonable en modo alguno" llevar al paciente fuera del país. 

En los últimos días, distintas organizaciones y partidos habían demandado al rey que optase por la sanidad pública, justo en un momento en el que gobiernos como el de la Comunidad de Madrid la ha puesto en el disparadero. Así, la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) consideró una "provocación" que el jefe del Estado recurra a la privada "mientras los ciudadanos asisten a la descapitalización del sistema público" y le pidió que, por tanto, diera "ejemplo". También defendió la red pública la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM), que lidera las protestas de la marea blanca en la Comunidad –y que precisamente este domingo salió otra vez a la calle para celebrar el frenazo a la privatización emprendida por el Ejecutivo regional de Ignacio González–. Cayo Lara, coordinador federal de Izquierda Unida, reclamó a Juan Carlos "ejemplo" y apuesta decidida por la sanidad pública, ahora que la han puesto en entredicho "intereses bastardos".

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Operación a cargo de la asignación de los Presupuestos

Cuando el rey entre en quirófano el martes y le abran, se sabrá si se le opera en uno o dos tiempos. En el primer caso, se le quitaría la prótesis y se le pondría una nueva. Si se hace en dos fases, se le extraería la ortopedia de su cadera izquierda para implantarle una provisional recubierta de fuertes dosis de antibiótico. A las ocho semanas, se le podría colocar la definitiva. El porcentaje de éxito en este último supuesto oscila entre el 92% y el 94%, cifra que se eleva si sólo se procede a una cirugía. Los médicos tienen que determinar cuál es el germen que ha provocado la infección, una complicación posoperatoria que sólo se produce en el 1% o 2% de las intervenciones de cadera. El monarca tuvo "mala suerte", según se afanaron en explicar Spottorno y Villamor. Se espera que Juan Carlos esté ingresado entre cuatro y siete días. La recuperación se extendería por un espacio de entre ocho semanas y seis meses

La Zarzuela pagará la operación y el tratamiento posterior con los fondos que le llegan directamente de los Presupuestos del Estado, tal y como aclaró Spottorno. La partida que para 2013 reservó el Gobierno a la Casa del Rey asciende a 7,9 millones de euros, un 4% menos que el año anterior.  

El rey no pasará por la sanidad pública tampoco esta vez. Dos días después de que la Zarzuela anunciara en una histórica rueda de prensa que se le tenía que intervenir de nuevo en la cadera izquierda para tratarle de un "foco infeccioso" en el tejido que rodea a su prótesis, la institución comunica una de las incógnitas que todavía faltaban por desvelar: dónde sería operado el monarca. La elección es el hospital universitario Quirón Madrid, una clínica privada situada en el municipio de Pozuelo de Alarcón, muy próximo a la capital. Y las razones que esgrime la Corona son "seguridad y comodidad". Pero también porque entiende que optar por la sanidad pública a toda costa, para responder a la presión social, habría sido "demagógico". 

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