Los negocios en torno a Ayuso

El PP cuestiona sin base a la mujer de Sánchez mientras da cobertura a las mentiras de Ayuso sobre su novio

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.

La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, mintió el martes cuando negó que su pareja, Alberto González Amador, hubiese cometido “fraude alguno”. Así lo demuestra un correo de su abogado que así lo reconoció tres días antes de que la Fiscalía presentase una denuncia contra él como supuesto autor de dos delitos de fraude fiscal y un tercero de falsificación de documentos por fabricar facturas falsas con las que pagar menos a Hacienda. 

Ayuso mintió, pero ni ella lo admite ni su partido tiene intención de pedirle cuentas. Más bien todo lo contrario. La dirección del PP, con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, mantiene la tesis de que se trata de un asunto privado. Atribuir a la presidenta madrileña responsabilidad política por este asunto no tiene fundamento, aseguran, pero sí revela la utilización de medios del Estado para perseguir a un ciudadano privado y perjudicar la carrera política de su pareja.

Ni un solo reproche para Ayuso, pero sí graves acusaciones contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hablando de una supuesta relación de su mujer, Begoña Sánchez, con la empresa Air Europa, rescatada durante la pandemia. El PP registró este jueves ante la Oficina de Conflicto de Intereses una petición para que se inhabilite a Pedro Sánchez “entre 5 y 10 años” por “no abstenerse” en la reunión del Consejo de Ministros que aprobó el rescate.

Su argumento principal es que los “intereses personales, de naturaleza económica y profesional, de la esposa del presidente del Gobierno se veían beneficiados también, con los citados acuerdos del Consejo de Ministros”. Pero, en realidad, no es eso lo que dice la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común como causa de abstención.

De acuerdo con el artículo 28.2.b de esa norma, Sánchez solamente estaría obligado a abstenerse si tuviese “parentesco de consanguinidad dentro del cuarto grado o de afinidad dentro del segundo, con cualquiera de los interesados, con los administradores de entidades o sociedades interesadas y también con los asesores, representantes legales o mandatarios que intervengan en el procedimiento, así como compartir despacho profesional o estar asociado con estos para el asesoramiento, la representación o el mandato”. Begoña Gómez no entra dentro de ninguno de esos supuestos.

El PP admite no tener toda la información

El propio PP reconoce en su denuncia ante la Oficina de Conflicto de Intereses que ignora “cuál ha sido la naturaleza jurídica de la relación existente entre Begoña Gómez” y una organización que fue patrocinada por Air Europa.

Fuentes del PSOE sostienen que la acusación no es más que un intento de desacreditar al jefe del Ejecutivo e intoxicar a la ciudadanía y recuerdan que su mujer no es ni directiva, ni empleada ni asesora de la aerolínea, por lo que no cabe aplicar el artículo de la ley que cita el PP en su denuncia.

“La norma es absolutamente clara y determina que la obligación de abstención en el caso de un familiar exige que dicho familiar ocupe un puesto directivo, de asesoramiento o de administración en la empresa sobre la que se decide, no hay ninguna obligación de hacerlo en ningún otro caso”.

Para que exista “conflicto de intereses”, recuerdan las mismas fuentes, citando el artículo 11.f, de la Ley 3/2015, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado, tienen que entrar en juego los intereses “de personas jurídicas o entidades privadas a las que los familiares previstos en la letra b) (como los cónyuges) estén vinculados por una relación laboral o profesional de cualquier tipo, siempre que la misma implique el ejercicio de funciones de dirección, asesoramiento o administración”.

“Dada la claridad de la norma, es evidente que se trata de una instrumentalización espuria de la Oficina de Conflicto de Intereses para los intereses de un partido político”, subrayan. Es un nuevo intento de desacreditar al Gobierno y una utilización de una instancia de la administración pública para tratar de “confundir a la ciudadanía, manipular la realidad y jugar a la mentira con el único objetivo de atacar al presidente”.

El PP, añaden, sabe que este asunto no tiene ningún recorrido jurídico y, por tanto, se trata de un uso malintencionado de una institución “ejemplar” como es la Oficina de Conflicto de Intereses con la intención de “intoxicar a la opinión pública”. Además, recuerdan, la Oficina ya desestimó “por carecer de base jurídica” una denuncia de un ciudadano anónimo en términos similares a los apuntados por el PP.

La mentira de Ayuso

La voluntad de sembrar dudas sobre la esposa de Sánchez contrasta con la cobertura que Génova sigue dando a Ayuso una vez conocido que mintió en su comparecencia del martes cuando negó el fraude cometido por su pareja y que este ha acabado reconociendo a través de su abogado.

El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, no ve nada reprochable en la conducta de Ayuso, pero sí en la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a la que acusa de conocer las “circunstancias personales” de la pareja de la presidenta madrileña y de acceder de forma ilegal a la documentación para hacer daño político, e incluso “personal”, a Ayuso y levantar una “cortina de humo” para que se dejase de hablar del 'caso Koldo'.

“Han encontrado en esta cuestión una oportunidad y la están aprovechando de forma despiadada contra Isabel Díaz Ayuso”, denunció, No hay “derecho” a que en un país democrático se utilice “información personal” de un “ciudadano anónimo” para atacar a un político, alegó pasando por alto las insinuaciones que su partido está difundiendo en torno a la esposa de Pedro Sánchez.

En favor de Ayuso también habló el diputado del PP Rafael Hernando, uno de los portavoces adjuntos del Grupo Popular en el Congreso. Según él todo es un “montaje” de los socialistas contra la presidenta madrileña, que utilizan a Hacienda y a una “fiscal amiga” que “fue alto cargo con el señor Zapatero”. “Esto es un trampantojo”, remató.

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Mucho más matizada fue, en cambio, la reacción del presidente andaluz, que no hizo referencias alguna a Begoña Gómez. Juanma Moreno evitó cuidadosamente poner en duda las acusaciones que pesan sobre el novio de Ayuso y se centró en defenderla a ella: “Isabel Díaz Ayuso es Isabel Díaz Ayuso, y ella es responsable de sus actos, y, por tanto, solo y exclusivamente de sus actos”. “Imputar a la presidenta de Madrid supuestos delitos permanentemente en su entorno, sin ningún tipo de prueba ni demostración, es una actitud muy baja y que demuestra las ganas que le tienen por parte del entorno del señor Sánchez”.

En todo caso, el presidente andaluz sí dejó claro que el enriquecimiento del novio de la presidenta madrileña vendiendo mascarillas durante la pandemia le parece “inaceptable”, como el de cualquier persona “haga negocio con las mascarillas, como se está viendo en el 'caso Koldo”.

Ayuso, entretanto, siguió a lo suyo. Acusando a Sánchez y al PSOE de utilizar este asunto para intentar tapar “corrupción política y económica”. En la sesión de control a la que se sometió en la Asamblea, la presidenta madrileña prefirió echar en cara a los socialistas el ‘caso Koldo’ y acusar a quienes le reprochan su relación con alguien acusados de delitos de fraude fiscal y falsificación de facturas de “mentir”.

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