¿Cura la homeopatía? ¿Y la acupuntura? ¿Y los quiroprácticos? Edzard Ernst lo tiene claro. Este catedrático de Medicina alemán especializado en el estudio de la llamada medicina alternativa se ha enfrentado, durante décadas, a los defensores de las pseudoterapias. En 1993 se convirtió en el primer profesor de Medicina complementaria del mundo, con un puesto en la Universidad de Exeter, en el Reino Unido. Desde entonces hasta su jubilación, en 2013, ha publicado más de 1000 artículos en distintas revistas científicas, la mayoría de ellos dedicados a la revisión de la literatura médica existente sobre terapias alternativas o complementarias, desde la homeopatía hasta las flores de Bach pasando por las terapias de cristales, las curas con hierbas medicinales o los tratamientos quiroprácticos.
¿Truco o tratamiento? La medicina alternativa a prueba recoge parte de su trabajo. Escrito en 2008 junto al divulgador científico Simon Singh, el libro (editado ahora por Capitán Swing) analiza, en primer lugar, la historia de los ensayos clínicos y los métodos usados desde su incorporación a la medicina moderna y, luego, su aplicación a las distintas terapias estudiadas. El resultado: métodos como la acupuntura o la homeopatía no soportan el análisis de los autores, revelándose como meros placebos. Otros, como la quiropráctica o las hierbas, pese a que sus principios contradicen los de la medicina tradicional, pueden resultar parcialmente efectivos en casos excepcionales. Con los resultados obtenidos, Ernst y Singh dedican la última parte del libro a criticar que los sistemas públicos de salud sufraguen estas terapias para las que no existe evidencia científica. Esto último enfrentó a Ernst al Príncipe Carlos, defensor de la homeopatía: a él está dedicado el libro.
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El contenido de este libro trata, en todo momento, de guiarse por la siguiente frase, escrita hace más de 2 000 años por Hipócrates de Cos, conocido como el padre de la medicina: «Solo existen dos cosas, ciencia y opinión; la primera engendra conocimiento, la segunda ignorancia».
Hipócrates decía que, si alguien proponía un nuevo tratamiento médico, debíamos usar la ciencia para decidir si funciona o no, en lugar de confiar en opiniones personales. La ciencia emplea experimentos, observaciones, pruebas, argumentos y discusiones para llegar a un consenso objetivo sobre la verdad. Incluso cuando se ha llegado a una conclusión, la ciencia sigue investigando y favorece sus propias críticas en caso de que haya cometido un error. Por el contrario, las opiniones son subjetivas y contradictorias, y quien posea la mejor habilidad social tendrá la mejor oportunidad de promocionar su opinión, independientemente de si tiene razón o no.
Guiado por esta frase de Hipócrates, este libro da un repaso científico a la gran cantidad de tratamientos alternativos cuya popularidad está creciendo rápidamente. Estos tratamientos están a la vista en las farmacias, se publicitan en revistas, se pueden ver en millones de páginas web y son utilizados por miles de millones de personas; sin embargo, son vistos con escepticismo por gran parte de la comunidad médica.
De hecho, podemos definir la medicina alternativa como cualquier terapia que no sea aceptada por la mayoría de la comunidad médica convencional, lo que generalmente también significa que estas terapias alternativas tienen mecanismos de acción que la medicina moderna es incapaz de comprender. En lenguaje científico se dice que las terapias alternativas son biológicamente inverosímiles.
Hoy en día es común escuchar el término genérico «medicina complementaria y alternativa», puesto que a veces estas terapias se usan junto con otras (ya sean convencionales o alternativas) en lugar de utilizar solamente la medicina convencional. Sin embargo, esta terminología nos resulta larga y torpe, por lo que, en aras de la simplicidad, hemos decidido utilizar el término «medicina alternativa» a lo largo de este libro.
Las encuestas muestran que, en muchos países, más de la mitad de la población usa la medicina alternativa de una forma u otra. De hecho, se estima que el gasto mundial anual en los distintos tipos de medicina alternativa se encuentra en torno a 45 000 millones de euros y además es el área de gasto médico de más rápido crecimiento. Entonces, ¿quién tiene razón: la persona de mentalidad crítica que piensa que la medicina alternativa es similar al vudú o las familias que confían la salud de sus seres queridos a la medicina alternativa? __________________________
¿Truco o tratamiento? La medicina alternativa a pruebaEdzard Ernst y Simon SinghCapitán SwingSeptiembre de 201820 euros (aprox.)¿Truco o tratamiento? La medicina alternativa a prueba
Capitán Swing es una editorial independiente especializada en ensayo. Desde su creación en Madrid, en 2009, ha publicado títulos como Sociofobia, de César Rendueles; El Minotauro global, de Yanis Varoufakis; De pronto, mi cuerpo, de Eve Ensler; Borderlands / La frontera, de Gloria Anzaldúa; Autobiografía, de Angela Davis o Los hombres me explican cosas, de Rebecca Solnit.
¿Cura la homeopatía? ¿Y la acupuntura? ¿Y los quiroprácticos? Edzard Ernst lo tiene claro. Este catedrático de Medicina alemán especializado en el estudio de la llamada medicina alternativa se ha enfrentado, durante décadas, a los defensores de las pseudoterapias. En 1993 se convirtió en el primer profesor de Medicina complementaria del mundo, con un puesto en la Universidad de Exeter, en el Reino Unido. Desde entonces hasta su jubilación, en 2013, ha publicado más de 1000 artículos en distintas revistas científicas, la mayoría de ellos dedicados a la revisión de la literatura médica existente sobre terapias alternativas o complementarias, desde la homeopatía hasta las flores de Bach pasando por las terapias de cristales, las curas con hierbas medicinales o los tratamientos quiroprácticos.