El director y guionista de cine Jonás Trueba apuesta por los pasajes de avión imaginarios de ¿Ventana o pasillo? como método para agradecer y recompensar por el trabajo bien hecho. Lo plantea como un regalo al protagonista de su nueva película, el actor Francesco Carril, que coprotagoniza el filme a estrenar La reconquista y que también participa en Los exiliados románticos y Los ilusos, del mismo Trueba. Es marca personal de este joven cineasta eso de escoger a amigos para grabar películas. "Le compraría un billete para Buenos Aires, que siempre ha querido volver. Fuimos juntos la primera vez, a presentar Los ilusos, pero fue muy rápido, y se quedó con muchas ganas de ver teatro", explica.
Además del tango de Piazolla y Gardel, la ciudad porteña es una de las que más teatros alberga del mundo, junto a Nueva York y Londres. La avenida Corrientes es el epicentro de la vida nocturna y bohemia de Río de la Plata, y en sus inmediaciones se pueden encontrar decenas de escenarios con vanguardismo, clasicismo, grandes producciones y montajes independientes. En las palabras del director de cine se percibe agradecimiento hacia un compañero que le ha acompañado en sus dos últimas películas y que protagoniza La reconquista, su próximo estreno, que se presentará en el próximo Festival de San Sebastián, en la que dos amantes quinceañeros se reencuentran años después de su romance pasajero. Carril "ha tenido un año muy intenso. Ha estado haciendo teatro en la Compañía Nacional. Se merece las vacaciones, Buenos Aires, el teatro y todo mi respeto", asegura Trueba.
Y en la vida real…
"Los veranos siempre tienen esa cosa intensa, parece que todo se pone en cuestión. Cuando llega me hago muchas promesas", explica Jonás Trueba (Madrid, 1981) casi con nostalgia. No tiene hueco para unas vacaciones con todas las de la ley, inmerso como está en los preparativos del estreno de La reconquistaLa reconquista, el próximo 30 de septiembre. Pero tiene un truco: estirar los viajes de trabajo a destinos interesantes con los que tiene que cumplir por su profesión, para que le dé un poco el aire. El próximo 23 de agosto le tocará visitar la Muestra de Cine de Ascaso (una diminuta aldea de Huesca), "la muestra de cine más pequeña del mundo". "Aprovecharé y me daré un paseo por el paisaje aragonés, que me gusta mucho", afirma el director.
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A finales de mes volará hasta Miami por trabajo y también intentará escabullirse. Pero hablando de vacaciones, Trueba tiene unas preferencias que, por decirlo de manera suave, son poco populares: "Me gusta mucho estar en verano en Madrid", confiesa. Cuando cae el sol y se apaga un poco el calor, Trueba disfruta de las terrazas y el ambiente nocturno del agosto en la capital española.
El joven director explica a ¿Ventana o pasillo? las sensaciones tras terminar de grabar La reconquista, con el ajetreo aún en la boca. "Cuando acabas una película siempre te quedas con cara de tonto, no sabes muy bien que ha pasado, estás todavía con muchas dudas", confiesa. El sabor agridulce le lleva a la necesidad de otra película "para enmendar la que acabas de hacer", así que el proceso creativo nunca para. Pero no todo son titubeos: "La película de momento va generando expectativas, así que en ese sentido estoy contento", matiza.
Jonás Trueba es miembro de una familia muy laureada en el séptimo arte español: hijo de Fernando Trueba y sobrino de David Trueba, este joven director y guionista de cine ha buscado desde el principio su propio registro. Guionizó las películas de Victor García León Más pena que gloria (2011) y Vete de mí (2006), así como El baile de la victoria (2009), dirigida por su padre. Su primera incursión como director se produjo con Todas las canciones hablan de mí (2010), una senda que continuó con Los ilusos (2013) y Los exiliados románticos (2015). Escoge a sus amigos y luego piensa en historias para ellos con un lenguaje que siempre intenta salirse de los cánones: su última película estrenada no tuvo guión previo y fue rodada sobre la marcha.
El director y guionista de cine Jonás Trueba apuesta por los pasajes de avión imaginarios de ¿Ventana o pasillo? como método para agradecer y recompensar por el trabajo bien hecho. Lo plantea como un regalo al protagonista de su nueva película, el actor Francesco Carril, que coprotagoniza el filme a estrenar La reconquista y que también participa en Los exiliados románticos y Los ilusos, del mismo Trueba. Es marca personal de este joven cineasta eso de escoger a amigos para grabar películas. "Le compraría un billete para Buenos Aires, que siempre ha querido volver. Fuimos juntos la primera vez, a presentar Los ilusos, pero fue muy rápido, y se quedó con muchas ganas de ver teatro", explica.