Cuatro diputados
El fajador Núñez Feijóo lo dijo alto y claro: le faltan 4 diputados, 4.
Conseguirlos fuera del bloque conformado por la extrema derecha y la derecha extrema parece misión imposible, al menos si no hay transfugismo en versión new-tamayazo.
La operación es de riesgo para Sánchez porque el 'deep state' se empleará a fondo para que Feijóo logre sumar esos 4 diputados que le faltan
Pero la combinación entre el deep state y la pusilanimidad de Francina Armengol, bisoña en estos lares, le ha regalado a la derechona encabezada por Feijóo la posibilidad de buscar durante algo más de un mes a esos 4 diputados que, a priori, la derecha solo puede aspirar a reclutar en lo que alguien osó en denominar “el PSOE bueno”.
La baraka de Pedro Sánchez de nuevo se pone a prueba; porque, en ortodoxia política, el escenario que se intuía menos escabroso era el de la repetición de la mayoría que desbancó en su día a Rajoy con el obligado, y paradójico, añadido del partido que lidera Puigdemont. Y que esa mayoría fuera la primera opción; pero el Borbón reinante, en una decisión que aún no se ha calibrado en toda su entidad, dio a Feijóo la oportunidad de intentar pescar en aguas turbulentas, y quién sabe si con la inestimable ayuda de las cloacas del Estado.
En todo caso, la operación es de riesgo para Sánchez porque el deep state se empleará a fondo para que Feijóo logre sumar esos 4 diputados que le faltan para liderar la vuelta al poder de la derecha con sus efectos inherentes: recortes sociales, retrocesos en derechos y el incendio en Catalunya que anunció Abascal.
Pero si, con manual o sin él, Sánchez resiste y revalida su condición de presidente del Gobierno, el desespero en las filas de la derecha hará explosionar el liderato de Feijóo y Miguel Ángel Rodríguez deberá decidir si ha llegado el momento de lanzar definitivamente su producto a por todas.
Cuando menos, que sean 4 diputados, 4 y solo 4, los que necesita Feijóo intranquiliza.
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Joan Cerdà Subirachs es socio de infoLibre.