El gallego Jesús A. Núñez Villaverde codirige actualmente el Instituto de Estudios sobre conflictos y acción humanitaria, IECAH. Desde allí y desde diversos medios de comunicación analiza y divulga las relaciones internacionales. Este militar retirado y economista también ha sido profesor universitario. Está especializado en el mundo árabe-musulmán y el África subsahariana. Entre sus preocupaciones actuales destaca la impunidad con la que Israel y su presidente, Benjamin Netanyahu, están violando el derecho internacional.
Qué trama Netanyahu
“La situación en la que se encuentra Israel viene determinada fundamentalmente por los intereses del propio primer ministro, Benjamin Netanyahu. Intereses que no coinciden, desde mi punto de vista, con los del propio país. Netanyahu tiene tres casos judiciales sobre su cabeza que pueden llevar asociados fuertes condenas de cárcel. Él ha entendido que la mejor manera de evitar la persecución de la justicia es mantenerse en el poder como primer ministro. Y eso se traduce en su intento de prolongar y ampliar el conflicto no solamente a Gaza y a Cisjordania, sino ahora al Líbano y a otros frentes. De ese modo bloquea la posibilidad de unas elecciones anticipadas. Puede intentar finalizar la reforma judicial que busca bloquear las decisiones del Tribunal Supremo a través de una mayoría parlamentaria que, de momento, tiene asegurada”.
Acción de Israel
“Está llevando a los israelíes a una situación insostenible. Está en una estrategia de hechos consumados que busca fundamentalmente eliminar la posibilidad de que existan algún día dos estados en la región. Sus ministros más radicales y él pretenden el dominio de todo el territorio entre el río Jordán y el Mediterráneo, para constituir un estado únicamente para los judíos. Lo que está buscando es hacer insoportable la vida a los palestinos en esas zonas para que finalmente todo el territorio quede a su disposición. Creo que es una estrategia equivocada. Israel está incumpliendo sus obligaciones como potencia ocupante, violando el derecho internacional y humanitario. No veo a nadie capaz de pararlo ahora. Mientras, la región se define por una barbarie que parece no tener límites”.
Cumbre de la ONU
“La ONU, como ha ido demostrando progresivamente, no tiene la capacidad real operativa para atender a la tarea para la que fue creada, nada menos que evitar el flagelo de la guerra a las generaciones futuras. No parece tener capacidad para tomar decisiones que pongan fin a esos conflictos de manera que no lleve inmediatamente al recrudecimiento de la violencia. En el caso de Palestina es obvio, pero hay otros conflictos olvidados que tampoco están siendo atendidos adecuadamente. La ONU no es más que el mensajero de la comunidad internacional y por tanto depende de los Estados miembros que tenga medios para cumplir su tarea. Como vemos, cada vez que uno de los cinco Estados que tienen derecho de veto optan por utilizarlo para defender sus propios intereses o los de sus aliados, la dejan en una situación completamente inoperante”.
Si gana Trump
“Estados Unidos sigue siendo el policía mundial, aunque sea de manera impropia, puesto que esa tarea le correspondería a la ONU. Si es Donald Trump el que consigue regresar a la Casa Blanca podemos entender, por sus propias declaraciones y por la experiencia acumulada de su primera presidencia, que va a crear muchos problemas. Algunos apuntan a la posibilidad de que pueda estallar incluso una confrontación civil interna en Estados Unidos.
Ese retorno también preocupa a los europeos. Estados Unidos sigue siendo, queramos o no, el garante de la seguridad del Viejo Continente. Y Trump ha demostrado sobradamente que tiene un desprecio absoluto por esos aliados y su intención clara de debilitarel vínculo que une a los dos lados del Atlántico. Hay dirigentes apostando claramente a que llegue él, es el caso de Putin en Rusia o Netanyahu en Israel”.
Si gana Harris
“Si fuera Kamala Harris la vencedora en las elecciones el próximo día 5 de noviembre, podemos esperar una línea de continuidad en la agenda exterior de Estados Unidos, en línea con lo que ha hecho hasta ahora Joe Biden, pero sin pensar que eso significa una mejora de la situación actual. Estados Unidos hoy está en una situación de deterioro muy grave de su propio liderazgo internacional. Está despreciando y violando continuamente ese orden internacional del que se declara principal representante. Por lo tanto, con Harris veríamos algo muy parecido a lo que estamos viendo con Biden, sea en la resolución de conflictos o en la atención a la crisis climática y a tantos otros temas”.
Situación en Ucrania
“Es difícil imaginar cómo puede terminar la guerra de Ucrania en términos militares, pero lo que creo que podemos tener seguro hoy por hoy es que ninguno de los actores implicados en esa guerra está en condiciones de imponer su dominio por la fuerza. Rusia se ha ido empantanado en un escenario de guerra donde, a pesar de su superioridad demográfica, industrial y económica, no consigue sus objetivos. Lo mismo ocurre con Ucrania, que está en inferioridad en todos los órdenes. En ningún caso habría llegado Ucrania a la situación actual si no hubiera sido por el vital apoyo económico y militar que le prestan los aliados occidentales. Pero por ese camino tampoco puede conseguir nunca el objetivo que se ha marcado el propio Zelenski, que es la expulsión de todas las tropas rusas del territorio de Ucrania”.
Quién ganará la guerra
“En lo que estamos es en una guerra de desgaste en la que el tiempo corre a favor de Rusia. Llegará un momento en el que tendrán que sentarse a negociar. Y lo que queda por saber es en qué situación se va a sentar cada uno. Podemos entender que, en un momento determinado, llegará una negociación que puede tener como resultado, aunque no sea el ideal para ninguno de ellos, la fragmentación de Ucrania. De tal manera que haya una parte del país que finalmente quede bajo el dominio ruso y que otra parte de Ucrania pueda aspirar algún día a formar parte de la Unión Europea, e incluso de la OTAN”.
Conflictos olvidados
“Hay alrededor de 40 conflictos activos hoy en el mundo que la agenda occidental no está atendiendo. Mencionaría el de Sudán como quizá uno de los más graves. Es, según la ONU, la mayor crisis humanitaria que se está produciendo ahora mismo. Y, sin embargo, allí no hay una implicación significativa de la comunidad internacional. Si lo miramos desde la perspectiva europea, lo que está ocurriendo en el Sahel africano es algo también absolutamente inquietante. Una región en manos de juntas militares golpistas con unas condiciones de vida penosas para la gran mayoría de la población, lo cual está generando también un flujo migratorio que acaba impactando en el norte de África y en territorio europeo”.
Otros desafíos internacionales
“Pensemos en la proliferación de armas de destrucción masiva. Pensemos igualmente en la crisis climática, que no está siendo atendida adecuadamente. Lo mismo si pensamos en lo que ahora empezamos a llamar disrupción tecnológica, entendiendo la vulnerabilidad extrema que tenemos de sistemas informáticos que, en lugar de apoyos positivos a las necesidades de los seres humanos, pueden acabar siendo un problema enorme. Y lo mismo si pensamos en pandemias, terrorismo internacional o flujos de población. Son muchos los desafíos y de momento no parece que haya una voluntad política crítica para poder hacerles frente de manera adecuada”.
Situación de la Unión Europea
“Me gustaría decir que la veo fuerte, pero los datos dan a entender que caminamos hacia la irrelevancia en muchos casos. Como europeísta crítico convencido, creo que necesitamos a la Unión Europea porque es el mínimo nivel en el que podemos situarnos por encima de los gobiernos nacionales para hacer frente a los desafíos que nos afectan. Me resulta insatisfactoria la situación actual. La Unión Europea no ha conseguido una voz única en el concierto internacional y eso le lleva a una situación de debilidad. El informe Draghi plantea los déficits y el camino a seguir, pero si no se transforman los mecanismos de tomas de decisión, nuestra seguridad dependerá de otros. En energía, de Estados Unidos, en producción, de China y podemos no contar con recursos críticos propios para hacer frente a los problemas”.
El giro a la derecha en Europa
“Es una realidad con la que tenemos que contar. En 22 de los 27 parlamentos ya hay presencia de grupos de extrema derecha. Esos grupos tienen cada vez mayor atractivo para los votantes incluyendo las nuevas generaciones. Parecen ofrecer soluciones fáciles e inmediatas a problemas complejos y de ahí que atraigan a quienes se sienten los perdedores de la globalización, a quienes sienten que han quedado atrás. Corremos un riesgo muy claro de encontrarnos finalmente con una Unión Europea dominada por visiones que no sirven para resolver ninguno de los problemas a los que nos enfrentamos y que nos coloque en situaciones mucho más tensas.
España ante Venezuela
Ver másCristina Monge: “El PP ha entrado en una espiral de hipérboles muy difícil de parar”
“La llegada de Edmundo González ha sido tratada una vez más como un tema de política interior en España. González no solicitó para venir a España ser reconocido como presidente electo. El Gobierno español ha atendido una petición humanitaria de una persona que tenía su vida en peligro si seguía en el territorio venezolano. Que el Gobierno como tal tenga que decir si Venezuela es, hoy en día, un régimen dictatorial o no, creo que está fuera de lugar. No ayuda para nada a arreglar la situación en la que se encuentran millones de venezolanos. Por otro lado, una cosa es ver el régimen de Maduro como una dictadura y otra cosa es confundirnos con respecto a lo que puede representar una oposición que de momento no ha demostrado suficientemente su carácter realmente democrático”.
España en el mundo
“Creo que es un dato objetivo el hecho de que España actualmente ha ganado peso internacional. El nombramiento de Teresa Ribera como primera vicepresidenta de la Comisión Europea sería una señal. Hay un presidente del Gobierno que tiene voz reconocida en muchos escenarios y ha habido gestos significativos, por ejemplo, el reconocimiento del Estado palestino. En líneas generales es una política exterior continuista de los últimos gobiernos que ha tenido España; prioridad absoluta a la relación en dentro de la Unión Europea, buenas relaciones con el mundo árabe por nuestra situación geográfica, aunque la situación lleve a mayor tensión. Y como cualquier gobierno español, dar prioridad a la relación con América Latina”.
Tensión con México
“Creo que cada uno tiene sus razones. México es coherente con la posición que adoptó en el año 2019 cuando solicita al jefe del Estado español una disculpa por lo que hizo España hace 500 años. Dado que no ha recibido respuesta, coherentemente con la posición anterior, no lo invita a la toma de posesión de la nueva presidenta. Creo que es obligado y coherente lo que hace España al rechazar la presencia de cualquier miembro del Gobierno en esa toma de posesión. España se siente obligada a reaccionar como lo ha hecho en la medida en la que el jefe del Estado no es invitado. En cualquier caso, ojalá esto sirva para entender por parte de España que tenemos una asignatura pendiente, encontrar algún tipo de gesto, disculpas no creo que sea la palabra adecuada, que permita pasar página sobre lo que ocurrió hace 500 años”.
El gallego Jesús A. Núñez Villaverde codirige actualmente el Instituto de Estudios sobre conflictos y acción humanitaria, IECAH. Desde allí y desde diversos medios de comunicación analiza y divulga las relaciones internacionales. Este militar retirado y economista también ha sido profesor universitario. Está especializado en el mundo árabe-musulmán y el África subsahariana. Entre sus preocupaciones actuales destaca la impunidad con la que Israel y su presidente, Benjamin Netanyahu, están violando el derecho internacional.