Podemos respira aliviado tras la victoria de Tsipras en Grecia

Podemos respira tras la victoria de Syriza en las elecciones griegas del pasado domingo. El partido, que se ha identificado fuertemente con el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, ve el claro triunfo de la formación izquierdista como un espaldarazo a sus posiciones políticas, si bien algunos de sus dirigentes se muestran reacios a pronosticar cómo puede afectar este hecho a Podemos y ponen el foco sobre su importancia a la hora de cambiar la correlación de fuerzas a nivel europeo.

Desde la convocatoria de elecciones anticipadas el pasado mes de agosto tras la firma del tercer rescate europeo a Grecia –un acuerdo que incluía un nuevo paquete de recortes sociales–, Podemos ha hecho público en varias ocasiones su apoyo a Tsipras: sin ir más lejos, el pasado viernes el secretario general de la formación, Pablo Iglesias, acompañó al mandatario en su mítin de cierre de campaña, días después de que la secretaria de Análisis Político y Social, Carolina Bescansa, defendiera que "los Gobiernos responsables convocan elecciones cuando se ven en una situación en la que no saben cómo permanecer".

No obstante, la sensación que estaba instalada en el partido –incluso desde que comenzó la negociación de Tsipras con los acreedores que desembocó en el tercer rescate– era la de que las malas noticias para Syriza podrían suponer también un varapalo para Podemos, dada la clara vinculación que ambos partidos han establecido. Por ello, los dirigentes de la formación se han esforzado en forjar alianzas también con otras formaciones, como el Partido Laborista británico tras la elección de Jeremy Corbyn como su líder.

Y es que, según sostiene Pablo Bustinduy, el responsable de Relaciones Internacionales de la Ejecutiva de Podemos, "gran parte de los grandes asuntos que van a determinar el futuro de nuestro país se va a dirimir en la correlación de fuerzas de Europa".  Por eso, si Iglesias calificaba el pasado viernes de "león" a Tsipras, Bustinduy sostiene que "el Gobierno griego es una avanzadilla contra la austeridad" –si bien muestra su confianza en que "otros se sumen en el futuro"– y rechaza analizar "en términos de suma o pérdida" para Podemos la victoria de Tsipras.

Mantener viva una "alternativa"

"No hemos decidido apoyar a Syriza por razones electorales, sino que nuestro compromiso es político", abunda el dirigente. Su respuesta es similar a la que ofrece Ángela Ballester, responsable de Coordinación Ejecutiva de Podemos, que sin embargo sí admite que el resultado en Grecia "puede suponer un impulso" para Podemos en las elecciones generales porque evita que decaiga el discurso de que existe una alternativa a los partidos socialdemócratas y conservadores. No obstante, Ballester afirma que este impulso no será determinante: "Los españoles son mayores de edad y van a votar en base a las circunstancias de la política española, pero [la victoria de Tsipras] ofrece la sensación de que las cosas se pueden mover en la UE, de que hay margen para la política", señala.

"Es evidente que a todos nos gustaría que la soberanía se respetase y que gobernar no dependiese del dictado de la troika, pero la configuración europea ahora mismo es la que es, y Tsipras se ha podido mover en el margen que ha tenido", defiende Ballester, que señala que los ciudadanos griegos han "reconocido" esa actuación al primer ministro. El mandatario heleno se verá obligado a aplicar el rescate firmado con las autoridades europeas, un acuerdo en el que ya ha dicho que no cree pero que le compromete a ejecutar privatizaciones, recortes en pensiones o subidas de impuestos.

No obstante, Pablo Bustinduy señala que la victoria de Tsipras es importante para reflejar que se mantiene la posibilidad de "articular una alternativa" a las políticas conservadoras –ahora mismo hegemónicas en Europa– alejada de las posiciones que representan la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, o el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Entre estos partidos alternativos, sostiene el dirigente, estaría Podemos, pero también el propio Corbyn o incluso el proyecto de Bernie Sanders, un candidato en las primarias del Partido Demócrata en EEUU que se autodefine socialista. "Creemos que es importante que arraiguen y se hagan cada vez más fuertes los procesos de cambio de Europa", afirma Bustinduy.

Por su parte, Juan Carlos Monedero, exresponsable de Programa y Proceso Constituyente y antiguo número tres de Podemos, señala que es "un poco injusto y simple trasladar éxitos o fracasos" de un sitio a otro, si bien admite que la victoria de Tsipras lanza a la opinión pública de que "hay gente en otros países europeos que comparte el diagnóstico" de su formación. "La victoria de Tsipras allana el camino para un acuerdo europeo" en torno a otras políticas, sostiene Monedero, que no obstante limita el efecto que pueda tener este triunfo en las opciones de Podemos.

"Mientras sigan articulándose respuestas nacionales, cada país va a encontrar sus propias posibilidades, y la suerte de Grecia es diferente a la de España, porque ellos suponen el 2% del PIB de la UE y nosotros el 12%", recuerda el exdirigente, que sin embargo hace hincapié en la necesidad de coordinar esfuerzos y propone "un encuentro de los líderes que están trayendo el cambio a Europa", entre los cuales menciona a Tsipras y Corbyn pero también al alemán Oskar Lafontaine, líder de Die Linke en Alemania.

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El apoyo a los escindidos, "un exceso de emoción"

El exdirigente, de igual forma, plantea la necesidad de que Syriza vuelva a acoger en su seno a los críticos que se escindieron el mes pasado para formar Unidad Popular, un partido encabezado por el exministro de Energía, Panayotis Lafazanis, que se presentó a las elecciones con el rechazo al rescate por bandera y que no ha obtenido representación. No obstante, esta división también existe en Podemos, ya que algunos de sus dirigentes –como el eurodiputado Miguel Urbán, o los parlamentarios andaluces Jesús Rodríguez y Jesús Romero– apoyaron a Lafazanis en los comicios, en contra de la posición oficial del partido.

El ex número tres de Podemos descarta que el hecho de que estos dirigentes –encuadrados en la corriente Anticapitalistas, la antigua Izquierda Anticapitalista– se muestren contrarios a la postura mayoritaria suponga un problema interno, pero asegura que este apoyo revela "un exceso de emoción con respecto a la lucha de David contra Goliat". "Podemos siempre se ha manejado encontrando el equilibro justo entre buenos análisis y propuestas adecuadas a esos análisis", señala Monedero, que asegura que "si vas dos metros por delante de tu pueblo vas abriendo camino, pero si vas cien metros por delante te has perdido".