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Carta o consulta a un liberal

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César Moya Villasante

Me dirijo a usted con la intención de que me dé una respuesta a una duda que tengo sobre el sistema económico que usted defiende y que yo no pongo en duda de su valor, ya que es el único sistema que existe actualmente en el mundo occidental para subsistir de la mejor forma. Le explico mis dudas, que son muy simples pero que nadie he conseguido que me conteste de forma inteligente.

Yo sabía que en su día existían dos ideas políticas, que se llamaban liberales y conservadoras. En aquel tiempo eran dos diferentes ideas del mundo ya que se contemplaban como la derecha e izquierda de siempre, en donde los liberales jugaban el papel de personas algo izquierdosas para su tiempo, o aquellos que consentían en aceptar las ideas del vecino con empatía. Los conservadores está claro que eran la derecha de siempre. Y desde aquellos tiempos yo reduzco las dos ideologías a dos ideas clásicas: la derecha apoya al poderoso y la izquierda apoya al humilde. Sé que esta definición es demasiado simple para representar la verdad, pero, en el fondo, siempre fue así en el aspecto económico. Pero los tiempos han cambiado mucho desde el siglo XIX. Recuerdo que cuando yo era niño, allá en la posguerra en que nací, ser liberal era poder hablar con aquella persona que admitía ideas contrarias de los demás con cierta empatía, o defendiendo las suyas con una conversación posible. Y lo digo así recordando tiempos en los que hablábamos entre las personas sin tirarnos los trastos a la cabeza. Se conservaban los odios de la guerra civil, pero parece que muchos de los “heridos” querían pasar la página. Ahora parece que otros muchos quieren recuperarla.

Mi duda está clara y no encuentro a una persona de esa forma de pensar, liberal actual, que me conteste. Me explico. Lo liberal está basado en la libertad del individuo para buscar su sustento de la mejor forma, pero nunca con ayudas públicas. Me parece bien, pero eso significa que los poderosos económicamente, como no existe un control ni norma que regule ese modo económico, multiplican sus riquezas frecuentemente. Y hay muchos, más de los que deseamos, que no tienen posibilidad ninguna de acceder al negocio que ustedes pregonan. Bien por falta de formación, por enfermedad o por no tener nada con que empezar. O sea, no tener liquidez con que poner un negocio que le dé esa posibilidad que usted cree que existe para todos. Yo sé, por otra parte, que siempre en el mundo ha habido gente que lo ha pasado mal. Pero tal como funciona el mundo hoy en día, vemos que las distancias entre esas dos sociedades aumentan de forma exponencial temiendo que la última derivada del sistema sea escandalosa. Mi pregunta es qué solución les dan a esos millones de personas que quedan a su aire o a vivir de la caridad que sería ineficaz para tantas personas. También se observa que los que están en la parte rica de esas sociedades, si se les da mal, acuden a lo público, pero porque se mueven en todos los terrenos manejando muchos hilos. Está claro que en esa otra sociedad no hay posibilidad más que de vivir de un ingreso publico quizá indigno para sobrevivir, pero que, como se ve en estos últimos tiempos, la derecha vota que sí a concederlo, pero con la condición de ser un espacio breve en el tiempo para, dicen, no acostumbrar a las personas a vivir del subsidio. Pero cómo pueden vivir de otra manera esas personas que todos conocemos que no tienen posibilidad ninguna de conseguir sustento con su propio trabajo.

Cuando expongo esto entre conocidos o amigos me salen enseguida con que la sociedad social-comunista que nos amenaza no ha protagonizado más que ruina en su mundo. Pero eso se queda para contestar a un tonto y que se calle. Yo no defiendo el comunismo, pero sí la socialdemocracia para una sociedad más o menos equitativa, cosa que ya sé que es imposible conseguir totalmente, pero esa ideología es la menos mala para ese futuro. Yo simplemente pido que me digan cómo damos soluciones a esos millones de seres humanos, para que no haya una revolución violenta social que puede arruinar más al mundo de lo que ahora está con el virus. Porque el hambre sí puede llevarnos a ella si surge un líder de verdad. Y pido que no me contesten con lo del comunismo o los ERE, que también, porque lo conozco muy bien y sé que el comunismo fracasó, pero tuvo la nobleza de cerrar el quiosco. Lo que queda de comunismo es en unos pocos idealistas que exponen su defensa del humilde como mejor pueden, pero que no llega a nada en una dictadura económica que definió hace años Saramago mucho mejor que yo pero que anula ya esos golpes de Estado militarizados. Ahora no hacen falta tanques porque con cortarte el grifo económico basta para explicar a los que lo quieren comprar la idea, que el liberalismo es maravilloso.

Sé que escribo en un periódico en donde quizá me den la razón algunos, pero es que estoy cansado de que a nivel particular haya muchos que me consideren un rojo peligroso porque no me saben dar una solución más creíble que insultar a los comunistas. Lo he oído demasiadas veces. Otros te dicen que eres un populista o un enemigo de España y se quedan tan felices con su rollito porque la mayoría son, como yo, personas que tenemos la vida medio solucionada y no quieren líos mentales Y existen demasiadas hipotecas en esta sociedad para pensar que alguien se quiera ocupar de resolver este simple enigma. Pero que nos puede llevar al desastre, aunque muchos miren para otro lado.

César Moya Villasante es socio de infoLibre

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