En este final de agosto ha muerto, a los 91 años, el actor Ed Asner. Quizás un desconocido para los más jóvenes, pero un personaje emblemático de la televisión de los setenta, tras encarnar al periodista Lou Grant en la serie que, con ese título, se exhibió durante buena parte de la década en TVE. Asner participó en decenas de películas, en series televisivas tan populares como Raíces y, en los últimos años se dedicó con éxito a tareas de doblaje. En total obtuvo siete premios Emmy y cinco Globos de Oro, además de una estrella en el Paseo de la Fama, en Hollywood. Pero todo ello queda oscurecido por su papel protagonista en Lou Grant.
En Estados Unidos –y por ende en todo el mundo– la televisión ha emitido centenares de series de policías y de médicos, con todo tipo de giros y tramas para ir renovando un subgénero que aportaba desde siempre miles de horas de programación. Pero, a principios de los años setenta, apareció una serie sobre periodismo y periodistas que se ubicaba en la redacción de un gran periódico de Los Ángeles, y mostraba el día a día de los profesionales y, a través de sus capítulos, temas de la realidad poco abordados hasta entonces como el urbanismo, los movimientos sociales, el drama de las drogas, el racismo, y un largo etcétera.
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Con todo, quizás su principal originalidad y atractivo residiera en las propias relaciones de poder dentro del periódico con la dueña –la recordada señora Pingeón, dique frente a las presiones externas–, el director principal, equilibrado y prudente, el atildado y serio jefe de local, el gruñón y entrañable reportero y su compañera ofreciendo un eficaz contrapunto... y sobre todos el orondo Lou Grant, alma de la serie y del rotativo, aparentemente adusto, a veces cortante, pero que traslucía una tremenda humanidad que salía fuera de la pantalla y le convertía en el auténtico protagonista de una serie sin héroes, coral, y basada en la realidad que se vivía en aquella época.
Después vinieron otras series sobre periodistas, como Murphy Brown y varias producidas en el Reino Unido. Incluso, de la mano de Daniel Ecija, España tuvo su acercamiento al género con el inequívoco título de Periodistas, entre 1998 y 2002. También ese mundillo tuvo importante reflejo en series políticas como El ala oeste de la casa Blanca, o Borgen, pero si hay que trazar un salto de aquel viejo –y eterno– periodismo al de la era de internet, quizás sea The Newsroom el ejemplo más relevante.
En España, apresada entre el tardofranquismo y la balbuceante transición, Lou Grant fue más allá de una serie de éxito. Iniciada justo cuando el periodismo nacía como carrera universitaria, mostraba temas y asuntos aún no permitidos, y unos profesionales tremendamente implicados en su tarea. No era, en absoluto, un espejo de la realidad de entonces, pero sí de la que una generación entera de incipientes periodistas quería ser. Ese carácter es el que confiere a Lou Grant, y a su encarnación Ed Asner, en un brillante y trascendente ejemplo. Sin él, muchos de los que se han dedicado después a este oficio no habrían soñado que algún día acabarían en la redacción de un periódico.
En este final de agosto ha muerto, a los 91 años, el actor Ed Asner. Quizás un desconocido para los más jóvenes, pero un personaje emblemático de la televisión de los setenta, tras encarnar al periodista Lou Grant en la serie que, con ese título, se exhibió durante buena parte de la década en TVE. Asner participó en decenas de películas, en series televisivas tan populares como Raíces y, en los últimos años se dedicó con éxito a tareas de doblaje. En total obtuvo siete premios Emmy y cinco Globos de Oro, además de una estrella en el Paseo de la Fama, en Hollywood. Pero todo ello queda oscurecido por su papel protagonista en Lou Grant.