Unidas Podemos aguarda una oferta de última hora de Sánchez para evitar las elecciones

Según avanzan las horas y se van agotando los días, la posibilidad de que PSOE y Unidas Podemos alcancen un acuerdo que permita la investidura de Pedro Sánchez y evite la repetición electoral se hace cada vez más pequeña. No obstante, la formación morada y, especialmente, los partidos aliados de Podemos se muestran reacios a que la ronda de consultas que se encuentra realizando el rey Felipe VI durante el lunes y el martes de esta semana ponga oficialmente el punto y final al periodo de negociación. Y, por ello, en las últimas horas se han redoblado las llamadas para no cerrar la puerta a ninguna opción que sirva para evitar unos nuevos comicios, incluidas las que supongan renunciar a un Gobierno de coalición inmediato.

En el marco de dicha ronda de consultas, este lunes se reunieron con Felipe VI los líderes de IU, Galicia en Común y Equo, Alberto Garzón, Yolanda Díaz y Juantxo López de Uralde, respectivamente, y el martes por la mañana lo hará el portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Jaume Asens. También este martes será el turno del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, cuyo encuentro con el jefe del Estado está previsto para las 12.15 de la mañana, pocas horas antes del que mantendrá el rey con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que tendrá lugar a las 18.00. La de Sánchez será la última reunión del monarca, que una vez acabada la ronda tendrá dos opciones: o bien designar un candidato para que se someta a una nueva sesión de investidura, o bien declarar que ninguno de los líderes tiene los apoyos suficientes como para considerarlo un candidato viable.

Durante el fin de semana las posiciones de PSOE y Unidas Podemos no se han acercado ni un milímetro porque, según confirmó este mismo lunes la portavoz de la ejecutiva morada, Noelia Vera, los partidos no han mantenido contactos. Y así las cosas, si Felipe VI considerase que no existe ningún candidato viable y así lo declara públicamente, las posibilidades de alcanzar un acuerdo que evite las elecciones podrían considerarse ya nulas. Por ello, estos lunes y martes son claves para el futuro de la legislatura, la presión tanto dentro de Unidas Podemos como dentro del PSOE es máxima y se han multiplicado las llamadas para que ambas formaciones acerquen posiciones y, al menos, se vuelvan a sentar para intentar conseguir un acuerdo de última hora que evite las elecciones.

En el caso de Unidas Podemos y sus aliados, han sido varios los dirigentes de primer nivel los que se han pronunciado al respecto. El pronunciamiento más importante ha sido el de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que pidió el domingo que no se considere que "las 48 horas que quedan por delante son horas muertas" porque "desde un punto de vista progresista, la única opción que hay que descartar es ir a elecciones". Colau criticó que el PSOE "no solo no hace propuestas, sino que además está descartando reiteradamente las que se hacen desde Unidas Podemos", pero también señaló que "ninguno de nosotros debe pensar que ya están decididas las elecciones" y lamentó que no se haya "oído al señor Iceta con suficiente fuerza estos días".

Pese al reproche, esa referencia a Iceta tiene una segunda lectura. Y es que fue precisamente el primer secretario del PSC quien insistió el pasado viernes en una posibilidad que ya habían esbozado previamente otros barones socialistas como Ximo Puig o Emiliano García Page: la de suscribir un acuerdo programático con Unidas Podemos y comenzar un Gobierno en solitario del PSOE con el compromiso de estudiar la incorporación de ministros morados dentro de un tiempo. Se trataría, en definitiva, de dar la vuelta a la última propuesta de Iglesias, que el pasado jueves ofreció a Sánchez en una llamada telefónica conformar un Ejecutivo de coalición cuyo funcionamiento se sometería a revisión una vez aprobados los próximos Presupuestos Generales del Estado. Si Sánchez no estuviera satisfecho con la fórmula, planteó Iglesias, los ministros de Unidas Podemos saldrían del gabinete pero la formación morada mantendría el apoyo parlamentario al Gobierno.

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Nadie en Unidas Podemos se ha pronunciado públicamente sobre esta propuesta lanzada por varios barones socialistas porque ni siquiera Sánchez ha hecho una valoración sobre ella. Pero, este mismo lunes, tanto Yolanda Díaz por parte de Galicia en Común como Joan Mena en representación de En Comú Podem pedían volver a la mesa de negociación sin descartar ninguna opción, incluso una que trascienda la última oferta de Iglesias. "La propuesta es discutible, la cosa es que Sánchez tiene que sentarse con Iglesias y a lo mejor no es esta propuesta y es otra", afirmó Díaz en una entrevista en RNE en la que criticó que Sánchez haya dado "portazo al diálogo". "Nuestra manera de evitar las elecciones es ésta [el Gobierno de coalición], pero estamos abiertos a que el PSOE diga la suya", señaló por su parte Mena, que apuntó que lo prioritario es alcanzar "un acuerdo de estabilidad progresista".

No obstante, para entablar una negociación de última hora, todas las fuentes consultadas afirman tanto en público como en privado que es Sánchez quien debe dar el primer paso y acceder a sentarse a negociar porque el último movimiento fue de Unidas Podemos. "Hablando se entiende la gente", y "con diálogo se puede desbloquear la situación", sostuvo Díaz tras su entrevista con el rey. Y otras fuentes de Unidas Podemos abundan en que "si Sánchez se sienta, al menos habrá una negociación", porque asumen que si se decide a volver a la mesa de negociación será para ofrecer algo diferente a lo que ha planteado hasta ahora y se muestran confiadas en que, si esa propuesta fuera la que en el PSOE defienden Iceta y otros barones, Unidas Podemos al menos se vería emplazado a considerarla.

Aunque no todos en Unidas Podemos verían con buenos ojos un movimiento del PSOE en esta dirección, en lo que sí coincide toda la alianza es en tratar de exprimir hasta el último minuto para intentar encarrilar la negociación. Y, por ello, varias fuentes no descartan que Iglesias, en la reunión que mantendrá este martes con el rey, plantee que su grupo se abstendrá en una eventual investidura como ya anunció hace unos días... salvo que Sánchez haga una nueva oferta. Esa postura pondría presión a Felipe VI porque implicaría dejar la puerta abierta a que Sánchez se convirtiese en un candidato viable a última hora, pero supondría ganar unos días clave para una eventual negociación si el rey lo sombrase candidato, ya que hasta el día 23 –fecha tope para celebrar la segunda votación de investidura– habría tiempo para conversar.