Julia Compton, con más de 62 mil seguidores en Instagram y 43 mil seguidores en YouTube, destaca en sus redes sociales por ser una de los grandes ejemplos que representan a la generación Z. La hermana pequeña de Andrea Compton, con un arte desentendido de expresión, una admiración sobre lo aesthetic, series, música y maquillaje, se corona como una de las influencias más coloridas y frecuentes de este año. Su talento nació en Vine, subiendo vídeos de apenas 6 segundos donde con humor logró crear una comunidad de seguidores que desde entonces la apoyan. Siendo el ejemplo perfecto de fangirl, su contenido a día de hoy se basa en moda, música y maquillaje colorido, rompiendo el esquema común de influencers que conocíamos hasta hace un par de años.
Julia comenta que durante el verano cambian sus temáticas y contenidos. Por eso, su rutina de influencer la actividad es menor, ya que la gente interactúa menos. En lo que conforma su vida personal, no cambia mucho, por lo que puede seguir asistiendo a eventos más veraniegos y con temática de chill y de relax. Al igual que las modas, el contenido que van creando los influencers está en constante movimiento y ese es también el caso de Julia Compton: "La verdad es que varía en algunos aspectos, como por ejemplo que enseño otras cosas que hago en mi tiempo libre, pero no cambia apenas lo que yo suelo hacer siempre, como mis consultorios”.
Estos consultorios de Julia se basan en responder a preguntas de los seguidores de forma irónica y con humor. Los hace frecuentemente y son, en gran parte, de lo más consumido de su contenido. “A lo mejor sí que puedo hacer algo que pegue más con el verano o alguna temática veraniega, pero el resto no suele cambiar mucho”, explica a infoLibre.
En su trabajo con marcas y empresas, cabe decir que prefiere tomárselo con calma, ya que “no es el mismo alcance que puedes llegar a tener en invierno, en primavera y en otoño, cuando la gente está utilizando mucho más el móvil”, que cuando todo el mundo está de vacaciones de verano, lo que provoca que el trato con seguidores y otros usuarios sea mucho menor. “Porque en cuanto estás viviendo tu vida cotidiana, con rutinas y no estás de vacaciones, usas mucho más el teléfono” afirma la joven.
A mi me apetece coger el móvil cuando me apetece y si no me apetece no lo cojo
Al ser un trabajo tan digital y actual, de constante cambio y modas, desconectar es complicado, por no decir imposible. Sí que ella asegura que reduce su consumo y creación de contenido, pero no lo pone en pausa, ya que sigue “pendiente" de todo lo que le digan: "Pero sí que es verdad que en verano intento desconectar un poco más, ya no solo por el tema de ser influencer, sino porque además hago otras actividades, como estudiar y trabajar en otras cosas. Intento tomármelo con más calma”.
A los influencers se les suele achacar la obsesión y miedo por los seguidores. Que bajen y suban suele ser un fracaso o un éxito, pero a Julia eso no le importa e insiste en que, desde su propia experiencia personal, sabe que “en verano realmente la gente no utiliza apenas el móvil". "Simplemente lo utilizan para subir cosas de sus vacaciones, no para entretenerse con otras cosas porque ya tienen suficiente entretenimiento”, apostilla.
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Es por ello que considera que el verano, o las vacaciones en sí, no suponen un factor en la pérdida de seguidores, ya que lo único que puede cambiar son las visualizaciones de vídeos en determinadas redes o contenidos: “Pero no te van a dejar de seguir aunque no subas cosas”. Y aunque afirma que en vacaciones suele crear contenido de lo que vive en el día a día en sus propias vacaciones, asegura que también busca inspiración en su ambiente, ya que “siempre es apetecible enseñar ese tipo de cosas”.
Ante un verano relajado, Julia Compton decide seguir costumbres, como es el tradicional viaje al pueblo para “estar tranquila”. Huir de la gran ciudad en plena ola de calor es una de las grandes atracciones para los madrileños. Sirve así a modo de "desconexión", tal y como confiesa la influencer, quien busca, como todos, escapar de la rutina del resto del año de la manera en que a cada cual le resulte posible y le funcione para resetear.
“Son momentos de desconexión pura cuando estoy en mi pueblo o en la playa. Si estoy en Madrid sí que es verdad que todo es como mucho más frenético y tenemos que poder coger el teléfono al momento. Pero si estoy en mi pueblo con mis padres o si estoy en la playa, a mi me apetece coger el móvil cuando me apetece y, si no me apetece, no lo cojo”. Es una forma de lidiar con el trabajo y la desconexión según Julia Compton, quien representa en cierta parte a la generación Z, la cual empieza a adentrarse en un mundo digital acelerado en el que saber desconectar es clave para poder lidiar con las obligaciones laborales y la salud mental.
Julia Compton, con más de 62 mil seguidores en Instagram y 43 mil seguidores en YouTube, destaca en sus redes sociales por ser una de los grandes ejemplos que representan a la generación Z. La hermana pequeña de Andrea Compton, con un arte desentendido de expresión, una admiración sobre lo aesthetic, series, música y maquillaje, se corona como una de las influencias más coloridas y frecuentes de este año. Su talento nació en Vine, subiendo vídeos de apenas 6 segundos donde con humor logró crear una comunidad de seguidores que desde entonces la apoyan. Siendo el ejemplo perfecto de fangirl, su contenido a día de hoy se basa en moda, música y maquillaje colorido, rompiendo el esquema común de influencers que conocíamos hasta hace un par de años.