Librepensadores

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Jorge Ulanovsky Getzel

He arrojado este escrito dentro de una botella en el gran río con la esperanza de que algún día alguien la recoja. Necesitará ser descifrado ya que está escrito en castellano y de forma manuscrita. Se ha impuesto la obligatoriedad oficial universal del bilingüismo inglés-chino, y el ruso-germano en Europa continental. Fue mi abuelo quien en secreto y a escondidas me enseñó este idioma hoy perdido y he podido escribirlo gracias a haber encontrado en un rincón del desván, de la que fue su casa, un papel y un instrumento antiguo llamado bolígrafo.

Deseo informar sobre el mundo que nos ha tocado vivir. Desde que se reeditó la llamada guerra fría, se han consolidado dos bloques principales. El más poderoso, llamado paradójicamente Unión Pacífica. No por ser fruto de la paz, sino por su dominio geográfico a ambos lados del Océano Pacífico. China y USA lograron aunar sus intereses imperiales con una alianza militar que impuso su supremacía global, en Asia oriental y toda América.

No obstante, aún resiste en contraposición otra potencia que pretende competir con sus intereses expansionistas. Una vez desintegrada definitivamente la Unión Europea, los nacionalismos de ultra derecha, vencedores en Alemania y Francia, se aliaron con Putin en el pacto de Berlín firmado en 2030. El gobierno moscovita, en alianza con Irán, se extendió sobre toda la Europa Occidental. Sólo permanecieron al margen Reino Unido, integrado a la Unión Pacífica y otros países como España, sustraídos por luchas fratricidas. El pacto de Berlín tuvo mucho de sumisión. Entre otras medidas de subordinación los países del oeste de Europa debieron aceptar ser depositarios de los vertederos nucleares procedentes de las innumerables y vetustas centrales atómicas, convirtiéndose todo su territorio en zona de alta concentración radiactiva. Al punto que las viviendas están blindadas y para salir a la calle hay que hacerlo con máscaras y trajes especiales.

Al islamismo se le concedió su implantación en todo el continente africano. En la Unión Pacífica tanto católicos como protestantes reconocieron y adoptaron la doctrina de Confucio. Y en Europa fueron ganando terreno los ortodoxos. Pero la fundamental Iglesia que fue culturalmente imponiéndose de forma categórica y definitiva fue la de la Ciencia y la Tecnología.

La población se fue distribuyendo en grandes concentraciones urbanas o en pequeñas ciudades robots. En las áreas metropolitanas viven los llamados holgazanes. Son las mayorías sociales que reciben un MBU (mantenimiento básico universal) con el que pueden sobrevivir sin tener que hacer nada. Ni cocinar. Hacen colas para recibir una ración diaria. Se logra entretenerlos con la vieja fórmula de pan y circo. Pasan la jornada alienados con entretenimientos virtuales. Cuentan hasta con cascos para gozar de turismo visualizado sin moverse de casa, dado que no cuentan con permiso físico para salir del área metropolitana.

Los desplazamientos en el exterior sólo son autorizados para la suprema autoridad, las operaciones militares, inspectores e investigadores. Pero el principal principio que deben obedecer es el de no tener descendencia, no pueden tener hijos con lo que se asegura su futura reducción y extinción como especie sub humana, cuando a los últimos recién nacidos se les practicó la esterilización y la castración. Con esto se logró una considerable disminución del nivel de violencia y delincuencia. Existe también lo que se llama trabajo colectivo, que vendría a ser como una esclavitud encubierta. Gentes destinadas a realizar las tareas más duras y peligrosas, bajo custodia permanente, encerrados en campos de concentración.

En las ciudades robots viven los purificados. Allí se encuentran los laboratorios y cerebros de la inteligencia artificial que diseñan todas las armas y recursos del poder. Privilegiados, desde luego, pero también víctimas de una epidemia que no logran erradicar, dada la vida impersonal, insulsa y mecánica que llevan. Sufren una depresión crónica. Al extremo que para remediar esa enfermedad, cuando la farmacología no aporta solución, la autoridad suprema faculta el suicidio asistido.

Desde que se aplicaron las tesis del economista Nobel Saudí Mohamed al Juben, que consistió en eliminar la moneda, se terminó con el poder financiero, la banca tradicional, la corrupción y los paraísos fiscales. Pero en su lugar se generalizó un sistema mundial de trueque, de armamento a cambio de drogas. Se multiplicaron, por otra parte, los crímenes mafiosos por razones de competencias desleales y plagios entre investigadores, catedráticos, tecnócratas y expertos.

Yo tuve la oportunidad de haber nacido en el medio supuestamente superior de una ciudad robot, donde existe el derecho a la reproducción. Pero dadas las condiciones tan opresivas del sistema y llevando una vida tan carente de ética y sentido, también caí preso de una aguda depresión. Una vez que se me prescribió la conveniencia de matarme, logré huir con mi familia. Habito ahora en medio de la selva, en un recóndito e impenetrable bosque junto al Amazonas, acogido por una tribu clandestina de recolectores. Hemos descubierto lo que aún queda de la naturaleza y de solidaridad entre seres humanos. Mis hijos pueden reír jugando con animales. No sabían lo que era. Confieso haber llorado de emoción cuando por primera vez en mi vida, al amanecer, me despertó el canto de los pájaros. Somos por fin felices.

Saludos cordiales.

Arturo. _______________

Jorge Ulanovsky Getzel es socio de infoLibre

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