Tsipras como Sócrates

Tsipras está siguiendo la máxima socrática “es preferible sufrir una injusticia que cometerla”.

Por eso convoca un referéndum al pueblo griego; él no puede cometer tamaña injusticia contraviniendo su programa y las esperanzas de todo un pueblo depositadas en los votos, debido al inaceptable acoso que está sometiendo el FMI, el BCE y la CE no solo a su Gobierno, sino a todo un pueblo, incluso voces de la CE piden descaradamente el cese de Varoufakis y Tsipras, y por ende el derrocamiento de Syriza.

La troika y sus aliados ya están en campaña en Grecia a favor del sí, por supuesto a través de aquellos partidos que la sumieron en la miseria, también voceros en España haciendo el ridículo como la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina –“ojo, que las urnas son peligrosas”, dijo–, dando el valor que algunos dirigentes tienen de las urnas, la urna orinal, que voten y luego hacer lo contrario, el voto para ellos es un desecho.

Hasta ahora, la troika ha exigido recortes en sanidad, educación, derechos sociales, reforma laboral, rebaja del sueldo base; propuestas que han realizado en gran medida el Gobierno griego, no en la magnitud que exigía, no conforme con ellas pretenden rebajar las jubilaciones, subir más el IVA y mañana, ¿qué exigirán si aceptan? Están sumiendo en la miseria política, social y económica a todo un pueblo, no solo a ellos, sus miras están en todo el Sur de Europa incluida España, donde ya han recortado lo mismo y más, porque hay que añadir incluso en los derechos humanos, denunciado por la ONU por la aplicación de la ley mordaza, desde el pasado día 1 de julio. Sin olvidarnos del saqueo del fondo reserva de las jubilaciones, creado en 1997, hoy por debajo de los 40.000 millones, cuando en el 2011 era de 83.000 millones, saqueo en menos de cuatro años de gobierno del PP. La maldad de estos dirigentes y sus lacayos no tienen límites, todo ello muy bien programado con la propaganda subliminal que potencia la individualidad como un ejercicio de libertad, cuando en realidad es más cercano al desarraigo con sus semejantes provocando el aislamiento de los individuos, el conformismo, la complicidad, la indiferencia hacia lo público.

A Grecia, le exigen reformas para el pago de su deuda, deuda contraída, no por este Gobierno, sino por los anteriores, incluso con un dictamen de Goldman Sachs, que maquilló las cuentas de cara a la CE, y donde los hoy dirigentes son antiguos empleados de esa fraudulenta empresa, entre ellos Mario Draghi, o nuestro actual ministro De Guindos, antiguo asesor a nivel europeo de la que provocó gran parte de la gran crisis mundial, Lehman Brothers, o Junker siendo presidente de Luxemburgo durante 18 años, creó el paraíso fiscal mayor del mundo. Estos son algunos de esos representantes de la Comunidad Económica Europea (CEE), que con los acuerdos secretos del tratado TTIP de los EEUU las siglas significarán Control de la Economía Europea.

La deuda griega en gran medida es de índole militar con Francia y Alemania y contraída por los gobiernos de Nueva Democracia y del Pasok, llevando a Grecia a tener más carros de combate que Alemania, Francia e Italia juntos, ser el segundo con mayor gasto de Defensa de la UE y con cinco veces el número de soldados por habitante más que en España. Es curioso, la troika y los EEUU nunca piden reducción de gastos en lo militar a ningún país de su órbita.

Los griegos deciden en referéndum el futuro de su país

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Sin olvidar el llamamiento alarmista de algunos de nuestros dirigentes actuales o antiguos, por su temor a las urnas, cuya consecuencia puede ser la clara intención de estar a favor de una forma de gobierno que garantice la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos. Entre ellos, Rajoy, al decir que Grecia tiene el deber de cumplir con sus obligaciones como han hecho otros sometidos al rescate, y de paso establecer una analogía para PODEMOS por el no cumplimiento de sus promesas electorales llamadas populistas, el cinismo de Rajoy “el cumplidor” es desmesurado, la diferencia está en que los griegos no sabían la realidad del desfalco cometido por los anteriores dirigentes y ante tanto chantaje Tsipras quiere tener el respaldo de su pueblo para actuar ante los ataques y el peligro del contraataque imperial.

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José Enrique Centén Martín es socio de infoLibre