Librepensadores
Más allá de la nada…
Soñada, habiendo creído que bajo los adoquines encontraríamos la arena de las playas.
“La década perdida de los jóvenes del 15M: retenidos en casa hasta los 29 años, con sueldos más bajos y contratos más precarios. Un trabajador menor de 30 años tenía que dedicar de media al pago del alquiler en el primer semestre de 2020 más del 85% de su salario, frente a algo más del 50% que destinaba a comienzos de 2011”.frente a algo más del 50% que destinaba a comienzos de 2011” Extracto de un artículo de Álvaro Sánchez Castrillo.
Cada día que pasa tras la algarabía desatada tras el fin del toque de queda, estoy más convencido de que no se trataba de una muestra de alegría desbordada, inocente o estúpida, antes bien empiezo a creer que solo mostraba el rostro sardónico de una desesperanza insuperable, aunque se corriera tras los adalides de añorada “la fiesta” porque habían vencido… “sus amos y señores”, y ya podían disponer de… asueto vigilado. Según datos oficiales en nuestro país existen construidos, comprados y escriturados más de 3.400.000 pisos “vacíos”, que se dice pronto. A la par y por lo bajo en nuestro país también se ejecutan o perpetran 67 desahucios diarios.
Por otra parte, la imposibilidad de regular los alquileres se hace inviable, día a día, preferentemente en las grandes ciudades, condenando a una masa ingente de compatriotas a malvivir, endeudarse, no poder acceder… a una vivienda digna, no onerosa en exceso, no compartida, no amenazadora de ir subiendo sin límite el alquiler, no mutiladora de cualquier esperanza de vida saludable… Mientras, como si de otra pandemia más se tratara, ofrecen y crecen los sistemas de seguridad para cercar nuestras magras posesiones, para que nadie nos libere de nuestras propias condenas, de nuestros miedos, de nuestro mundo de mierda y de nuestro supuesto futuro negro… Y es que el sistema funciona perfectamente y vigila que nadie se salga del redil, ni asuste poco más que menos a la grey que calla y bala.
En la década de los 60 del siglo pasado, cierto terremoto social y político parecía amenazar al sistema, desde el mismo centro del imperio, en medio de la guerra del Vietnam, guerra colonialista por antonomasia, cuando miles de jóvenes estadounidenses huyeron a Canadá, bajo la amenaza de terminar devueltos y encarcelados, y otros tantos miles se decidieron por “hacer la paz y no la guerra” y constituyeron el movimiento hippy; al mismo tiempo que en Hungría un cierto brote de rebeldía contra el comunismo soviético se abortó sin contemplaciones; y de igual manera, en París, la necesidad de respirar y de contestar a lo establecido también saltó a las calles. El rechazo fue algo más imaginativo pero igual de contundente.
La década perdida de los jóvenes del 15M: retenidos en casa hasta los 29 con sueldos más bajos y contratos más precarios
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Y es que el sistema se adapta más rápido que el enemigo que cree amenazante, y lo fagocita, lo caricaturiza, lo engulle y reconvierte en un gran negocio… Aunque, de vez en cuando, ha de convencer a otros para que se manchen las manos de sangre, para que no cunda el ejemplo, como sucedió en 1973 en Chile, cuando hubo que auspiciar un golpe de Estado sangriento, encabezado por Pinochet, asesinado el canciller democráticamente elegido, Salvador Allende. Y así sin solución de continuidad donde haga falta. Y ya puestos dos esbirros prevalentes elevados a las máximas distinciones y responsabilidades: Ronald Reagan en EEUU, Margaret Thatcher en Reino Unido, las cosas volvieron a reconducirse, para bien del Sistema, naturalmente... Y, luego, a seguir jugando a la democracia biempensante, a la sombra de una Transición algo contemporizadora, para que los de siempre se llevaran bien con los… advenedizos. Capaz de compaginar en un mismo día el funeral de Adolfo Suárez al que asistieron todos los próceres políticos del momento, mientras, simultáneamente, un millón de sanitarios públicos se manifestaban, con ausencia absoluta de responsables políticos.
De aquellos barros estos lodos. Y así tutelados de “vuelta a la vieja normalidad de la mala educación, camino de una libertad inducida al botellón en vía del emborrachamiento más tontuno, para poder gritar, sin el respeto debido a los vecinos quejicas, que “viva la libertad” y que ¡vuelvan a morirse si hiciera falta los muertos ya fenecidos por la plaga que no se quiere respetar! Mal recordando el aniversario indeseado del 15M, de hace diez años, una vez que el trágala se introdujo en nuestra sociedad, con ”perroflautas” destinados al escarnio continuado, mientras los negocios iban y volverán a ir boyantes, para los mercachifles de tronío, entre rapiñas de altos vuelos, jugadas de trileros de postín y cuello duro, mientras el personal seguirá empobreciéndose bajo el mantra del consumismo consolador y la alegría de sentirse a gusto con la necesidad inducida, por derrochadores los pobres, por “haberse apuntado a vivir por encima de sus posibilidades”, a merced de “todos los cuentos” que ya nos habrán contado hasta… anestesiarnos.
Antonio García Gómez es socio de infoLibre