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“Te puedes encontrar un caballo en la cocina o una llama escapando de la finca”: el safari de Macarena Gómez

Macarena Gómez junto a su llama

Laura Prieto

A Macarena Gómez (Córdoba,1978) muchos la conocen como Lola Trujillo. Es lo que tiene haber interpretado a uno de los personajes más queridos de La que se avecina, una serie que ha marcado a toda una generación. 

Ella misma se describe en sus redes sociales como “asesina en serie, vecina extrovertida, prostituta sin dientes, cornuda, perseguida por fantasmas, roba-glándulas, punki en la movida y actriz”. Y es que ha interpretado papeles de todo tipo, aunque destacan sus actuaciones en el suspense. En 2008 protagonizó la comedia de terror Sexykiller, morirás por ella, en 2014 fue nominada a los Goya por su trabajo en Musarañas y acaba de estrenar El hombre del saco, filme en el que participa como protagonista. 

La actriz vive junto a su marido Aldo Comas y su hijo Dante en una gran finca del Alto Ampurdán, en la provincia de Girona. Hasta hace poco aquel era su "lugar de escape de fin de semana", pero tras pasar allí el confinamiento, decidieron convertirlo en su lugar de residencia. “¡Qué os voy a contar! Todos sabemos cómo ha afectado la Covid 19 a tantas familias! Y ha sido la decisión más acertada”, explica Gómez a infoLibre. 

La casa es un lugar idílico rodeado de naturaleza. Cuenta con un molino reformado del siglo XVII, una piscina, su propio lago y, lo que interesa en esta sección, una granja compuesta por animales de todo tipo: “¡No podría contarlos! Tengo caballos, gallinas, seis pavos reales, dos conejos, una avestruz, una oca, un cerdo, dos perros, varias alpacas y una llama. 

Gómez cuenta que los han ido adquiriendo poco a poco y que a algunos los adoptó hace ya unos ochos años: "Tampoco era nuestra intención premeditada 'formar una granja', es algo que ha ido surgiendo paulatinamente". Todos tienen nombre, excepto las aves: Melchor, Gaspar y Baltasar, como los Reyes Magos, son las alpacas; Cri Cri es la Llama, y algunos de los caballos se llaman Jinesta, Quito, Limu y Bondadosa. Su favorito es el del cerdo, Patata, al que deja ver mucho por redes sociales. El nombre se lo puso su hijo, por su parecido cuando era un bebé. 

Con el animal que más conexión tiene es con su perra Herculina. “Me sigue a todas partes y, sobre todo, es muy protectora con los niños”, asegura la actriz mientras recuerda lo emotivo que fue su parto, durante el confinamiento, con toda la familia de testigo. Herculina, que debe su nombre a la afición que tienen sus dueños por el dios Hércules, tiene otra compañera de su raza, Juanita, con la que hace todo tipo de travesuras. De hecho, es curioso que, entre alpacas, ocas y cerdos, cuando preguntamos a la artista por el animal que más trabajo les da, señala directamente a ellas. “Les encanta escaparse … cuando yo me voy Herculina siempre me quiere seguir”. 

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Si ya da trabajo convivir con un gato o un perro, es fácil imaginar el caos que puede llegar a ser el día a día en esta finca de Girona convertida en casi un safari. “Me ha pasado de todo. Siempre que hacemos comidas en las zonas exteriores dejamos a los animales sueltos, y más de una vez se han comido nuestros platos. O, como quien no quiere la cosa, te puedes encontrar perfectamente un caballo en la cocina”, relata divertida. Lo peor, asegura, es cuando Cri Cri, su llama, se escapa corriendo "veloz como un relámpago" cada vez que abre la candela: "Es toda una odisea conseguir que vuelva a entrar".

Del día a día en la finca se encarga su marido: de la limpieza, la alimentación, los cuidados… que no son pocos. La actriz viaja mucho por su trabajo y los animales necesitan tener una rutina, como los humanos. Para ella, lo mejor de su “peculiar” vida rodeada de esta fauna es la enseñanza que reporta a su hijo Dante: “Indudablemente ha mejorado nuestra calidad de vida, especialmente la de mi hijo. Nacer rodeado de animales es un privilegio. Los niños se vuelven más respetuosos con el medio ambiente, más generosos y responsables. Tener un animal es una gran responsabilidad y mi hijo es muy consciente de ello”.

Tanto a Macarena como a su marido y a su hijo les encanta montar a caballo. Comparte habitualmente estos momentos en redes sociales y la hemos podido ver a lomos de Quito y Limu en varias ocasiones. Uno de los momentos más emotivos que le vienen a la actriz a la cabeza es cuando su hijo está junto a su yegua. "Cuando montan a caballo ella le cuida de una manera sobrenatural", concluye.

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