Es el nuevo fascismo
Ya está, afecta al mundo, a las personas e impone la irracionalidad del dinero, de la ignorancia política y cultural. Es la estrategia de quienes les importa más lo material a cualquier precio que los seres humanos. Obviar la política desprestigiándola para culparla de todos los males que lleva provocando el capitalismo salvaje desde siempre y sus doctrinas religiosas para sin democracia tener el poder absoluto que les proporciona el dinero, reduciendo al mínimo a las instituciones internacionales, la convivencia entre iguales y la vida en paz.
Con sus chantajes buscan hacerse fuertes y famosos con sus zafiedades, bravuconadas con escolta y chulería templaria para envolver todo en la incultura y el pensamiento único y el vasallaje de los pueblos al dios inhumano de los bulos y el dinero.
Los seres humanos no se merecen este trato inhumano, desproporcionado y contrario a sus vidas, vivan donde vivan o residan donde residan tienen derecho a vivir con dignidad y dignamente. Nadie debe imponer la montaña rusa diaria contra los derechos humanos. Es el nuevo fascismo que se cree el amo del mundo y lo está gestionado como su campo de golf y ya sabemos que las reglas las pone el dueño, incapacitado para hacer política y practicar el arte de la política que tantos buenos momentos en la historia de la humanidad nos ha dado y malos también, a las sociedades democráticas y que los amos del mundo nos quieren arruinar probando lo nada que les importan las personas (Palestina, Ucrania y la inmigración), sus vidas, sus familias, sus pueblos y sus culturas.
La política es diálogo, negociación y participación y no un capricho u ocurrencia de una noche de invierno del dictador Trump, Putin, Netanyahu o Xi JinPing
Los supremacistas, autoritarios, dictadores del neofascismo, que nos gobernarán si el resto de gobiernos del mundo no se atreven a decirles a la cara y frente a frente que con la democracia y sus instituciones no se juega y menos hacer negocio. Recordándoles que lo primero y esencial son las personas en el mundo y que están, estamos, obligados a respetar sus derechos humanos en cualquier punto del planeta tierra y si suben a Marte, también. Respetando la igualdad, la diversidad y pluralidad de los pueblos del mundo.
La política es diálogo, negociación y participación y no un capricho u ocurrencia de una noche de invierno del dictador Trump, Putin, Netanyahu o Xi JinPing. ¿A qué dictador se le debe rendir pleitesía? ¿Y si se le ocurre aparecer al resto de dioses monoteístas o fundadores del fascismo dictatorial?
No todo es dinero, lujo, arrogancia, prepotencia y soberbia para someter a la ciudadanía del miedo y el terror de los antidemócratas.
Es la democracia la que está presa, entre rejas y no se puede defender sin los mecanismos que le proporciona la regla universal por excelencia de la separación de poderes del Estado, si la dejan sin los medios materiales y humanos que le proporciona la administración pública de la Justicia. Herramientas antiarbitrariedad e injusticia universal para hacer su trabajo de protección de la democracia ante tanta caverna de la testosterona y el supremacista masculino que ciega la realidad para que cualquier tipo de fascismo caudillista, dictatorial o imperialista del dinero, nos deje mudos y ciegos, sin derecho y sin derechos universales por plata.
¿Qué has hecho tú por la humanidad, por la democracia y por la paz? ¿Qué puedes hacer tú?
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Victorio Martínez Armero es socio de infoLibre.