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¿Qué es...?

¿Qué son las zonas de subducción y dónde está la más importante del planeta?

Los terremotos de mayor magnitud de la historia se han originado en zonas de subducción y muchos de los volcanes que existe en la Tierra también tienen su origen en los procesos que se llevan a cabo en esos territorios, pero ¿qué son exactamente esas zonas y por qué dan lugar a esos fenómenos geológicos? Jorge Alonso Henar, profesor de Geología en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y miembro del Grupo de Investigación en Geodinámica Planetaria y Tectónica Activa define esas zonas de subducción como “el motor de la tectónica de placas”. Así las cosas, antes de definir el concepto conviene repasar, a su vez, qué es eso de la tectónica de placas. Solo así será posible entender qué ocurre en una zona de subducción y por qué tienen lugar en ella los movimientos sísmicos más potentes.

La tectónica de placas es, en pocas palabras, un conjunto de procesos que explica de manera satisfactoria la deriva continental y las observaciones geofísicas y geológicas del planeta Tierra. La superficie de la Tierra —la parte visible de la litosfera— está formada por placas tectónicas en movimiento. Esas placas tectónicas, también conocidas como placas litosféricas, son porciones de la litosfera que están en continuo movimiento. “Además”, expone Alonso Henar, “simplificándolo para que sea más fácil de entender, podríamos decir que la tectónica de placas explica los procesos de creación y destrucción de la litosfera”. Es a partir de ahí desde donde se puede empezar a entender qué es eso de una zona de subducción. “Pero antes”, concreta el profesor, “hay que distinguir entre los márgenes divergentes y los márgenes convergentes de placas”. En los primeros es donde alejan o se separan unas determinadas placas tectónicas y se crea litosfera y, en los segundos, donde convergen o colisionan. “El ejemplo más claro de margen divergente lo encontramos en la dorsal de mitad del Atlántico, donde cada año se crean varios centímetros de corteza oceánica debido a la separación de los continentes de África y Sudamérica”, completa. Por su parte, el ejemplo más claro de un margen convergente, donde aparecen las zonas de subducción, lo tenemos en la propia Sudamérica y el resultado más visual es la cordillera de los Andes.

“Cuando dos placas tectónicas convergen”, resuelve Alonso Henar, “y hay una que pasa por encima de la otra lo llamamos zona de subducción”. La propia palabra lo dice: una placa subduce a la otra. Sin embargo, no es aleatorio que una placa pase por debajo de la otra, sino que son las placas oceánicas las que subducen frente a las continentales, que están formadas por corteza continental, menos densa que la corteza oceánica. El choque, o, mejor dicho, la convergencia entre las placas genera grandes cantidades de fuerza y deformación concentrados en los límites de placa. Cuando esa deformación se libera repentinamente se producen los terremotos, que no solo se generan en zonas de subducción, pero asociadas a ellas encontramos (normalmente) los de mayor magnitud, este proceso se repite una y otra vez a lo largo de millones de años en lo que denominamos ciclo sísmico. Por supuesto, es a partir de esos ciclos sísmicos que se generan grandes cordilleras como los Andes. En cuanto a la actividad volcánica de esas zonas, el profesor señala que “no todos los volcanes que hay en nuestro planeta se han originado por su asociación con las zonas de subducción, pero sí que todas las zonas de subducción tienen volcanes”. Esto es porque la placa que subduce sufre una “deshidratación”, que permite el ascenso de nuevo material caliente (magma) y la generación, si las condiciones son adecuadas, de volcanes en la litosfera bajo la que subduce.

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El Cinturón de Fuego del Pacífico

“Todo el borde oeste del continente americano es una zona de subducción espectacular”, tercia Alonso Henar, que, desde el grupo de investigación antes mencionado —donde confluyen investigadores de hasta cuatro universidades españolas y que lleva más de veinte años de trabajo— investiga cuestiones relacionadas con la tectónica activa y la reología de la litosfera. “Casi siempre encontramos zonas de subducción importantes en los bordes de los continentes”, apunta, “pero es cierto que toda la costa pacífica de Sudamérica es la zona de subducción por antonomasia”. De hecho, el Pacífico es, en términos geológicos, el océano que concentra una mayor cantidad de zonas de subducción y se ha bautizado como Cinturón de Fuego del Pacífico.

Es el nombre que han recibido todas las zonas de subducción que bordean las costas de dicho océano. Desde el sur de Chile, ascendiendo por toda Sudamérica, Centroamérica, Estados Unidos, Canadá, Rusia, Japón, Taiwán y toda la costa pacífica asiática hasta llegar a Nueva Zelanda. En ese Cinturón de Fuego del Pacífico se encuentra la Fosa de las Marianas, “el punto oceánico más profundo del mundo, que, por supuesto, está asociado a una zona de subducción”.

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