Industria alimentaria
Greenpeace exige en Bruselas el fin de las macrogranjas con un cerdo gigante
Greenpeace ha exigido en Bruselas (Bélgica) el fin de las macrogranjas porque no son la solución para el campo español, contaminan el medio ambiente y dejan a los pueblos sin agua potable y piden una PAC que apueste por el planeta y las generaciones futuras con pequeñas granjas, informa Europa Press.
Con un cerdo gigante protestando desde una jaula la ONG protesta en Bruselas donde este martes la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural votará la propuesta para reformar la Política Agrícola Común (PAC) de la UE para exigir el fin de las macrogranjas, que no se financien con dinero público. Apelan a las eurodiputadas españolas en la citada comisión, Clara Eugenia Aguilera, Esther Herranza y Lidia Senra para que voten en ese sentido.
"Con la resaca aún de las movilizaciones de la 'España vaciada' en Madrid, es importante señalar que las macrogranjas no son la solución para el campo español. La España rural se está quedando sin personas pero llena de macrogranjas y excrementos masivos de estos animales, que contaminan el medio ambiente y dejan a los pueblos sin agua potable", ha señalado el portavoz de la campaña de agricultura de Greenpeace, Luis Ferreirim.
Greenpeace considera que el Parlamento Europeo debe apostar por granjas pequeñas de escala frente a factorías de carne "perjudiciales" para la salud, el ganado, el empleo y el medioambiente. Con el lema 'Vote NO a las macrogranjas' Greenepace pide que no se destine dinero público a las explotaciones industriales y que apoyen a los profesionales del campo en la transición hacia una agricultura ecológica y respetuosa con el clima. La PAC supone el 37 por ciento del presupuesto total de la Unión Europea.
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Greenpeace insiste en que el objetivo de la Comisión Europea debería ser aumentar el perfil ambiental y de lucha contra el cambio climático de esta política para poder cumplir con las obligaciones de la UE en relación al acuerdo climático de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Ferreirim considera que la UE tiene una "fácil elección": granjas familiares y de pequeña escala o "auténticas" fábricas de carne, leche y huevos.
"La ganadería industrial contamina el medio ambiente, incrementa el maltrato animal y el calentamiento global, afecta a nuestra salud directa e indirectamente, destruye las comunidades rurales y aparta a las pequeñas granjas del negocio", ha denunciado, al tiempo que opina que el dinero público debería facilitar la transición hacia una agricultura y ganadería ecológicas en vez de financiar a explotaciones industriales que arruinan el campo.
La ONG afirma que entre 2005 y 2013 la UE perdió el 26 por ciento de las granjas mientras en el mismo periodo la producción ganadera se incrementó. Tres cuartas partes de los animales de Europa se crían en las explotaciones más grandes mientras el número de animales criados en granjas pequeñas se ha reducido a la mitad.