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El fiasco de Bruselas y el desafío permanente de Mazón desnudan el liderazgo de Feijóo en el PP

El congreso extraordinario del PP aprueba con un solo voto en contra el gobierno de coalición con Vox en Castilla y León

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, junto a Cuca Gamarra y Alfonso Fernández Mañueco.

“Hemos alcanzado con Vox un acuerdo en Castilla y León que garantiza la gobernabilidad y la estabilidad con Alfonso Fernandez Mañueco al frente de la Junta de Castilla y León tras ganar las elecciones evitando una repetición electoral”. Esta decisión, que ha dado pie al primer gobierno de coalición del PP con la extrema derecha de Santiago Abascal, fue incluida por la coordinadora general del PP, Cuca Gamarra, en el informe de gestión de la dirección saliente del partido y fue aprobada por abrumadora mayoría, con un solo voto en contra.

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Gamarra, que este sábado se convertirá en la nueva secretaria general del PP y en una pieza clave de la dirección de Alberto Núñez Feijóo, defendió el pacto como uno más de los que su partido ha firmado desde 2018.

Pero no hizo referencia alguna a la crisis interna vivida por el partido, la revuelta de los barones que en un tiempo récord consiguió derrocar a Pablo Casado para defender a Isabel Díaz Ayuso —después de que la dirección del partido cuestionase la limpieza de un contrato del que se benefició el hermano de la presidenta madrileña— y poner a Feijóo en su lugar. De hecho, sólo mencionó a Casado una vez y exclusivamente para recordar que fue elegido en primarias en 2018.

Este viernes, el PP celebra en Sevilla su XX Consejo Nacional, con la participación de voces como Mariano Rajoy y José María Aznar. El presidente de la Junta de Andalucía y del PP-A, Juanma Moreno, se ha pronunciado precisamente sobre la relación de su partido con la extrema derecha, minutos antes de que diera comienzo el acto: cuando se adquiere "la responsabilidad de gobernar, las siglas quedan atrás y el interés general está por delante", ha dicho. Para el andaluz, Vox tiene ahora una "prueba de fuego" al participar del Ejecutivo de Castilla y León en coalición con el PP, para ver si va a "entender que tiene que gobernar para el conjunto de los ciudadanos, hayan votado lo que hayan votado". Si los ciudadanos de Castilla y León "interpretan que sólo gobierna para unos pocos, Vox tendrá un problema importante de cara al futuro", ha zanjado.

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