La batalla por el 28M
Podemos contiene la respiración en sus plazas clave el 28M y Díaz ensaya los equilibrios de Sumar
Punto y final a la campaña electoral del 28M. En juego están las alcaldías de más de 8.000 municipios y de doce comunidades autónomas, seis de ellas cogobernadas por Unidas Podemos. Unas elecciones que funcionarán como una suerte de primera vuelta de las generales y que la derecha fija como el primer asalto para "derogar el fin del sanchismo". Para el espacio liderado por Ione Belarra y Alberto Garzón es vital mantener los gobiernos de la Comunitat Valenciana, Baleares, Navarra y Canarias —más complicado lo ven en La Rioja y Aragón—e incluso gobernar en plazas como Extremadura, Asturias y Cantabria. El escenario está tan abierto que pueden perder gobiernos o, por el contrario, ampliar su poder territorial.
Uno de los mensajes que más ha repetido la líder de Podemos, Ione Belarra, en esta campaña es que el 28M se convertirá en un "referéndum" sobre vivienda, aprovechando que las comunidades autónomas son las encargadas de aplicar o no la ley, que ha entrado en vigor este viernes. Sin embargo, en la izquierda son conscientes de que esta problemática ha estado dibujada en estos últimos días por otras cuestiones como las listas de EH Bildu, los insultos a Vinícius o los posibles casos de fraude en el voto por correo.
Tanto Belarra como su número dos y ministra de Igualdad, Irene Montero, han participado en más de una decena de actos electorales y se han volcado especialmente con sus candidatos en la Comunitat Valenciana, el territorio más anhelado por el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Unides Podem necesita superar la barrera del 5% para entrar en Les Corts y, según las encuestas, todo dependerá de un puñado de votos. Votos que pueden ser decisivos para revalidar el tercer Botànic, la alianza formada por el PSPV, Compromís y Unides Podem.
En un último intento por alcanzar ese umbral, este viernes el ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha participado en el cierre de campaña junto al candidato autonómico, Héctor Illueca. La vicepresidenta Yolanda Díaz también ha jugado un importante papel en la comunidad presidida por Ximo Puig, aunque su presencia se ha hecho esperar al final de la campaña. Aunque Díaz suele jugar a la ambivalencia cuando varias candidaturas de izquierdas compiten entre sí, en este caso ha dejado muy claras sus preferencias.
Díaz reparte juego en la Comunitat Valenciana y Madrid
La vicepresidenta segunda es la máxima responsable de Unidas Podemos en el Gobierno de coalición y ha apoyado a sus candidatos en Andalucía, Asturias, Baleares, Cataluña, Extremadura, Galicia y Navarra. Sin embargo, desde su equipo nunca han escondido que se trataba de una campaña complicada —inicialmente preveían que la vicepresidenta tuviera menos presencia— porque ha roto con la imagen de unidad que quiere alcanzar de cara a diciembre con Sumar, el proyecto que prepara para las generales y con el que también quiere representar a los partidos que en estos comicios compiten entre sí, como Compromís o Más Madrid.
Consciente de estos complicados equilibrios internos, en la Comunitat Valenciana Díaz apoyó sin matices al candidato autonómico de Unides Podem. "La partida se juega aquí. Y se juega con nombres y apellidos: Hector Illueca", afirmó en un mitin en Alicante, en un claro espaldarazo frente a la candidatura de Joan Baldoví, con el que Díaz también mantiene una buena relación. Al día siguiente, en un acto convocado por una plataforma para protestar contra la ampliación del puerto de València, la líder de Sumar apoyó la continuidad de Ribó aunque reivindicó el papel del resto de fuerzas: "Tenemos que continuar con las transformaciones del gobierno de la Alcaldía de Ribó con el apoyo de todas las formaciones progresistas". Los morados no tienen representación en València y, según los sondeos, tienen complicado conseguirla pese a los esfuerzos de su candidata, Pilar Lima.
Aunque en Podemos vieron en esas palabras un claro desplante a su candidata municipal, la número dos de Lima, Lara Manyes, aseguró que no le había sorprendido el respaldo a Ribó. "Lleva una estrategia diferente en València y en la Generalitat, en Unides Podem somos partidarias de la unión de todas las fuerzas progresistas y continuaremos trabajando para ello". En el equipo de la vicepresidenta señalan que es necesario maximizar los resultados y "concentrar el voto" en las candidaturas que tengan posibilidades de tener representación.
En el caso de la Comunidad de Madrid, Díaz arrancó la campaña el pasado 10 de mayo en Alcorcón, donde acompañó al candidato a la alcaldía y líder autonómico de Podemos, Jesús Santos. Un encuentro en el que también participaron la candidata autonómica de Unidas Podemos, Alejandra Jacinto, y su representante en la capital, Roberto Sotomayor. Cinco días después, durante el festivo madrileño, la vicepresidenta volvió a coincidir con ellos, aunque le dedicó más tiempo a las candidatas de Más Madrid, Mónica García y Rita Maestre.
Con todo, la líder de Sumar no ha revelado sus preferencias. Las últimas encuestas publicadas sitúan a Unidas Podemos en torno al 5% en ambas plazas. Si Jacinto y Sotomayor entran en sus respectivas plazas, podrían evitar la mayoría absoluta del PP. Díaz está empadronada en la capital y ya ha votado por correo porque pasará el fin de semana en la segunda edición de la Cumbre Social que se celebra en Oporto. Así, evita enseñar la papeleta con el voto. Un voto que ya dejó entrever que iría a Más Madrid en su entrevista en Salvados.
Díaz sella su alianza con Colau e Iglesias se vuelca en la recta final
En clave municipal, los comunes consideran vital revalidar la alcaldía de Barcelona. Díaz se ha volcado especialmente con Ada Colau en esta campaña —ha participado en tres actos junto a ella— ya que ambas han formado una alianza estratégica también para las generales. Díaz quiere que Colau sea uno de los rostros visibles de Sumar y por tanto necesita que la actual alcaldesa de Barcelona revalide esa plaza. Podemos, en cambio, ha sido más tibio a la hora de respaldar a la alcaldesa. Ni su actual líder, Ione Belarra, ni su número dos, Irene Montero, han hecho campaña en la ciudad condal y tampoco han coincido con Díaz en ningún acto.
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Díaz es consciente de que le podrá achacar el resultado de Colau y una derrota de la alcaldesa supondría un duro golpe. Algunas fuentes apuntan a que, en ese caso, Colau concurrirá como ticket electoral con Díaz en las generales, al igual que ya hizo en su día Inés Arrimadas con Albert Rivera, mientras otras voces creen que su carrera empieza y acaba en el ámbito municipal. "El espacio de Yolanda, si se hace bien, es una opción competitiva en toda España pero especialmente en Cataluña, donde el electorado está más escorado a la izquierda", valoran desde Barcelona.
Iglesias también ha entrado en campaña en esta recta final para tratar de salvar a Unidas Podemos del abismo del 5% El jueves participó en un mitin junto a los candidatos madrileños donde recordó que Podemos fue uno de los artífices del gobierno del cambio en Barcelona. "Podemos es una pieza no autosuficiente pero imprescindible para que determinados cambios se produzcan", aseguró en una alusión velada a la vicepresidenta segunda. "Nosotros no somos el PSOE, no queremos parecernos al PSOE y tenemos un proyecto de país distinto", señaló.
El otrora líder de Podemos cargó también contra la "izquierda cómoda", donde sitúa al PSOE y a Más Madrid. A estos últimos también les ha dedicado apelativos como "izquierda cuqui" y lanzó una crítica contra los partidos de Íñigo Errejón y Joan Baldoví por su alianza —pacto del Turia— con Coalición por Melilla por la investigación por fraude electoral en la ciudad.