Igualdad, Libertad y Dignidad
El candidato a presidir el gobierno de España, Sr. Feijoó, acabó su intervención del día 27 con lo que ya parece que quiere que sea su divisa de rey sin trono ni reina:
Igualdad, Libertad y Dignidad.
Luego en los pasillos siguió diciendo que España podía estar tranquila porque ellos, el PP, estaban para cuidar y garantizarnos nuestra dignidad.
Veamos qué significan en esas voces estas tres palabras.
Igualdad.- Las derechas españolas lideradas, de momento, por Feijoó, si le echan seguramente todavía será peor, no creen en la igualdad, creen en los privilegios, desde la interpretación torticera que se hace de la inviolabilidad del Jefe del Estado, desde la protección de las herencias, desde el capitalismo de amiguetes que se hace en círculos más o menos cerrados de amistades y relaciones familiares o societarias, desde la ocupación endogámica de instituciones como la judicatura o las cátedras universitarias, pasando por la desigualdad del acceso a la formación universitaria, donde los hijos de los ricos que no obtienen suficiente nota para acceder a la Universidad Pública pueden matricularse sin problema en las privadas, pasando por la desigualdad que supone que el ciudadano que pueda pagarse un seguro médico es atendido el mismo día y a los que tienen que acudir a la Sanidad Pública les dan cita a las dos semanas y cada vez con un médico distinto por la precarización de los profesionales sanitarios. Y todo esto para llegar al reparto absolutamente desigual de la riqueza por unas políticas fiscales que favorecen a los ricos y castigan a las clases medias y trabajadoras.
El franquismo también tenía en su lema aquello de “Una, Grande y LIBRE” y todos sabemos lo que significaba aquella libertad y quién podía disfrutarla
Libertad.- En el confinamiento que nos salvó de la pandemia, algunos “liberales” nos ofrecían la libertad de tomar cañas en una terracita, pero negaban la libertad de prescripción a los profesionales sanitarios al impedirles trasladar a los ancianos enfermos de las residencias a los hospitales; claro, si tenían un seguro privado, no había problemas. El franquismo también tenía en su lema aquello de “Una, Grande y LIBRE” y todos sabemos lo que significaba aquella libertad y quién podía disfrutarla, los autodenominados constitucionalistas liberales de hoy se consideran sucesores de aquellos que a principios del XIX hicieron la Constitución de 1812, pero es otro intento de engañarnos, hoy son ultraliberales en lo económico, pero ellos mismos se denominan también “conservadores” y lo son de todo lo demás, son los herederos de los que gritaban “¡Vivan las caenas!” y fusilaban a los liberales como Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga o de la heroína liberal Mariana Pineda. Las derechas españolas siempre han estado en el lado de los liberticidas desde el absolutismo del rey felón, que persiguió a los que le devolvieron el trono a los genocidas del ejército español de los años 30 que solo ganaron una guerra contra las ansias de libertad de su propio pueblo e incluso necesitaron la ayuda de los nazis alemanes y los fascistas italianos.
Dignidad.- ¿Qué dignidad hay en los miles de habitantes de Madrid de la Cañada Real? ¿Qué dignidad tienen los jubilados a los que se les habría subido un 0,25% la pensión frente a una inflación del 8,5%? ¿Qué dignidad tienen todos los ciudadanos, trabajen o no, que no llegan a fin de mes? Y por otro lado, ¿qué dignidad tiene quien se pasea en el barco de un narcotraficante, aunque pensara que solo era “contrabandista”? ¿Qué dignidad tiene quien siendo ministro del Interior del Reino de España monta con algunos de sus colaboradores una trama para impedir que la justicia investigue la corrupción de su partido? ¿Qué dignidad tiene quien siendo Presidente del Gobierno del Reino de España y siendo censurado por las Cortes Generales después de una sentencia judicial por la corrupción de su partido, se marcha a emborracharse al bar y es sustituido por el bolso de su vicepresidenta? ¿Qué dignidad tiene quien, siendo Presidente del Gobierno, nos mete en una guerra ilegal con la opinión en contra del 80% de los ciudadanos y que cuando se produce el mayor atentado que nos pone sobre la mesa 200 muertos sigue mintiendo para no perder unas elecciones?
España, los españoles, los ciudadanos, que no súbditos, queremos, merecemos y exigimos una Igualdad real, una Libertad en igualdad de condiciones y una Dignidad que se asiente sobre las bases sólidas de los dos conceptos anteriores, entendidos como son y no como nos los quieren vender los trileros de siempre.
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Ángel Díez de Miguel es socio de infoLibre .