Alex Rodrigo ve simbólico que "la selección femenina de fútbol llene titulares de prensa". "Los feminismos han puesto del revés el sistema de valores patriarcal", apunta el director de La Casa de Papel (y de otras tantas producciones), que en esta conversación con infoLibre trata de escanear los discursos de odio. Los avances se traducen en derechos, como los ganados por el colectivo LGTBIQ+, señala, y no solo en leyes sino en "terreno cultural" o por ejemplo con las personas racializadas que, dice, empiezan a ganar el espacio social "antes solo reservado a blancos".
Los espacios mediáticos importan, por eso que la Veneno tenga "una serie que recorre el mundo entero" y Morad sea más escuchado que "cualquier banda de pop pagada por papá y mamá" simbolizan los pasos del progreso, aunque sea una mirada limitada, apunta el realizador. Lo que ocurre con los avances en la libertad de "los oprimidos", es que "siempre conllevan olas de odio entre los privilegiados".
"Hay actos de libertad de expresión que conllevan odio", profundiza Rodrigo. Y cuando ese odio está dirigido a las personas más oprimidas socialmente, "entonces hay quienes nos ponemos de pie e intentamos pararle los pies". La galardonada La Haine, de Mathieu Kassovitz, es la obra audiovisual que elige Rodrigo, "para reflexionar sobre el odio sin buenismos". Sobre la violencia en las afueras de París, esta película disponible en Filmin es un retrato en blanco y negro del desarraigo.
El director sostiene a propósito de la cultura de la cancelación que es un término inventado por personas que han perdido la hegemonía del discurso, los de la literatura, el humor o el cine. Su herramienta, afea, es la "más primitiva ideología reaccionaria", la victimización. "Gente que hace 20 años decía lo que le daba la gana desde un altar de privilegios sin que nadie les pudiera contestar", y ahora reciben respuestas de los que antes "tenían miedo a hablar". Rodrigo señala a los "señores que están sobre el escenario con 500 micrófonos" y dicen que son víctimas de la cancelación, "que el feminismo es una inquisición" o que "el lobby trans les ataca". Arévalo y Bertín Osborne son los nombres que apunta que siguen dando espectáculos en lugares de España. "El único artista que está en la cárcel por sus letras es Pablo Hasél".
Ver másJota Linares: "Destruyendo la cultura la ultraderecha cree que puede adueñarse de un pensamiento único"
Leia, Rihanna y Trump. De cómo el feminismo ha transformado la cultura pop y de cómo el machismo reacciona con terror, de Proyecto una es su selección para aprender y revisar habitualmente sobre los discursos de odio. El libro lanza la pregunta: "¿Es la nueva ola derechista y fascistoide una reacción a las conquistas de los feminismos -las mujeres e identidades disidentes- o viceversa?
Alex Rodrigo ve una amenaza en "cómo nos hacen direccionar nuestra rabia y frustración", e insiste: "El peligro está en que nos preocupe más que nos ocupen la casa que nuestra propia precariedad laboral". Y continúa en que es preocupante que haga más ilusión comer con los directores de la empresa que con los compañeros de trabajo.
El director termina rescatando la canción Joaquín el Necio, de Albert Pla, porque según reconoce, le gusta ponerse "político desde el humor, y para eso Albert es un maestro".
Alex Rodrigo ve simbólico que "la selección femenina de fútbol llene titulares de prensa". "Los feminismos han puesto del revés el sistema de valores patriarcal", apunta el director de La Casa de Papel (y de otras tantas producciones), que en esta conversación con infoLibre trata de escanear los discursos de odio. Los avances se traducen en derechos, como los ganados por el colectivo LGTBIQ+, señala, y no solo en leyes sino en "terreno cultural" o por ejemplo con las personas racializadas que, dice, empiezan a ganar el espacio social "antes solo reservado a blancos".