La gestora del Festival de Mérida copa la mitad de la programación con sus obras

Pentación, la empresa que gestiona el Festival de Teatro Clásico de MéridaFestival de Teatro Clásico de Mérida desde su externalización en 2012, se ha reservado 20 de los 40 días de programación planteados para la edición de 2015. Las obras Medea, César y Cleopatra y La asamblea de las mujeres, coproducidas entre el certamen y la productora y distribuidora teatral privada, han ocupado así la mitad de las noches del Teatro Romano, la plaza noble de la cita que continuará hasta el próximo 23 de agosto. 

Las obras de Pentación, una de las compañías más potentes del sector, han ido proliferando en la cartelera del festival desde que la Junta de Extremadura le concedió la gestión del mismo con la intención de sanear una deuda de 4,5 millones de euros. Si en las tres ediciones anteriores había una sola coproducción entre Pentación y el Festival, en 2015 la cifra asciende a tres. La empresa se ha hecho así con la mitad de las obras cuyo montaje depende del certámen. La media de permanencia en cartel de las piezas de Pentación es de 6,6 días; la media del resto de compañías es de 3,3. La empresa asegura, no obstante, que no se ve beneficiada por su posición como gestora. 

Las otras tres obras que completan el total de seis producciones conjuntas de 2015 pertenecen a dos productoras extremeñas (Rodetacon Teatro y Verbo Producciones) y una unión del Festival Grec y el Teatro Romea. Con respecto a las primeras, el contrato (que no se ha hecho público) obliga a la empresa a seleccionar al menos dos compañías extremeñas, según la organización. En cuanto a la última, el Teatro Romea, en Barcelona, es propiedad de la productora Focus, dueña junto a Pentación del Teatro La Latina de Madrid. Las únicas obras programadas no producidas por el festival son las tres tragedias del proyecto Teatro de la Ciudad. 

La organización, a preguntas de infoLibre, justifica la contratación de obras a su propia productora aludiendo a la dificultad de "producir o coproducir para un festival de estas características". "Ojalá hubiera más empresas que produjeran este tipo de espectáculos y poder plantear otro tipo de colaboración. No es fácil poner en pie un espectáculo para Mérida por los elencos y, sobre todo, porque luego no es fácil de distribuir por la red de teatros", explica Jesús Cimarro, director gerente de la empresa y de la muestra.

Las ganancias de Pentación

Cimarro se hizo con la organización del Festival de Mérida cuando el PP llegó al Gobierno en Extremadura y se encontró con una deuda de 4,5 millones de euros en sus cuentas, por los que hay cinco imputados. Ante las dificultades para continuar con la muestra, el Consorcio (formado por la Junta, las diputaciones de Cáceres y Badajoz, el Ayuntamiento de Mérida y dos entidades bancarias) decidió privatizar la gestión y firmar un contrato con Pentación para que fuera esta quien llevara el festival de titularidad pública. Desde entonces, el Teatro Romano casi ha duplicado su número de espectadores, y la empresa ha entregado 1,1 millones de euros de superávit a la muestra. 

La productora también saca sus ganancias. Lo poco que ha trascendido del contrato firmado con Pentación es que la compañía se lleva el 15% del superávit de taquilla, dejando el 85% al festival, que por ahora lo ha invertido en pagar la deuda. Si, según la organización, Pentación ha entregado al Consorcio 1.103.000 euros entre 2012 y 2014, la empresa se ha embolsado 194.600 euros en esos años. "No es la primera vez que este Festival externaliza su gestión, ya ocurrió entre los años 1993 y 1999 cuando una empresa [Espectáculos Ibéricos] gestionó y programó el festival. Entonces sí recibía todo el beneficio del superávit. Estamos en otros tiempos y nosotros hemos pactado otras condiciones", explica Cimarro.

El Festival sufraga, además, los honorarios de la producción ejecutiva (dirección y gestión del festival). No se han hecho públicos ni el personal contratado ni sus salarios. "Son retribuciones, no ganancias", puntualiza el gestor. 

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Es en las giras donde Pentación puede sacar más rentabilidad a los espectáculos, ya que se lleva el 100% de las ganancias sufragadas en parte por el festival, aunque este aporta 1,55 millones de euros a sufragar la muestra y las producciones. Pentación aporta 1,05 millones que salen de la taquilla del festival, según ha aclarado la empresa. Cimarro puntualiza, sin embargo, que eso supone asumir "los beneficios y las pérdidas". "Cualquiera que entienda de producción, sabe perfectamente que este tipo de espectáculos, por sus dimensiones, en pocas ocasiones dan resultados positivos", explica el empresario.

Pese a ello, Pentación —que como productora, distribuidora y programadora alcanza todos los niveles de la gestión teatral— ha decidido llevar varias obras de la muestra a sus propias salas, los madrileños La Latina y Bellas Artes. De la edición de 2013, Pentación produjo Hécuba (con Concha Velasco), que hizo gira entre agosto de 2013 y abril de 2014. Al año siguiente, decidió repetir este sistema con su producción Pluto: fue coproducida con el Festival y luego paró dos meses completos en el Teatro de La Latina. El Festival de Mérida, según las condiciones explicadas a este periódico, no recibió ningún ingreso de estas representaciones. Pentación no ha querido hacer público cuánto invirtió en cada una de las funciones, ni cuánto le ha reportado.

Como distribuidora, Pentación también se arriesgó a mover espectáculos del Festival: en 2013 llevó Julio César (dirigida por Mario Gas) durante más de un mes al teatro Bellas Artes. Al año siguiente, El Eunuco estuvo más de un mes en el mismo teatro. Además, la muestra ha creado una extensión madrileña que se celebra en los dos teatros propiedad de Pentación.