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El valor del liderazgo femenino en la Economía Social

Gema Bernal Bravo y Ana Isabel Garcia Carrascal

La Economía Social se suma a la celebración del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, poniendo en valor su compromiso con la IGUALDAD, una igualdad real que elimina cualquier tipo de brecha y de discriminación.

En los últimos años se han producido avances en la incorporación de las mujeres al mercado laboral, pero, a pesar de esto, la brecha de género subsiste y se acrecienta en los escalones superiores de las organizaciones.Según los datos de la última EPA, se ha alcanzado el dato más alto de mujeres ocupadas, llegando a las 9.923.400. Este dato, especialmente significativo, supone avanzar en la lucha por la igualdad, pero todavía es muy necesario seguir dando pasos para alcanzar la igualdad definitiva y real entre hombres y mujeres.

La diferencia salarial mensual bruta entre hombres y mujeres fue del 15,7 por ciento, además los datos revelan que un porcentaje todavía reducido de mujeres ocupa cargos de liderazgo. Esta realidad es un reflejo de las barreras estructurales y culturales que todavía existen en algunas empresas y sectores.

¿Cuál es la situación en la Economía Social?

La Economía Social, formada por las cooperativas, las sociedades laborales y las empresas de inserción, entre otras, registra un 48 por ciento de contratos de mujeres en sus empresas y una presencia del 58 por ciento de mujeres en puestos directivos. Las mujeres son, por tanto, un pilar fundamental en las empresas y entidades vinculadas a la Economía Social.

La Economía Social desempeña un papel destacado en la promoción del liderazgo femenino y la creación de una sociedad más justa y sostenible para todos y todas, aunque es consciente de que queda mucho camino por recorrer. La diversidad de ámbitos en los que opera la Economía Social permite que mujeres emprendedoras; mujeres en el ámbito rural, en especial en el sector agroalimentario y en las cofradías de pescadores, mujeres en el ámbito tecnológico, educativo, sanitario o de los cuidados, mujeres con discapacidad y/o otros colectivos en riesgo de exclusión, además de otras mujeres en otros sectores económicos, tengan oportunidades laborales gracias a este modelo empresarial que ubica a las personas en el centro de sus decisiones.

En el camino hacia un futuro en igualdad real y efectiva, la Economía Social desempeña un papel fundamental, ya que esta forma de empresa participada pone a las personas en el centro de todas las operaciones

La Economía Social quiere seguir avanzando, superando las barreras y construyendo un futuro en igualdad y ello va de la mano del compromiso y la adopción de iniciativas y medidas destinadas a fomentar la participación de las mujeres en roles de liderazgo en la empresa y en todos los niveles de la sociedad. Las empresas de la Economía Social tienen ventaja, ya que, por sus valores, menor brecha salarial, mayores niveles de igualdad, mayor conciliación de la vida laboral y familiar, flexibilidad estructural y fomento de la participación permite en la lucha contra la desigualdad de género, avanzar más y mejor que en el resto de las empresas.

En el camino hacia un futuro en igualdad real y efectiva, la Economía Social desempeña un papel fundamental, ya que esta forma de empresa participada (Cooperativas, Sociedades Laborales, Empresas de Inserción, Centros Especiales de Empleo, …) pone a las personas en el centro de todas las operaciones y se basa en principios cooperativos que promueven la colaboración y la toma de decisiones colectivas. La igualdad de género es uno de los valores fundamentales de la Economía Social, y este enfoque se refleja en su liderazgo.

La ONU sostiene, y nosotras estamos radicalmente de acuerdo, que lograr la igualdad de género y el bienestar de la mujer en todos los ámbitos es más crucial que nunca si queremos generar economías prósperas y conseguir un planeta saludable, al igual que la igualdad de género es un derecho, tal y como sostienen los Objetivos de Desarrollo Sostenible y que los derechos de las mujeres son una cuestión de derechos humanos.

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Gema Bernal Bravo es Secretaria del Consejo Rector de FECOMA (Federación de Cooperativas y Economia Social de Madrid).

Ana Isabel García Carrascal es Presidenta de ASALMA (Sociedades Laborales de Madrid).

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