Librepensadores
Un triunfo de Rajoy
Mariano Rajoy puede anotarse, este 24-M, una victoria tan simbólica como importante. No hablamos de haber salvado determinados muebles, aunque manchados de la riada, sino de que se ha quitado un enemigo de encima.
Se trata de Esperanza Aguirre. Ha quedado totalmente defenestrada, salvo que su Tamayazo-Blitzkrieg funcione como antaño y logre comprar a un buen puñado de muertos de hambre con poca vista. Sea como fuere, este escenario se antoja difícil, así que podemos dar a la caciquesa como amortizada.
¿Por qué ha triunfado Rajoy? Veamos.
Por un lado, tenía claro que si ganaba podía mantener uno de los fuertes bajo su égida, a cualquier precio... aunque su partido quedase minado. Daba igual, interesaba el color azul en el Ayuntamiento y, si había que pactar con el demonio, tráiganme un boli. Que ponga a parir a la alcaldesa eventual, siendo esposa de quien es, no deja de ser un chascarrillo: la batalla es Madrid. Pero, era batalla hasta contra los suyos. Si ganaba, iba a ser con tan estrecho márgen que tendría que pactar con C's. Y esto posiblemente implicaba un límite a ciertas conductas, cosa que la Doña no está muy claro que hubiese asumido... además, con medio partido teniéndosela jurada, a la mínima que hubiese salido por la tangente, por muy doña yo que sea, no deja de ser una pieza en el damero; y a veces conviene sacrificar hasta la reina para dar mate. Por tanto ¿no hubiese sido un buen momento para darle matarile político? Estaba condenada por ser quien es y como es cuando se enfrenta a quien se enfrenta.
Por otro lado, aunque no hubiese hecho Rajoy mucho aspaviento, la caciquesa se bastó ella sola para echarse a los pies de los caballos, sobre todo ante los suyos. Las críticas a Botella, esposa de quien es (por encima de cualquier mérito y CV), no ya la última semana sino desde que fue nominada candidata; su eterno enfrentamiento con determinados personajes de su partido, por ejemplo Montoro, Cospedal, Gallardón y los suyos; su intento de embarramiento de campaña, que restó más que añadió o consolidó (¿a quién se le ocurre tirar bazofia encima de alguien como Manuela Carmena?); su patético espectáculo de última hora con la declaración de la Renta (que, en mi opinión, difundió alguno de sus ya mencionados enemigos), Declaración que por otra parte exigía a los demás pero que para sí la mantenía oculta... por razones de las que nos iremos enterando. Y ¿no se han fijado en la rueda de prensa de Aguirre? ¿Cómo que eso no es un triunfo?
He mencionado la rueda de prensa, pero yo me refería a la del domingo 24-M. La del día 26-M ha confirmado ambos puntos que acabo de remarcar, acentuándolos. Y también reflejando el más absoluto desvarío y desespero que siente, yendo sin control. En estos momentos, Aguirre está peor que el 24-M a las 22:30, en pleno recuento. Ahora sí que está defenestrada.
En resumidas cuentas, aunque hubiese ganado en Madrid, Esperanza tenía poco futuro en el PP. Tarde o temprano, iba a ser ella misma e iba a sepultarse. No obstante, todavía no la entierren. Es un animal durísimo como para darlo por muerto. Puede que acabe de jarrón chino, o de una revisión femenina de Aznar (lo sacan de vez en cuando para sus votantes fieles pero dubitativos).
Por eso digo que Rajoy tiene un triunfo más, por muy rácano que sea. Pero para su propia cuenta, es un triunfo. Tal vez, el único. ¿Le bastará para contrarrestar su desapego? Ni mucho menos. Ojalá triunfase de esta manera... hasta su batacazo final, para el cual ustedes no sé, pero yo haré todo lo posible.
Alex Hernández es socio de infoLibre