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La crisis del coronavirus

Sánchez pide apoyo para unos Presupuestos "extra sociales" y el PP se niega a darle un "cheque en blanco"

La gravedad de la crisis del coronavirus ha provocado el cierre del Congreso y del Senado y ha engullido multitud de cuestiones que en las semanas anteriores movían el día a día de la política. Una de estas cuestiones eran los Presupuestos Generales del Estado, muy pendientes de los pasos que fuese dando Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y, por tanto, de la situación en Cataluña. Pero esto ha sido hasta este jueves, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció en rueda de prensa para concretar un paquete de medidas económicas para ayudar a paliar los efectos de esta crisis sanitaria y para insistir a la ciudadanía en los consejos de los expertos para evitar la propagación del virus.

En un momento de su intervención inicial, Sánchez consideró que "naturalmente la respuesta económica a esta emergencia se vería facilitada si pudiéramos contar ya con unos nuevos Presupuestos Generales del Estado, que resultan cada vez más urgentes". De ellos dijo que "tendrán que ser no ya sociales, sino extra sociales, porque deberán paliar los estragos de una emergencia que es sanitaria pero también es económica". Una invitación en toda regla a las formaciones políticas a arrimar el hombro y ha superar discrepancias políticas en una situación de grave crisis sanitaria. Y que se ha topado con el rechazo frontal del principal partido de la oposición. "Nos negamos a ofrecer un cheque en blanco a Pedro Sánchez", resumen fuentes del partido consultadas por infoLibre.

El contexto del llamamiento de Sánchez a agilizar la aprobación de los Presupuestos busca un cambio en el mapa de los apoyos parlamentarios con los que contaba cuando en enero salió investido presidente del Gobierno. Si en enero se daba por hecho que no habría cuentas públicas si los independentistas catalanes se bajaban del acuerdo, ahora el Ejecutivo parece mirar más lejos.

"Si hace un mes unos nuevos presupuestos eran necesarios, la crisis que estamos atravesando los convierte en apremiantes", dijo de forma solemne desde una sala de prensa de la Moncloa vacía de periodistas por las medidas de precaución adoptadas por el primer positivo de coronavirus en el Gobierno, el de la ministra Irene Montero. Parecía recoger el guante de una iniciativa que la recién elegida líder de Cs (10 diputados), Inés ArrimadasInés Arrimadas, había lanzado por la mañana y que había irritado bastante al Partido Popular porque volvía a ponerles a ellos en el foco.

La "emergencia nacional" que ve Cs

En un documento titulado Propuesta de Ciudadanos para apoyar unos Presupuestos de emergencia nacional, el partido naranja asegura "dar un paso más" en su "firme voluntad de colaboración con el Gobierno de la nación en beneficio de todos los españoles". Con el "apoyo" a unas cuentas públicas de "emergencia nacional" que aborden "sin demora y cuanto antes" los efectos del coronavirus como primer punto, Cs aboga por medidas para las familias y para pymes y autónomos.

Nada más conocerse la propuesta de Arrimadas en el PP prefirieron no entrar al fondo de la misma. Se limitaron a recordar que ellos, en boca de su presidente, Pablo Casado, habían presentado el lunes, tres días antes, un decálogo que contenía un "plan de choque" para paliar "los efectos económicos" de la pandemia.

Sánchez fue preguntado por esta iniciativa en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario. Pero no respondió a la cuestión de si estaba dispuesto a cambiar su política económica a cambio de buscar el apoyo de Ciudadanos.

Antes de que Casado compareciera en la tarde del jueves para reaccionar a la última rueda de prensa del Sánchez, fuentes conservadoras lamentaban que Arrimadas hubiese caído en la "trampa" de Sánchez poniéndole en bandeja el argumento de los Presupuestos. Y recordaban que para tomar medidas excepcionales para hacer frente a esta crisis sanitaria el Ejecutivo podía aprobar créditos extraordinarios sin necesidad de unos nuevos Presupuestos. Una vez más, el PP se quejaba de que Sánchez intentase echar sobre sus espaldas "la responsabilidad de problemas que, en última instancia, son suyos".

Casado habla de lealtad... pero ve "decepcionante" la iniciativa del Gobierno

Pasadas las 20.00 horas de la tarde, el jefe de los conservadores comparecía en Génova para hacer balance la jornada. Su compromiso de lealtad al Gobierno en un momento tan delicado como el actual chocó con algunas de sus palabras. Sin ningún tipo de rodeos, Casado mantuvo que lo anunciado por el presidente del Gobierno había sido "muy decepcionante". "Como tiritas que no van a tapar la hemorragia que ya sufre nuestro sistema productivo", llegó a decir el jefe de los conservadores.

"El Partido Popular estaba siendo y va a seguir siendo un partido responsable. Pero consideramos que las medidas que el presidente del Gobierno ha anunciado son claramente insuficientes", destacó. Dijo que su partido está ahora más preocupado que el martes, cuando el jefe de los socialistas evaluó por primera vez la situación.

"No son esas medidas las necesarias para reactivar una economía en caída libre [...] El Gobierno creo que está reaccionando muy tarde y se está parapetando en la ciencia para no tomar decisiones políticas", llegó a decir.

Sobre los Presupuestos, vino a confirmar lo que fuentes de su entorno habían avanzado a este diario tras escuchar a Sánchez. A saber: que el PP no estará para aprobar unas cuentas ya negociadas por el PSOE con sus socios de Unidas Podemos y los independentistas de Esquerra.

A su juicio, no es "operativo" que el presidente del Gobierno ponga ahora sobre la mesa la urgencia de aprobar las cuentas públicas cuando tardarían "tres meses" en ser una realidad. "No es una solución urgente sino oportunista", resumió.

En todo caso, dijo, su partido aprobará el Real Decreto propuesto por el Ejecutivo con la confianza de que Sánchez y su equipo añadan nuevas medidas.

Malestar con Arrimadas

Las fuentes del PP consultadas por infoLibre coinciden en que Arrimadas ha desplegado en esta materia una estrategia "cortoplacista" y "buenista". Sería el primer roce de conservadores y liberales después de que la dirigente de Cs se hiciese con el liderazgo del partido naranja el pasado fin de semana y tras cerrar un acuerdo de coalición para concurrir, bajo la marca PP+Cs, a las autonómicas del 5 de abril en el País Vasco, que ahora están en duda precisamente por la pandemia.

En Cs sin embargo, prefieren hablar de "responsabilidad" y "altura de miras" ante una situación excepcional.

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