"A menos presupuesto, más mujeres": la mirada femenina domina en los diez documentales de los Goya

"En el documental es donde más mujeres directoras hay porque es donde menos presupuesto hay y donde más existe el 'yo me lo guiso yo me lo como'". Esta es la fotografía que hace para infoLibre Amaya Villar, cineasta nominada al Goya en la categoría de Mejor Película Documental por Contigo, contigo y sin mí, una personalísima historia sobre sus propias relaciones amorosas que termina convirtiéndose en una reflexión antropológica y política universal sobre el papel de la mujer en el amor de pareja.

"Me sorprendió, porque yo misma no sabía que era donde más mujeres había por tener menor presupuesto", reconoce la directora, que conoció este dato participando en un programa de la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA), cuyo último informe de 2022 sigue mostrando la brecha de género en el cine español al constatar que las películas dirigidos por mujeres tienen un 41% menos de presupuesto con respecto a la financiación con la que cuentan los directores (ese mismo año el porcentaje de directoras de largometrajes fue del 24% frente al 76% de los hombres). Esta máxima se cumple en los documentales nominados este año a los Goya pues, sumando las categorías de Mejor Película Documental y Mejor Cortometraje Documental, de un total de diez aspirantes, hay seis mujeres y tres hombres (más una cinta dirigida a tres cabezas por una mujer y dos hombres)

El propio documental de Villar es un ejemplo paradigmático de esta brecha, pues ha llegado a hacerse realidad porque ella ha ejercido de directora, guionista, montadora y animadora. "También ocurre que nosotras somos más luchadoras y sacamos adelante cualquier proyecto con el presupuesto que sea", apostilla, al tiempo que recuerda que en sus inicios como estudiante audiovisual tenía en mente dedicarse a algún puesto técnico, no porque no quisiera ser directora, sino porque la falta de referentes de entonces la hacía entender que no era una posibilidad real.

Sumar los nominados finales a los Goya de este año en Mejor Película Documental y Mejor Cortometraje Documental constata esta mayoría femenina, principalmente en esta última, que al contar con menor metraje precisa por lo general menos presupuesto. Así las cosas, al premio como Mejor Cortometraje Documental aspiran cuatro mujeres y un hombre: Mabel Lozano, Neus Ballús, Sandra Reina, Silvia Venegas y Javier Polo. En el apartado de Mejor Película Documental pueden ganar el cabezón Claudia Pinto, Amaya Villar, José Antonio Hergueta y Arturo Menor (el desempate queda en manos del trío integrado por Cristina Tenas, Rogelio González y Santos Bacana, todos ellos directores de Esta ambición desmedida).

Esta presencia mayoritaria de mujeres en las dos categorías documentales hace notar también la presencia de esa mirada femenina en la forma de contar y en las temáticas. Empezando de nuevo por los cortometrajes, encontramos Ava (Mabel Lozano), un documental sobre la esclavitud sexual de las más vulnerables; Herederas (Silvia Venegas), un homenaje al legado desconocido de las que hace un siglo lucharon por derechos como el voto femenino; El bus (Sandra Reina), sobre el viaje de ida y vuelta de un fin de semana de permiso de unos presos; Blow! (Neus Ballús), acerca de una investigadora de cetáceos que quiere grabar el sonido de las ballenas. Completa esta categoría Una terapia de mierda (Javier Polo), una parodia de las pseudoterapias.

En el apartado de Mejor Película Documental, junto a Contigo, contigo y sin mi (Amaya Villar) encontramos Mientras seas tú (Claudia Pinto), centrada en su amiga la actriz Carme Elias después de que fuera diagnosticada con alzheimer; Iberia, naturaleza infinita (Arturo Menor), un relato naturalista sobre un águila real que expulsada de su territorio recorre la península en busca de su supervivencia; Caleta Palace (José Antonio Hergueta), sobre el asedio a Málaga el inicio de la Guerra Civil antes de que los fascistas se hicieran con la ciudad; y el relato de C. Tangana en Esta ambición desmedida (dirigido por Cristina Tenas, Rogelio González y Santos Bacana).

"Esta variedad es una muestra de la diversidad y riqueza en cuanto a historias y maneras de contar, así como del talento que hay en el documental", destaca a infoLibre José Antonio Moreno, productor junto a Silvia Venegas de Herederas, un cortometraje que, según relata, surge de "una mirada muy personal de la directora que, con su propia voz, nos trae a las mujeres pioneras del siglo XX al contexto social actual". 

En la misma dirección apunta José Antonio Hergueta, director de Caleta Palace, quien ve en la diversidad de los nominados la "vigencia" y la "vitalidad" del género documental. "El abanico es muy grande y hay público para todo", afirma este cineasta con amplia trayectoria en proyectos centrados principalmente en la memoria histórica y democrática relacionada con la Guerra Civil. "La riqueza del documental es que toca todos los estilos y hay muchas maneras de escribirlos audiovisualmente", plantea a infoLibre.

Y aprovecha para lanzar cierto lamento: "El documental sufre un poco porque a veces se confunde con el reportaje de televisión, que es muy ligero. Ves la producción en Francia de documentales históricos y es abrumadora. Y además el público es muy fiel. Con el patrimonio que tiene España... lo que pasa aquí es que a veces se hacen documentales de literatura o patrimonio muy televisivos que son más bien reportajes, no películas. Ahí hay un espectro grande entre aportar una mirada y simplemente ser informativo y televisivo".

Incide Villar igualmente en la idea de la variedad que ha llegado hasta la última ronda de los Goya como resumen de toda la producción documental anual. "Esa variedad es la que toma un poco el pulso de que tenemos mucha amplitud de miras, muchas historias que contar y muchas maneras de contarlo", afirma, para acto seguido animar a fijarse en las diferencias de las nominadas: "El hecho de que cada una tenga su propio lenguaje, unas con voz en off, otras con actores, una con un personaje famoso, otra con un animal y una completa desconocida como yo. Esto hace ver la enorme variedad de temas y de maneras de expresarlos".

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Lo que ocurre, según lamenta la directora es que la industria "se fija mucho más" en las ficciones de los largometrajes "por los grandes presupuestos que manejan". Y recoge el guante Hergueta al asegurar que el público "aceptaría con gusto más documentales" con la calidad cinematográfica de todos estos finalistas: "El documental está relegado. La televisión pública le presta atención y ve el éxito, por ejemplo en Imprescindibles, pero podrían animarse a más. Yo de una tele pública nacional europea como España esperaría más, mientras las privadas están muy ausentes, hacen cosas muy comerciales y se quedan demasiado en argumentos económicos. Las cantidades que se dedican al documental en la televisión pública o en el Ministerio de Cultura desgraciadamente son pocas. También hay fundaciones o diputaciones que apoyan, pero a veces no son conscientes de lo difícil y costoso que es hacer una buena producción".

"Cada película debe encontrar su lugar y su público". plantea Moreno, quien piensa en el documental como un "gran formato" y no como "algo menor". Por eso, asevera, al público "le encanta ver una historia real bien contada en un documental", una afirmación que Hergueta aprovecha para comparar con esos otros documentales de las plataformas de streaming que él considera "más superficiales, efectistas e informativos, pero que también cumplen una función". "Un documental es una buena película si está bien contado", apostilla Moreno.

Para Villar, los documentales aportan una "mirada distinta, originalidad, aprendizaje porque nos abren la mente y variedad al salirse un poco de la zona esperable". "El documental da una libertad y una frescura que no se ve tanto en las ficciones", asegura, comentando divertida que cuando el público sale de las proyecciones de Contigo, contigo y sin mí le dice que "es como una película". "Y yo pienso 'es que es una película'. Habremos avanzado en este entendimiento de qué es un documental cuando puedan también estar nominadas por ejemplo a mejor película. Porque al final todos son una película, cuentan una historia y tienen sus grandezas. Estamos avanzando hacia que se difuminen los límites entre los géneros y entre la ficción y el documental", argumenta, antes de que Hergueta remate: "Nos falta cierto músculo presupuestario, pero en creatividad y capacidad ha mejorado muchísimo, así que hay recorrido por delante para el documental en España".

"En el documental es donde más mujeres directoras hay porque es donde menos presupuesto hay y donde más existe el 'yo me lo guiso yo me lo como'". Esta es la fotografía que hace para infoLibre Amaya Villar, cineasta nominada al Goya en la categoría de Mejor Película Documental por Contigo, contigo y sin mí, una personalísima historia sobre sus propias relaciones amorosas que termina convirtiéndose en una reflexión antropológica y política universal sobre el papel de la mujer en el amor de pareja.

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