Más de 288.000 animales abandonados cada año: contamos la historia de Elvis, Estela, Galeno y Volga
Casi un 3% de los perros y gatos en España son abandonados. Sólo en 2022 las protectoras recogieron más de 288.000 mil, según datos de la fundación Affinity. El Arca de Noé de Albacete es una de esas asociaciones que se encargan de rescatar, cuidar y dar en adopción a estos animales. El proyecto nació en 1989 para buscar una alternativa a las perreras municipales y para luchar contra el maltrato animal. A lo largo de un año han llegado a atender a más de 1580 perros y gatos, lo que supone que, de media, llegan a su albergue entre cuatro y seis animales al día.
La asociación cuenta con voluntarios que se encargan de los rescates, además de casas de acogida y un albergue para los que, o no han conseguido alojar o, por cualquier motivo, necesitan estar en cuarentena y rehabilitación. Hace ya 15 años que consiguieron abrir su propio veterinario y también se encargan de la atención de colonias felinas urbanas utilizando el método CER (Captura, esterilización y retorno). El principal motivo de abandono en nuestro país son las camadas no deseadas ( un 20% del total), por lo que una de las funciones de esta asociación es concienciar y llevar a cabo campañas de esterilización "para acabar con el problema de raíz". A este motivo, le siguen, en cifras casi idénticas, la pérdida de interés por el animal, el fin de la temporada de caza o el comportamiento de la mascota.
La mayoría de perros y gatos que rescatan de la calle, han sufrido maltrato o sufren traumas de su vida en la calle, de hecho, de todos los animales que se rescatan en España, un 40% de ellos sufre alguna enfermedad. En el albergue se encargan de “recuperar su confianza” con educadores, para poder encontrarles un hogar definitivo “cuanto antes”. Algunos de ellos acaban en otros países de Europa, gracias a la colaboración con otras asociaciones, porque “lamentablemente el número de solicitudes de adopción es mucho menor a las cifras de abandono”.
La situación es aún más complicada en verano, porque, si bien, cada vez se abandona menos en estos meses, sí que se reduce drásticamente el número de personas que se animan a adoptar y acoger. A ello se suma que en estas fechas se rescatan 1 de cada 3 gatos abandonados porque coincide con su periodo de reproducción. Actualmente la protectora tiene más de medio centenar perros y gatos en adopción.
En este penúltimo artículo de Como el perro y el gato, vamos a dar espacio a algunas de las mascotas que viven en El Arca de Noé y están a la espera de encontrar una familia definitiva. Puedes saber más sobre ellos y el resto de animales que están en adopción o acogida a través de la página web de la protectora, en sus redes sociales o escribiendo al correo adopciones@ibichos.com.
Estela y Valiente
Estos dos galgos son Estela (color canela) y Valiente (color negro), que está a su lado. Ambos fueron encontrados en un estado “muy lamentable” y sufren paraplejia, por lo que no pueden utilizar sus dos patas traseras. Marta, una de las voluntarias de la protectora, explica a infoLibre que “prácticamente la mitad de los perros que recogen son “desechos” de cazadores: “En nuestra ciudad y Comunidad Autónoma la caza hace muchísimo daño, porque, además, la mayoría llegan en unas condiciones físicas y mentales horribles”.
Hace pocas semanas dos voluntarias encontraron a uno de estos perros muerto dentro de una bolsa. “Se le realizó una necropsia donde aparece un fuerte traumatismo en la cabeza y el chip arrancado”. Lo vieron cerca de uno de los puntos con comida que tienen en las inmediaciones para animales que no se dejan capturar.
Marta cuenta que ella misma tiene ahora en acogida a una de esas galgas, que también fue atropellada, pero hace una vida normal con sus otras mascotas. La adopción de estas razas siempre es complicada, porque la mayoría de familias buscan perros de tamaño pequeño: "Creen que un galgo o un mastín no se puede adaptar a un piso, pero es una idea completamente errónea", defiende.
Ella lleva siendo casa de acogida desde 2011. Conoció a El Arca de Noé a través de redes sociales, cuando unos cachorros necesitan un sitio donde ser cuidados. "Fue muy duro cuando, después de unos meses conmigo, marcharon a su hogar definitivo, sobre todo porque por entonces yo no tenía ningún animal propio en casa. Ser casa de acogida es una labor preciosa, pero difícil. Eres el puente entre el albergue y su familia definitiva. Sin ese eslabón muchos hubieran quedado en el camino: bebés, ancianos, perros con miedo...La labor de las casas de acogida de la asociación es para quitarse el sombrero. A día de hoy, mis acogidas son muy esporádicas porque mi familia ha crecido (2 perros y 2 niños) así que colaboró en lo que puedo".
Estela llegó al Arca de Noé en marzo de 2019. Tenía poco más de un año de edad y un fuerte impacto en la columna, que le hizo perder la movilidad en las patas traseras. Tras su operación, varias voluntarias se encargaron de sus ejercicios de rehabilitación, electroestimulación, revisiones, de sus primeros pasos en su particular “silla de ruedas”... Con ella ahora puede correr y jugar con otros perros, entre ellos, sus inseparables Oliver y Jovita. Es una perra alegre, muy sociable con perros y gatos, aunque tímida con los humanos desconocidos, sensible y cariñosa.
Desde 2019 viven en acogida con Edu y Eli en Barcelona. Poco a poco se ha adaptado y ahora es la “reina de la casa”, pero esta solo es una parada más en su camino. Ya recuperada de todos sus traumas y adaptada a su vida a “dos patas y dos ruedas” busca una familia definitiva.
Elvis
Elvis es un perro que, desde la protectora, quieren llamar de raza “potencialmente amorosa”. Es un “ancianito” de nueve años que necesita un hogar definitivo en el que disfrutar de sus últimos años. Empezó el año en el albergue, después de haber sido abandonado en un poste el día de Nochevieja junto a otra compañera, que ya ha sido adoptada. De su vida anterior no saben mucho más.
Nos explican que lo tiene complicado porque es un perro calificado como RPP y eso “echa para atrás” a muchas familias. “Elvis es bonachón, agradecido, tierno y muy tranquilo”, aseguran. Llegó al borde de sus fuerzas, pero ya está recuperado y se lleva bien con todos.
Como muchos perros de razas utilizadas en peleas y “seguridad”, tiene las orejas mutiladas (una práctica que está prohibida desde 2018) y, además, llegó con insuficiencia renal y Leishmaniosis, una enfermedad que, a día de hoy, los perros pueden llevar con relativa normalidad. Lo mejor para él sería estar en una casa, sin pasar frío y recibiendo los cuidados y la atención que necesita.
Galeno y Volga
Galeno, que se da un aire a “Garfield” es “el gato más bueno del mundo”. Marta le describe como un animal muy dulce y cariñoso, que se lleva bien con todos los gatos y, especialmente, con su compañera Volga. Los dos tienen dos años y llevan ya muchos meses en el albergue, sin que hayan preguntado por ellos.
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Volga llegó al refugio después de haber sido rescatada de un caso de síndrome de Noé. Todos sus hermanos han sido ya adoptados, pero ella lleva ya casi un año en el albergue sin haber encontrado familia. Ha superado todos los traumas con los que llegó gracias a los educadores y ahora es “una gata feliz”, que se lleva bien con personas, gatos y perros. “Con Galeno tiene una relación especial y sería muy bonito que les adoptaran en pareja”, nos dice Marta.
Ambos lo tienen difícil porque son positivos en leucemia, una enfermedad que es contagiosa a otros gatos (no a perros ni a personas), a no ser que se les vacune previamente. Se calcula que, en España, entre un 1% y un 2% de los gatos están infectados con este retrovirus que afecta especialmente a su sistema inmune. Necesitan un hogar definitivo en el que estar bien cuidados o una casa de acogida (en estos casos los gastos los cubre la protectora).
La protectora recuerda que, al adoptar, "le das una nueva vida a un animal y otro podrá ocupar su lugar en el albergue". También animan a ofrecerse como casa de acogida y dar así una oportunidad a los animales más débiles que no pueden vivir dentro del albergue. Otra de las cosas que se pueden hacer a través de cualquier protectora animal es denunciar casos de maltrato o malos cuidados, para que ellos puedan tomar las medidas oportunas.