Jurado número 2 (Juror No.2) es el título de la última película que ha dirigido Clint Eastwood (como muchos de ustedes sabrán). Pasé las casi dos horas que dura el metraje completamente absorta en la historia que nos cuenta y en cómo la cuenta. Se trata de un tenso thriller que habla de la imperfección del sistema judicial, de los límites entre lo correcto y lo incorrecto (dilema moral), de las segundas oportunidades; habla de que nuestras acciones tienen consecuencias, de la búsqueda de la verdad y de la salvación personal. Poca cosa, como pueden observar.
La estructura narrativa está minada de saltos en el tiempo (flashbacks) que nos van descubriendo, al mismo tiempo que al protagonista, toda la confrontación y su choque con esa otra realidad que lo asalta sin piedad. Él es el jurado número 2. La fiscal del caso, por sus propios intereses políticos, busca desde el primer momento un veredicto de culpabilidad para el acusado, y mantiene un pulso personal con el abogado defensor que intenta en vano convencerla de que amplíe su espacio mental.
La culpa se intensifica, crece de manera exponencial y nos retuerce a todos como la mano que mece la cuna. Crisis de conciencia. La justicia y la moral migran para no asumir la responsabilidad
La culpa se intensifica, crece de manera exponencial y nos retuerce a todos como la mano que mece la cuna. Crisis de conciencia. La justicia y la moral migran para no asumir la responsabilidad. Nuestro hombre-jurado se enfrenta a un momento de su pasado no lejano cuya página pasó mal, la pasó deprisa y corriendo, sin pensar y, sobre todo, sin buscar la verdad. Interesante la cita de Aristóteles (que también elaboró una teoría de la justicia) que aparece entre un amasijo de papeles: el Derecho es la razón libre de la pasión.
Razón y pasión, dos polos de nuestra naturaleza, una dicotomía complementaria que arbitra normalmente nuestros juicios. No quiero revelarles la trama porque es muy fácil caer en el spoiler, algo que últimamente pasa con frecuencia; creo que se cuenta demasiado cuando se promociona o recomienda una película. Solo me resta añadir que el final de esta intensa historia cumpliría con lo que “El Estagirita” denominó anagnórisis, o lo que es lo mismo “dejar de ignorar”. No se la pierdan y juzguen ustedes, pueden formar parte de ese jurado para imaginar un equilibrio ideal entre lo ético y lo legal (eso que algunos echamos tanto en falta).
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Rosa Ángeles Fernández es socia de infoLibre.
Jurado número 2 (Juror No.2) es el título de la última película que ha dirigido Clint Eastwood (como muchos de ustedes sabrán). Pasé las casi dos horas que dura el metraje completamente absorta en la historia que nos cuenta y en cómo la cuenta. Se trata de un tenso thriller que habla de la imperfección del sistema judicial, de los límites entre lo correcto y lo incorrecto (dilema moral), de las segundas oportunidades; habla de que nuestras acciones tienen consecuencias, de la búsqueda de la verdad y de la salvación personal. Poca cosa, como pueden observar.