¿Nos la han vuelto a colar?

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Antonio García Gómez

"Casado logró convalidar 18 de las 22 asignaturas de su máster. Aprobó sin asistencia ni exámenes; con solo cuatro trabajos de 90 folios en total". El País"Se empieza quitándole importancia a la educación y se acaba siendo un maleducado". Manuel Jabois

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Con ese desahogo propio de quienes se sienten absolutamente respaldados, y es que son muy espabilados, y porque de quien nos vamos a referir y que aún no tiene responsabilidad concreta es toda "una esperanza blanca" del PP, una más, desde las mismas entrañas en las que se maceraron todas las infamias, y, después de todo, el prócer del desparpajo de salir airoso hizo "lo mínimo" para presentar un paripé ¿consistente?... ¿para la galería, para los seguidores adscritos a la fe ciega?... de que él había alcanzado el fin del máster con todos los parabienes de la legalidad vigente, y nos estamos refiriendo al pepero de postín, Pablo Casado, por ejemplo, muy afín a sus conmilitones hasta que cambie la consigna, también por ejemplo, empezando por su jefe supremo, el tal M. Rajoy, el mismo que hace unos días decía, como si él "pasara por allá", por ejemplo por Argentina, siendo el presidente del PP, el de las ovaciones cerradas, el de las adhesiones reglamentarias, para ir deseando que sobre el lío de la Cristina Cifuentes "hagan por arreglarlo" ¿con sentido común?, así, rapidito, a poder ser... antes de que vuelva él mismo, el "jefe" metido en sus cuitas para tratar de "controlar los tiempos" dejando que se pudra la decencia sine die, porque esa es la política que practican al unísono, para que no desafinen nada más que aquellos "que se dejan caer"... ¿por autoeliminación involuntaria?, habiéndose convertido en "aquellas personas de las que ustedes me hablan" y, por descontado, que ya no pertenecen al PP.

Porque no es tanto el caso Cifuentes ni tampoco ¿el minicaso? Pablo Casado lo que debería ocuparnos, cuando nos reducimos a indignarnos frente a los nombres propios de esa tropa que va desfalleciendo, ¿o no?, sino que la cuestión, el problema, la desvergüenza es la misma institución, pública a la sazón, y nos referimos ahora a la Universidad Rey Juan Carlos, en la que la opacidad y la irregularidad se instaló desde el primer momento, mientras lo mismo se servía para un máster "flexibilizado que dado por la cara".

En contra precisamente de lo que debería haber supuesto un servicio público, porque no creen ni tienen intención de hacerlo, los responsables políticos o "irresponsables desahogados", hayan hecho los másteres de una u otra forma, porque "dejó de ser una Universidad pública para convertirse en un cortijo de amiguitos y componendas rentables".

Y por eso mismo hieren e hieden tantas "explicaciones, falaces o exhaustivas", porque de buen agrado se zambulleron en el cenagal que "entre todos la mataron y ella sola se murió", como para que ahora andan quitándose las sospechas con airoso desparpajo, habiendo dejado "la res pública" como unos zorros, sin que nada de eso les vaya a importar una higa.

Frente a tanto sacrificado peón que tuvo y tiene que hacer las cosas "por el afán de aprender, de saber" y de devolver a la sociedad, precisamente, tanto sacrificio desconsiderado y generoso... a partir de una ejemplaridad que no supieron devolver demasiados desahogados... por muy mucho que se ajustaran a la legalidad.

Cuando se impone la titulitis al afán de conocer, aprender, saber y devolver a la sociedad tanto que supo darle, sin haber perdido en el trance ni un miligramo de honestidad, y también de ejemplaridad, por mucho que esté en boga anteponer "la legalidad" ante la bonhomía que ya nadie sabe de qué estamos hablando.

Por mucho que nos quieran hacer creer que "hay dos maneras" de obtener el título de un máster, por la cara o por el atajo.

Y de paso que se hunda toda institución pública que pretenda servir a los más humildes, a los ciudadanos de a pie más... ejemplares. ______Antonio García Gómez es socio de

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"Casado logró convalidar 18 de las 22 asignaturas de su máster. Aprobó sin asistencia ni exámenes; con solo cuatro trabajos de 90 folios en total". El País"Se empieza quitándole importancia a la educación y se acaba siendo un maleducado". Manuel Jabois

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