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Música

Belako: “En unos años desaparecerán las discográficas”

Belako: “En unos años desaparecerán las discográficas”

Belako es una de las bandas emergentes del momento. Naturales de Munguia (Bizkaia), con apenas cuatro años de trayectoria, han conseguido recibir algunos de los premios más importantes del panorama musical, como El Ojo Crítico de RNE o el artista revelación de Rolling Stone España, además de tocar en macroeventos como BBK Live, Low Festival o teloneando al mismísimo Elvis Costello. Ahora, dos años después de su primer disco y tras haber sacado un par de EP, Belako vuelve a lanzarse a la aventura y sacará su segundo álbum a principios de 2016.

La banda se mueve entre multitud de géneros, razón por la que se las ha etiquetado de post-punk, noise, new wave e, incluso, electrónica. Pero, ¿cómo definen ellos su música? “Soul”Soul, responde Josu entre las risas de sus compañeros, Cris y Laren. Las tres cuartas partes de Belako reciben a infoLibre en unas oficinas del centro de Madrid, donde explican que están algo hartos de las etiquetas. “Ahora estoy diciendo esto del soul en las entrevistas”, cuenta Josu, a lo que Cris añade: “Nos ha costado, pero dio con ello”. Esta autoetiqueta, que dista bastante del sonido de Belako, tiene un motivo. “Después de tantas etiquetas, al final lo que mejor abarca todo lo que hacemos es soulEn directo lo vivimos a saco, no lo preparamos, no nos miramos al espejo para ensayar, surge de dentro. Suena ñoño, pero es soul”, argumenta.

EURIE by Belako

A ello, Cris añade que para ellos es “un poco forzado decir que somos un género”. Por ejemplo, las canciones iniciales tenían semejanzas claras con Joy Divison o The Cure, algo que ha ido evolucionando con los años. “No encajamos en las etiquetas, igual en un tercer disco hacemos algo completamente distinto. No nos queremos encasillar”, asevera.

Si les preguntan por grupos influencias, nombran una infinidad, pero el primero es Arcade Fire, “que es un poco como nosotros: hacen lo que les da la gana”. Tras él, David Bowie –“que es un eclíptico”, matiza Cris– o grupos como Sonic Youth. Sus letras suelen estar, mayoritariamente, escritas en inglés, pero en sus publicaciones suele haber siempre hueco para el euskera. “El inglés lo utilizamos porque casi toda la música que escuchamos y nos gusta es anglosajona”, reconocen, aunque “el euskera es nuestra denominación de origen y le da riqueza al grupo. Es una forma de mostrar cariño al hogar”.

“Hace ilusión cantar en euskera fuera de Euskadi, allí está bien pero mucha gente lo hace”, dice Josu, que explica lo emotivo de “cantar canciones en vasco fuera de Euskadi y que la gente se mueva”. Preguntados por la gran cantidad de producción musical en su tierra, Josu lo tiene claro: “El franquismo jodió mucho con la censura en Euskadi”. El guitarrista de Belako cuenta que “había mucho contrabando de discos en la frontera, sobre todo en Irún y en los pueblos costeros, donde venían muchos barcos con discos”. Además, aunque lejos de estilo, admite que “el rock radical vasco, que abrió la veda, surgió como respuesta a un montón de injusticias, la situación social de la época…”. “Fue una acción-reacción”, interrumpe Cris, a la que Lander, el batería de la formación añade: “Si no se hubiera respondido de esa manera, igual ahora no habría tanta escena musical”.

“En los periodos de crisis es cuando más florece la actividad creativa y hay una efervescencia de la que nosotros hemos bebido”, sentencia Cris, que se encarga de los teclados y la voz en la banda.

Un grupo y un sello independiente

Pero Belako no es solo un grupo, también es un sello independiente. “Belako Records se creó para mantener nuestros derechos de autor y evitar que viniera cualquier guay desde fuera a decir cómo teníamos que hacer las cosas”, dice en tono más serio Lander, que explica que tuvieron alguna “mala experiencia” en el pasado que no quieren que se repita.

Así, los dos EPs que publicaron tras su primer disco salieron ya con nuestro propio sello. “Queríamos salir a la aventura sin estar apoyados por una empresa”, cuenta el batería, aunque reconoce que colaborarán con Mushroom Pillows para la promoción y distribución del nuevo disco: “Esta fórmula nos sirve para que nos ayuden pero podamos mantener nuestros derechos y todo lo artístico del grupo”.

Una independencia a nivel artístico que también tiene su contrapunto. “Tienes que estar pendiente de todo… Es un trabajo más”, dice Josu, a lo que Cris añade que necesitan muchas veces de la ayuda de amigos y familia. “Tenemos un poco de morro”, bromea.

Queda claro que Belako no tiene mucha confianza en el mundo de las discográficas, pero ¿cómo ven la situación desde fuera? “Alejandro Sanz te dirá que está de puta madre, aunque ha empeorado la cosa en los últimos años”, asevera Lander, que matiza que no cree “que vaya tan mal, sino que han cambiado las cosas”. “¿No vendes discos? Pues te jodes, pero tienes otras vías. Puedes estar quejándote y llorar o adaptarte a los nuevos tiempos. Vas a vender menos discos, pero con Internet igual llegas a más gente y te salen más conciertos”, reflexiona el encargado de poner el ritmo a Belako, que asegura que “en unos años van a desaparecer las discográficas” y que muchos grupos sacarán discos sin editarlos en formato físico. “No son buenos tiempos, pero no solo en la música”, lamenta.

Mientras tanto, Josu cree que “lo que harán las discográficas será chupar más de los derechos de autor del artista. Lo que antes era para el artista, al no haber ventas, reducirán más su parte”. “Los derechos del autor son para el autor, ¿para quién si no?”, se pregunta el guitarrista, a lo que Lander añade: “Ese es el porqué de Belako Records”.

Uno de los grupos que ha apostado por la autogestión de su música es Vetusta Morla, una de las bandas más exitosas de los últimos años en España, que llena cada vez más pabellones. Cuando les preguntan por ellos, en Belako reconocen que “se lo curran mucho”. “Eso también te quita años de vida”, bromea Josu, que apunta: “Vetusta Morla son la excepción que confirma la regla: autogestionándose llenan estadios”.

Vivir de la música

“Estamos lejísimos de eso”, dice Cris entre resoplidos de sus compañeros cuando les preguntan si han conseguido ya que Belako sea un trabajo que les dé de comer. “Estoy un poco harta de que la gente se crea que estamos forrados. No es que no sea verdad, es que estamos muy lejos. Bastante con que cubrimos gastos, y malamente”, lamenta la cantante. “Alguna vez hemos repartido algo de dinero, pero estamos muy lejos de vivir de la música”, añade Lander.

Otro de los inconvenientes de sus integrantes, de apenas 20 años de edad, es compatibilizar el ritmo de actividad de Belako con un trabajo. “¿Qué curro te permite trabajar de lunes a jueves o, incluso, miércoles?”, lamenta Cris, que acabó de estudiar Bellas Artes hace un año y ahora es profesora particular de francés.

“Te dan un montón de premios y salen en un montón de sitios… Pero la cartera sigue vacía”, asevera Josu, a lo que Cris añade que “dan ganas de seguir, aunque tengamos problemas de pasta y no podamos llegar a todo. Pero te están diciendo que lo que haces mola”. “El problema será el día que no nos mole, que nos tendrán que dar mucho dinero para seguir”, dicen entre risas.

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Y, a todo ello, el IVA al 21% no ayuda. “Es una vergüenza”, critican, “en Francia el IVA es ridículo y la SGAE es otra historia. Aquí vale mucho dinero alquilar una sala y hay que poner entradas a 12 o 15 euros… La gente de nuestra edad no se lo puede permitir y perdemos mucho público por eso”.

Aun así, aseguran que siguen con las mismas ganas del primer día, pero con la “responsabilidad de dar la cara” con el nuevo disco, cuyo lanzamiento está previsto a finales de enero: “Ya sabemos que los temas viejos funcionan, ahora hay que dar la cara con el nuevo”.

Aunque ahora toca “mover el disco y que la gira salga del territorio español”, admiten que el escenario que más nervioso les pone es el de casa. “En el último concierto en Bilbao estábamos más nerviosos que nunca. Dan más nervios que te vean cuatro colegas que miles de desconocidos. En casa tienes que demostrar”.

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