La cultura pasa por ser uno de los temas más recurrentemente olvidados en los debates y mítines electorales, donde queda sepultada bajo el peso de la actualidad y otros asuntos más propicios para la confrontación. La cultura, espacio de encuentro, no puede por lo general competir con, por ejemplo, la economía o la sanidad a la hora de generar titulares y captar la atención de potenciales votantes.
Tampoco está especialmente representada en los diferentes programas electorales. Cuatro páginas específicas dedica el PSOE en su programa marco municipal de un total de noventa, eso sí, con una quincena de medidas concretas (el programa marco para las autonómicas llega hasta las seis páginas de 103). Por su parte, el apartado de cultura del PP se extiende a lo largo de cinco de las 105 páginas de su programa electoral marco. Podemos hace diversas menciones a la cuestión, mientras que Vox enumera una serie de propuestas en dos páginas compartidas con la educación, y Ciudadanos la obvia por completo y no la menciona ni en una sola ocasión en sus directrices a nivel nacional.
Porque, claro, huelga recordar que al tratarse de comicios municipales y autonómicos, son los candidatos a los municipios y las autonomías los que, cada cual en función de sus intereses y necesidades, proponen medidas concretas. Y también ocurre que, más allá de lo que está escrito negro sobre blanco en los programas marco que diseñan la senda general a transitar, surgen nuevas ideas no recogidas en los programas, como la anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que los mayores de 65 años puedan acudir una vez a la semana al cine por un precio de tan solo dos euros.
Batería de medidas del PSOE
Sea como fuere, dejando la pertinente libertad a cada territorio, el PSOE pone sobre la mesa una buena batería de medidas globales a aplicar en todas partes (es el partido que más puntos concretos propone). Defiende, por ejemplo, crear y consolidar, allí donde ya existan, los Consejos Locales de Cultura, entendidos como órganos consultivos a fin de promover la colaboración en el diseño de una Estrategia Cultural Local, contando con objetivos y medidas sistemáticas, que contemplen la mejora en el acceso de la ciudadanía a las manifestaciones culturales, el impulso al empleo cultural, así como a las industrias creativas y la formación de nuevos públicos.
Aboga, asimismo, por favorecer el acceso a la cultura de todos los públicos con iniciativas como el Bono Cultural, especialmente entre los más desfavorecidos, los mayores y los niños través de actividades extraescolares públicas. Los socialistas quieren también reforzar la red de escuelas municipales de música, danza y otras disciplinas, así como prestar especial atención a las bibliotecas públicas y programas de fomento de la lectura, además de apoyar a los sectores profesionales vinculados a las distintas manifestaciones intelectuales y artísticas. Por último, expresa su compromiso a apoyar y potenciar las iniciativas culturales en zonas rurales y velar por el patrimonio histórico-artístico y por la conservación y difusión del patrimonio inmaterial propio de cada territorio.
El espíritu socialista es el mismo a nivel autonómico, si bien, claro, hay medidas específicas para estas administraciones como mejorar el marco jurídico en el que debe operar el sector económico de la cultura, o poner en valor la cultura como herramienta para afrontar la transformación del modelo industrial, la despoblación o la participación de los jóvenes en la democracia. El PSOE se compromete en su programa marco autonómico también a fomentar las políticas de difusión del patrimonio, alfabetización audiovisual y formación de audiencias, además de impulsar la colaboración público-privada en el sector.
Propuestas del PP
El PP, por su parte, no diferencia entre municipios y autonomías y tiene un único programa marco en el que da prioridad al diseño de políticas culturales eficaces que garanticen el derecho de acceso a la cultura. Se compromete, en esta línea, a impulsar políticas culturales con acciones transversales que integren la dimensión artística, la educativa y la económica de la cultura, así como a poner en valor nuestro patrimonio histórico y artístico, fomentar la creación y crear redes estables entre municipios que permitan compartir proyectos culturales.
Aún hay más compromisos por parte de los 'populares', entre los que desatacan la defensa de los derechos de propiedad intelectual, eliminar el exceso de burocracia en el ámbito cultural, renovar y ampliar su apoyo con el Plan PLATEA (Programa Estatal de Circulación de Espectáculos de Artes Escénicas en Espacios de las Entidades Locales). También quiere desarrollar iniciativas como Llega al cine, que pretende fomentar el acceso al séptimo arte de distintos públicos en núcleos rurales y urbanos pequeños favoreciendo la distribución y exhibición de películas. Y pone el foco en los festivales de música como oportunidad de difusión cultural, apostando por la agilización de permisos administrativos y fomentando la profesionalización de la industria musical.
Igualmente, el PP apuesta por potenciar la creación y el desarrollo de escuelas municipales y de colaboración público-privada, apoyar con recursos económicos el trabajo de orquestas y bandas de música del ámbito autonómico y municipal, fomentar la lectura. También quiere poner en marcha programas de becas de formación en diversas materias culturales para menores de 25 años y, por último, se compromete a desarrollar medidas en defensa y promoción de las tradiciones taurinas.
Personas LGTBI o tauromaquia
Desde la defensa genérica de la descentralización de la cultura, no hay un epígrafe específico en el programa marco de Podemos, donde sí que expresamente se aboga por el fomento de contenidos y proyectos impulsados por personas LGTBI en promoción de la cultura y equipamientos culturales municipales. En otra parte del texto, se apuesta por la garantía de una programación cultural pública con diversidad y perspectiva de género que impulse los proyectos de creación de mujeres y los contenidos feministas, desarrollando, de este modo, metodologías, indicadores y buenas prácticas sobre los hábitos culturales en los ámbitos municipal y autonómico. Además, la formación propone la creación de un cuerpo específico de agentes de igualdad que fomenten la transversalización de las políticas de igualdad en todos los ámbitos: planes de coeducación en primaria y secundaria, planes de igualdad en empresas, prevención en el sector de la salud y representación en la cultura.
En un capítulo compartido por educación y cultura, Vox exige el "debido reconocimiento" a la lengua española a nivel internacional, empezando por la Unión Europea. y coincide con el PP en impulsar una ley de protección de la tauromaquia como parte del patrimonio cultural español. Del mismo modo, pretende proteger la caza como actividad necesaria y tradicional del mundo rural, y se compromete a combatir las desigualdades de oportunidades que separan a los ciudadanos del medio rural y del urbano en desigualdad digital, educativa, sanitaria y cultural. Importante para el partido de ultraderecha es impulsar una ley de mecenazgo para que particulares y empresas puedan participar en la creación cultural, aumentando la deducción fiscal de las aportaciones, así como la restauración y protección del extenso patrimonio cultural nacional. Y finaliza este apartado comprometiéndose con el fomento del arraigo a la tierra, manifestaciones folclóricas y tradiciones de España y de sus pueblos dentro de la óptica de la Hispanidad.
Cultura descentralizada y fuente de cohesión social
A lo largo de poco más de tres páginas, ERC reivindica el municipalismo y la cultura como fuente de transformación y cohesión social destacando una serie de medidas concretas como dedicar un "porcentaje significativo" del presupuestos de los ayuntamientos a la cultura para hacer políticas diferentes para la ciudadanía. Otra es apostar, en la medida de las posibilidades, por la aplicación de la gestión cívica de los equipamientos municipales y de su programación para, de esta manera, reforzar los proyectos basados en la proximidad y que tengan un alto grado de sintonía con el territorio y las entidades municipales. Esto nos lleva a otra iniciativa destacada por la formación republicana: fomentar e impulsar la creación artística local y promover la presencia de jóvenes y mujeres creadoras de cada municipio en su territorio.
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EAJ-PNV, por su parte, entiende que el ámbito foral y local es esencial para impulsar la cultura. Por ello, se compromete a proteger e impulsar sus tradiciones y manifestaciones culturales propias, apoyar a las asociaciones y colectivos culturales locales y la actividad que desarrollan, incorporándolos como activo de la riqueza de la participación y la colaboración en cada municipio. Apuesta en este tenido también por desarrollar agendas culturales que ofrezcan actividades para todas las edades y para todos los intereses, colaborando para ello a nivel comarcal para aprovechar sinergias y utilizar la cultura como instrumento de hermanamiento y cohesión del territorio. Además, se compromete la formación vasca a apoyar el descubrimiento de otras culturas y usar la cultura como elemento favorecedor de integración, convivencia y valores.
27 de 365 páginas dedica Más Madrid a la cultura dentro de un documento profundamente detallado que remarca el compromiso público con la cultura y la necesidad de la descentralización cultural. Casi un centenar de propuestas concretas entre las que encontramos la creación de un cine itinerante por los municipios de la Comunidad de Madrid, renovar la red de teatros, crear más ayudas y líneas de financiación para el sector y una oficina de atención al tejido cultural, promover la cultura en el medio rural, apoyo a mujeres artistas y profesionales del sector, implementar buenas prácticas de género en las instituciones culturales, reforzar el fomento de la lectura y las bibliotecas escolares, crear una biblioteca social, recuperar la financiación para escuelas de música y danza municipales o, por último, garantizar la diversidad étnico-racial.
Medio centenar largo de propuestas recoge el programa marco de Compromís, que dedica ocho páginas de 124 a la cultura. Entre los puntos destacados, la creación de Consejos Comarcales de Cultura, garantizar el acceso a la cultura para todos con perspectiva de género, elaborar un plan de fomento de la cultura popular valenciana, crear más escuelas públicas culturales para jóvenes, reducir la brecha de género, elaborar un plan de bibliotecas, seguir reforzando la producción artística en valenciano, visibilizar influencers, creadores y creadoras de contenidos en TikTok, Instagram y YouTube, con una especial atención a aquellos contenidos en valenciano o reclamar el retorno de la Dama de Elche a su localización original.
La cultura pasa por ser uno de los temas más recurrentemente olvidados en los debates y mítines electorales, donde queda sepultada bajo el peso de la actualidad y otros asuntos más propicios para la confrontación. La cultura, espacio de encuentro, no puede por lo general competir con, por ejemplo, la economía o la sanidad a la hora de generar titulares y captar la atención de potenciales votantes.