Entramos en el peor segmento de agosto, aquel en el que las grandes citas veraniegas han terminado (del teatro clásico de Almagro al indie del Sonorama, a excepción del resistente festival de Mérida), y los creadores cogen impulso para el inicio de la temporada. Entre una cosa y otra, el vacío. O casi. El secreto está en los museos, que, afortunadamente para el turista, no cierran sus puertas, y en mirar un poco más allá de los ciclos habituales.
Arte
Después de su paso por el centro CA2M en Madrid, el Macba acoge en Barcelona la exposición Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo, que retrata la influencia de este género musical más allá de las fronteras de su rama creativa. La muestra recoge instalaciones, pintura, fotografía y vídeos que giran en torno a lo que que define como las temáticas del punk: "el ruido, la negación, la violencia, el nihilismo o la sexualidad" y "la insatisfacción, el inconformismo, la pérdida de fe en el progreso o la crítica feroz a los iconos del sistema económico". De la misma manera que en Rastros de carmín. Una historia secreta del siglo XX (1989) el crítico Greil Marcus exploraba las raíces del género hasta el dadaísmo y el situacionismo, esta exposición opera a la inversa, captando los tentáculos del No future en el arte contemporáneo. | Hasta el 25 de septiembre. Entrada general, 10 euros; consultar aquí las reducciones.
Música
El Nocturama sevillano ha cambiado este año de nombre, después de 11 años animando las calurosas noches de verano en una ciudad casi desierta. Ahora el festival se queda con algunas citas en junio y en otoño, y cede las fechas centrales al recién nacido Pop CAAC, que ofrece conciertos entre el 23 de junio y el 30 de septiembre. Cuatro productoras (Green Ufos y La Suite, antiguas organizadoras, y Global Music 360 y Spyro Music, que se incorporan ahora) se van pasando la programación de mano en mano, poniendo en cartel artistas tan variados como Kiko Veneno, Javiera Mena, Nacho Vegas o C. Tangana. Este fin de semana tocan Antílopez (cantautores con letras bien afiladas) y los humorísticos Mundo Chillón el jueves; y el ex Sunday Drivers Julián Maeso y el guitarrista El Twanguero el sábado. | Hasta el 30 de septiembre. A partir de ocho euros.
Cine
Piscina y cine de verano los dos pilares del mes de agosto en las ciudades de interior. Nos centramos en los segundos de la ciudad de interior por antonomasia: Madrid. El municipal CentroCentro ofrece (a través del ciclo privado Sunset Cinema) recupera tanto clásicos (Psicosis, Los 400 golpes) y películas estrenadas en los últimos años (El hijo de Saúl, La juventud) en un espacio climatizado bajo la impresionante bóveda acristalada del Palacio de Cibeles. Este fin de semana toca Pulp Fiction (jueves), sesión doble de Psicosis y El silencio de los corderos (viernes), sesión doble con Amanece, que no es poco y Aterriza como puedas (sábado) y El tercer hombre (domingo).
El Museo Reina Sofía pone fin a su ciclo Vacaciones permanentes, con películas que tratan el fenómeno vacacional, el viaje y el turismo. Sus últimos títulos son Loubia Hamra y Sueñan los androides. El centro Conde Duque pone su grano de arena programando películas que han estado en los cines recientemente, e incluso estrenos. Este fin de semana proyectan, de hecho, dos de las películas del verano: Cazafantasmas (viernes) y Mascotas (sábado). | Hasta el 18 de septiembre. Entre 2,5 y 8 euros.
Teatro
Sin Almagro, sin El Grec, sin Peralada... Solo el Festival de Teatro Clásico de Mérida resiste al final de agosto. ¿Solo? ¡No! Pequeñas localidades de un sitio y otro del país organizan sus propios ciclos para alegrarse el verano. Dos localidades gemelas, Mora de Rubielos y Rubielos de Mora (Teruel) llevan 29 años montando el festival Puerta del Mediterráneo entre el castillo de uno y el anfiteatro de otro. Después de tres fines de semana de funciones, este fin de semana lo cierran la compañía Yllana con The Gagfather (miércoles, Mora de Rubielos) y El tipo de la tumba de al lado (jueves, Rubielos de Mora).
Águilas (Murcia) celebra en estos días la primera edición del Festival Emergente de Teatro, centrado en el teatro de calle y la improvisación. El festival de teatro y danza de Niebla (Huelva) resiste un año más. Aunque han pasado los platos fuertes (Ricardo III, de Eduardo Vasco; Cervantina, de Ron Lalá; Reina Juana, de Gerardo Vera...), aún le queda un cartucho: Miguel Will, texto de José Carlos Somoza dirigido por Vladimir Cruz.
Libros
Ver másCuando los cuadros dejan espacio a la danza
El verano es momento de recuperar las lecturas abandonadas a la espera de esas dos horas libres que nunca llegan. Por ejemplo, para echar mano de la trilogía de Natalia Ginzburg (1016-1991) editada por Lumen en primavera, que recoge Todos nuestros ayeres, Léxico familiar y Las tareas de casa y otros ensayos. En ellos, la escritoria italiana recoge "lo pequeño, lo cotidiano, lo familiar" (en palabras de Rebbeca West, estudiosa de su obra) entre la ficción y la no ficción.
Para quien no la conozca, basta decir que fue una de las figuras centrales de la cultura italiana de principios de siglo; militante comunista; editora del sello Einaudi; traductora de Flaubert, Maupassant, Proust; amiga de Italo Calvino y del guionista Tullio Pinelli (La Dolce Vita, Ocho y medio)... y una "narradora magistral", en palabras de su prologuista, la poeta Elena Medel. Ella aconseja, por cierto, empezar por Todos nuestros ayeres, seguir con Léxico familiar y cerrar con Las tareas de casa. | En Lumen. Entre 19,90 euros y 22,90 euros. La editorial LumenAcantilado ha publicado también Y eso fue lo que pasó, Querido Miguel, Las pequeñas virtudes y Serena Cruz o la verdadera justicia.
Entramos en el peor segmento de agosto, aquel en el que las grandes citas veraniegas han terminado (del teatro clásico de Almagro al indie del Sonorama, a excepción del resistente festival de Mérida), y los creadores cogen impulso para el inicio de la temporada. Entre una cosa y otra, el vacío. O casi. El secreto está en los museos, que, afortunadamente para el turista, no cierran sus puertas, y en mirar un poco más allá de los ciclos habituales.