Andrés Lima sueña con descubrir Indonesia con “la mejor compañía posible”

El actor y director teatral Andrés Lima camina junto a su hija por el paseo marítimo de Ciudadela, en Menorca, cuando atiende la llamada de infoLibre. Imposible saberlo, pero seguro que la miró cuando contestó: "Compraría dos billetes de avión y llevaría a mi hija conmigo, para irnos a Indonesia. Me parece un sitio maravilloso". La chiquilla, de 11 años, le interrumpe. "Tu móvil está en la mochila", le indica el dramaturgo. Y prosigue: "Viajar me encanta, e Indonesia es un sitio al que tengo muchas ganas de ir. Iría muy bien acompañado. Con la mejor compañía posible".

"Indonesia tiene una cultura llena de ritos y de teatro", explica Lima. Con sus 300 grupos étnicos, la cultura de este país del sudeste asiático es como una enredadera cuyas ramas se cruzan hasta el infinito. Su wayang kulit es un teatro de sombras declarado Patrimonio Oral e Intangible de la HumanidadPatrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Las representaciones se acompañan de música tradicional y su origen se remonta al siglo I. Transmitían leyendas nativas hasta la llegada del hinduismo y, con la incursión del islam, las figuras pasaron a transmitir, únicamente, con su sombra. Las marionetas, hechas de cuero, danzan durante una noche entera en una actuación que tiene más de rito que de espectáculo. El director de obras como Los Mácbez parece embelesado por ellas y por su hija, porque el amor paternal también se transmite por teléfono:

—¿A ella le atrae Indonesia de la misma manera?

—(Ríe). No creo que sea de la misma manera, porque no tiene ni idea de qué es.

Y en la vida real…

Andrés Lima Fernández de Toro (Madrid, 1961) podría estar horas hablando de sus proyectos teatrales, pero también de su destino vacacional: Menorca. "Es un sitio alucinante. Una pasada. La costa menorquina es de lo más increíble que hay". El actor y director apretó los dientes en julio para poder escaparse tranquilo: estrenó Las brujas de Salem en el Grec Festival de Barcelona y estuvo dando talleres en cursos de verano. "Me ayuda a aclararme, racionalizar mi trabajo y comprenderlo mejor", explica. Pero en septiembre viene lo bueno.

"Tengo un futuro profesional muy interesante", admite. Se ha presentado a un concurso público para dirigir un teatro, cuyo nombre no puede revelar por cláusulas de confidencialidad. Los únicos procesos de primer nivel de este tipo abiertos en la actualidad son los del Teatro Español y las Naves de Matadero. En Barcelona montará La madre, escrita por el dramaturgo francés Florian Zeller, y seguirá con su proyecto más personal: Teatro de la ciudad, compartido con Alfredo Sanzol y Miguel del Arco, con el que investigan y experimentan con el teatro contemporáneo.

"Lo hicimos con la tragedia y ahora lo hacemos con la comedia. Haremos una reescritura con algún argumento de Skakespeare, pero con la voluntad de hacer algo nuevo. La obra de Alfredo se llama Ternura y la mía se llama Sueño", desgrana con la pasión que, como el amor, viaja por la red móvil. El subtítulo de Sueño será muy sugerente: Comedia muy trágica sobre seis amores y una muerte.

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Por si fuera poco, también echará una mano en el Psicoballet, de la Fundación Psico Ballet Maite León, una compañía que usa el ballet como terapia y alimento espiritual para discapacitados mentales. "Quieren incorporar teatro. Y me han llamado a mí. Y en eso estamos", concluye con ilusión. Teatro y más teatro en sus planes. Y quién sabe si también Indonesia, gracias al ejercicio de imaginación de ¿Ventana o pasillo?.

Andrés Lima

es uno de los mejores directores de escena españoles. Vinculado a la compañía Animalario, con ella ha conseguido cuatro Premios Max a la mejor dirección, siempre con la innovación sobre las tablas como bandera. Una de sus últimas obras más aclamadas es Los Mácbez (2014), un texto de Juan Cavestany que traslada el escenario del clásico de Shakespeare a tierras gallegas. Los talleres de investigación teatral que componen Teatro de la ciudad recibieron otro Max, en esta ocasión a la mejor producción privada. Como actor de cine ha trabajado con directores como Icíar Bollaín, Vicente Aranda o Fernando León.