“¿Y si no me gusta lo que veo?”. Esa fue la reacción de Lucía tras someterse a un tratamiento pionero para recuperar la visión en Estados Unidos. Aquel día, por primera vez, pudo distinguir entre claridad y oscuridad, pero tenía miedo de que el mundo fuese feo. Su pregunta, tan ingenua como profunda, fue el punto de partida que utilizó Rayden (Alcalá de Henares, 1985) para componer Haz de luz: “Quería contar todas las cosas bonitas que puede captar una retina, aunque ninguna sea comparable con mirar a la persona que quieres volver a ver”.
Llega a la entrevista acompañado por su hijo Diego, de cinco años. Su pequeño torbellino y su mejor consejero. Lo utiliza de “filtro” y es él quien elige las canciones que serán single en los discos de su padre. “Siempre le hago caso, selecciona las que más le gustan”, reconoce Rayden con orgullo. También estaba con Diego el día que compuso Haz de luz. Paseaban por la zona de Nuevos Ministerios, una tarde de verano: “Veíamos las bandadas de pájaros y empezó un atardecer de esos que todo el mundo sube la foto a las redes. Volví a casa, hice la cena, le acosté y los dos primeros versos de la canción salieron solos: Quiero que veas el atardecer, cuando el sol empieza a caer. Y tras él las farolas se encienden, el cielo se prende y se tiñe de tonos pastel…”.
Hacía pocos días que Rayden había conocido a Lucía. Los dos eran de Alcalá de Henares y quedó con ella y con sus padres en un bar para conocerse. Al artista le habían ofrecido poner banda sonora a un documental que estaban preparando sobre ella porque buscaban recaudar fondos para financiar un tratamiento pionero en Filadelfia. En 2018, solo tenía solo doce años, pero, desde el principio, Rayden se quedó impactado por “la normalidad y la naturalidad” con las que convivía con la enfermedad. Cómo no, ella fue una de las primeras personas que escuchó la canción: “Le pareció increíble. Más tarde, tuvo una operación de retina y dejó de ser candidata para el tratamiento, pero, aún así, sus padres me dijeron que sacase la canción porque había nacido desde un punto muy sincero”.
Ver másZahara sobre 'Merichane': "Era una niña a la que no le gustaba la vida"
“En ‘Haz de luz’, caben las personas que añoro”
El grito ‘quiero que nos volvamos a ver’ ha cobrado un significado “que nadie podía prever”. Tras un año de restricciones por la pandemia, mirarnos a los ojos o volver a ver Madrid, París, Berlín, Pekín o Las Vegas es lo que más hemos echado de menos. También Rayden: “En Haz de luz, caben las personas que añoro, el querer volver a interactuar con el público, el no poder ver a mis mejores amigos... Es un recipiente de experiencias, de esencias, en el que caben muchísimas cosas, pero ninguna borra lo anterior”.
Para el artista —“superhéroe” para su hijo que le espera pacientemente, mientras termina la entrevista, viendo dibujos animados—, no hay mayor ‘homónimo’ que una canción como Haz de luz. Por eso, ha decidido llamar así, Homónimo, a su último disco, que se publicará la semana que viene. Ya son veinte años desde que empezó, pero el artista polifacético sigue siendo “muy raro” y continúa sin dar nada por hecho, en la vida y en la música: “Si explotase un sonido que sé que funciona, me iría muchísimo mejor. Pero basta con que una cosa mía triunfe, para que diga: "Uff, tengo que hacer otra cosa’".
“¿Y si no me gusta lo que veo?”. Esa fue la reacción de Lucía tras someterse a un tratamiento pionero para recuperar la visión en Estados Unidos. Aquel día, por primera vez, pudo distinguir entre claridad y oscuridad, pero tenía miedo de que el mundo fuese feo. Su pregunta, tan ingenua como profunda, fue el punto de partida que utilizó Rayden (Alcalá de Henares, 1985) para componer Haz de luz: “Quería contar todas las cosas bonitas que puede captar una retina, aunque ninguna sea comparable con mirar a la persona que quieres volver a ver”.