tragedia de bangladesh
El Corte Inglés, Inditex y Mango no han indemnizado a las víctimas de Bangladesh a seis meses de la tragedia
Medio año después del derrumbe del edificio Rana Plaza de Dacca (Bangladesh), ninguna empresa española ha indemnizado a las víctimas. Este sábado se cumplen seis meses de la tragedia, que causó 1.132 muertos y puso en evidencia las precarias condiciones laborales y de seguridad de los trabajadores de la industria textil bengalí. La Campaña Ropa Limpia (Clean Clothes Campaign) ha aprovechado la ocasión para publicar un informe que censura la "falta de compromiso de la mayoría de las marcas".
Entre las firmas relacionadas con el suceso hay tres españolas: El Corte Inglés, Mango e Inditex. Hasta la fecha, ninguna de ellas ha desembolsado un sólo euro para ayudar a las víctimas o sus familiares. Y a pesar de que muchas otras compañías extranjeras han actuado del mismo modo (Cato fashions, NKD, Premier Clothing, Carrefour, Auchan, etc.), también hay excepciones: la británica Primark ha pagado 190 dólares a cada familia y ha prometido otro pago de la misma cuantía y un programa de ayuda a largo plazo, y la canadiense Loblaw se comprometió este jueves a abonar el equivalente al salario de tres meses a los damnificados.
El documento de Ropa Limpia recuerda que las auditorías que programan los fabricantes, en su mayoría europeos y de Estados Unidos, fueron incapaces de detectar el deficiente estado del edificio. El Rana Plaza, levantado en 2006, tenía originalmente seis plantas y se le habían añadido otros dos pisos de forma ilegal. Cuando se vino abajo, se estaba construyendo un noveno piso. Cinco fábricas estaban radicadas entre la tercera y la octava planta. En total, empleaban 3.570 trabajadores que percibían un salario de entre 38 (el mínimo legal en el país) y 102 dólares al mes.
El silencio por respuesta
Preguntadas por los motivos por los que la ayuda no ha llegado, las empresas españolas han ofrecido versiones diferentes, aunque no han desmentido la información. El Corte Inglés, que admite su relación comercial con los proveedores bengalíes alojados en el Rana Plaza, sostiene que está en conversaciones para establecer un programa de ayudas a largo plazo en un grupo auspiciado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Ropa Limpia apunta en su texto que El Corte Inglés ha participado activamente en las reuniones, pero resalta que 180 días después del suceso no ha hecho efectivas las ayudas.
Mango, por su parte, niega la existencia de una relación comercial con los proveedores del Rana Plaza, a pesar de que investigadores que accedieron al lugar inmediatamente después del derrumbe encontraron etiquetas de prendas de la marca. La empresa insiste en negar los hechos y justifica así su ausencia en las reuniones en las que se han debatido las ayudas. Eso sí, asegura que "se mantiene informada", sin ofrecer más detalles. Ropa Limpia la sitúa en el listado de firmas que se han negado a participar en el proceso.
Finalmente, Inditex también ha declinado la posibilidad de sentarse en la mesa de negociación y defiende que no puede ser considerada responsable porque no había efectuado pedidos a las fábricas que sufrieron el siniestro en los últimos doce meses, aunque sí en el pasado. A pesar de que se ha negado a ayudar a las víctimas de la tragedia, Ropa Limpia pone en valor la disposición de la firma a participar en un fondo global para futuros accidentes en el país. Sea como sea, los autores del informe subrayan lo arbitrario del plazo de un año señalado por Inditex.
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Pero el del Rana Plaza no es el único caso. El 24 de noviembre de 2012, otros 112 empleados murieron en otra factoría, Tazreen. Este domingo se cumplen, por tanto, once meses desde el trágico incendio. Y la ayuda tampoco llega. Según el informe de Ropa Limpia, El Corte Inglés también producía en esa fábrica, aunque fuentes de la empresa insisten en que no se habían efectuado pedidos en los seis meses previos al fuego. Responsables de la firma sostienen que el acuerdo para indemnizar a las víctimas del Rana Plaza se extenderá a las de Tazreen.
Una vez más, también hay excepciones al comportamiento generalizado de las empresas occidentales: la holandesa C&A se ha comprometido a abonar indemnizaciones. Y Li&Fung, con base en Hong Kong, ya ha hecho efectivas algunas compensaciones.
Desde 1990 se han producido al menos 300 incidentes en la industria textil de Bangladesh, que han costado la vida a al menos 2.200 personas. Ropa Limpia asegura que la mayoría de accidentes podrían haberse prevenido, y pone ejemplos: el día anterior a la catástrofe del Rana Plaza, numerosas grietas aparecieron en el edificio, lo que provocó que muchos trabajadores se negasen a acudir a su puesto. Sin embargo, tras ser amenazados con perder el salario de todo un mes, la mayoría acabó ocupando su puesto.