Cultura
Dylan, Poniatowska, Spielberg: la cultura de 2018
¿Estaba predestinada la novela Patria, de Fernando Aramburu, un autor desconocido hasta hace poco para la mayoría de los lectores, a alzarse con el deseado título de "libro del año"? ¿Cuándo se convirtió la independiente película Moonlight en un fenómeno capaz de arrebatarle el Oscar a La La Land? ¿Alguien apostó, antes de su estreno, a que la ópera prima Verano 1993 sería una de las obras más relevantes de 2017 para el cine español? Pese a los éxitos de ventas y los taquillazos orquestados, la cultura cuenta aún (afortunadamente) con cierto grado de improvisación. Y, aún así, quizás para hacer frente a la incertidumbre o quizás por impaciencia, apenas comenzado el 2018 ya oteamos el horizonte para ver qué nos deparan los próximos 12 meses.
El año recién estrenado estará marcado, desean los productores y exhibidores de cine, por la bajada de su IVA del 21% al 10%, donde le esperan ya las entradas a los espectáculos en directo. Si se aprueba, según lo prometido por PP y Ciudadanos, con los próximos Presupuestos Generales —por ahora, ante la falta de acuerdo, se han prorrogado los de 2017—, ese será seguramente el acontecimiento de la temporada. Para amenizar la espera, o en el caso de que el Gobierno falte a su palabra, tocará hablar de las fechas del nobelizado Bob Dylan en España, de las nuevas obras de Elena Poniatowska o Haruki Murakami y del estreno de filmes como La forma del agua, de Guillermo del Toro, o la serie La peste, de Alberto Rodríguez. Sabiendo, eso sí, que las sorpresas del año llegarán sin hacer ruido.
Un comienzo de Oscar
Como suele ser habitual, el año se estrena con el desfile de premios cinematográficos patrios —los Goya se entregan el 3 de febrero— y el aterrizaje en las salas españolas de algunas las favoritas al Oscar, que se conocerán el 23 de enero. Aunque Steven Spielberg no necesita la promesa de un premio de la Academia para generar ruido, su Los archivos del Pentágonoes ya una de las más señaladas. El director se rodea de Meryl Streep y Tom Hanks para construir un alegato de la libertad de prensa en torno a la figura de Katharine Graham, editora de The Washington Post. Trump no estará contento. La forma del agua, una fantasía sobre la diferencia ambientada en la Guerra Fría, ha situado al mexicano Guillermo del Toro en la carrera del Oscar. El filme toca, de nuevo, un asunto candente, tanto en Estados Unidos —donde los extranjeros son bautizados con el término legal alien— como en Europa, y llega a España en febrero, tras la ceremonia.
En el apartado español, queda la muy poco nacional secuela de Jurassic Park dirigida por J. A. Bayona: Jurassic World: El reino caído llegará a las salas en verano. Loving Pablo, el biopic de Fernando León de Aranoa sobre el narcotraficante Pablo Escobar y su amante, cuenta con Javier Bardem y Penélope Cruz en los papeles principales. Ellos están ya nominados al Goya, aunque la película llegue a España en primavera, y aunque la crítica ha sido dura con el trabajo de Aranoa. Quizás uno de los filmes más esperados sea El fotógrafo de MauthausenEl fotógrafo de Mauthausen, en el que la debutante Mar Targarona sigue a Francesc Boix, el catalán que consiguió retratar Auschwitz durante su encarcelamiento en el campo. La película, protagonizada por Mario Casas, está prevista para el próximo otoño.
Curiosamente, dos de los estrenos más esperados del audiovisual español no se verán en cine, sino en televisión. Por un lado está La peste, de Alberto Rodíguez y Rafael Cobos (La isla mínima, El hombre de las mil caras), un thriller ambientado en la Sevilla del siglo XVI (Movistar+, 12 de enero). Por otro, Fariña, la adaptación del libro homónimo del periodista Nacho Carretero sobre el narcotráfico gallego (Antena 3, producida por Bambú).
Un Nobel bajo los focos
La última vez que Bob Dylan visitó España, hace tres años, no lucía aún los laureles del Nobel. Robert Allen Zimmerman se prodiga más entre sus fieles que ante los académicos suecos, que tuvieron que esperar sentados a que el premiado se dignara a aceptar galardón. Con sus 100 citas anuales, el Never ending Tour (su Gira Interminable en marcha desde hace 30 años) pasará en 2018 por Salamanca (Pabellón Multiusos Sánchez Paraíso, 24 de marzo), Madrid (Auditorio Nacional, 26, 27 y 28 de marzo) y Barcelona (Teatre del Liceu, 30 y 31 de marzo). El cancionero tradicional estadounidense con el que trabaja ahora el músico dejará con la miel en los labios a quienes vayan buscando sus grandes hits, pero el poeta brindará a cambio —al piano y lejos de las cuerdas— standards ya versionados por artistas como Billie Holiday o Louis Armstrong.
El de Minnesota es capaz de eclipsar —y el brillo de la medalla de Alfred Nobel ayuda— incluso a otros grandes nombres que ya hacen taquilla en España. Ringo Starr deja el estudio de su casa de Los Ángeles para llevar Give more love, su último álbum —y van 19— a Barcelona (St Jordi Club, 26 de junio), Madrid (WiZink Center, 28 de junio), A Coruña (Coliseum, 29 de junio) y Bilbao (Bizkaia Arena BEC, 1 de julio). Roger Waters también recala en Madrid y Barcelona en primavera con un show que promete los grandes éxitos de Pink Floyd, y en 2018 pisarán también los escenarios españoles Kiss, Scorpions, Ozzy Osbourne, Judas Priest, Pearl Jam, Metallica... y Lady Gaga, que recupera su concierto pospuesto el pasado septiembre. Agenda —y bolsillo— apretada para los melómanos.
En la escena española, será el año de revelaciones del 2017 como Rosalía o Maria Arnal y Marcel Bagés.
De Japón a México
De un Nobel de Literatura a un eterno aspirante: Haruki Murakami probablemente no conquiste a la Academia Sueca en 2018, pero sus lectores españoles tendrán al menos el consuelo de la publicación de Matar al comendador el próximo otoño. El trabajo del novelista japonés se editó originalmente en dos volúmenes y con una primera tirada de 1,3 millones de ejemplares. En otra escala se mueve el nuevo trabajo de la escritora y periodista Elena Poniatowska, Premio Cervantes de 2013, que en Las indómitas (publicado originalmente en 2016, dentro de dos meses en España) recupera sus ensayos sobre mujeres como Nellie Campobello, testigo de la revolución mexicana, o Josefina Bórquez, la mujer tras Jesusa Palancares, protagonista de Hasta no verte Jesús mío.
Al ensayo se lanza también Mario Vargas Llosa, que en La llamada de la tribu (marzo) se sigue a sí mismo y a su viaje intelectual desde la izquierda entusiasmada con Fidel Castro al neoliberalismo fan de Esperanza Aguirre. No es la primera vez que el Nobel peruano utiliza esa figura para criticar "el colectivismo" como una "abdicación e la responsabilidad". El libro promete encender a sus antiguos compañeros de trinchera. Antonio Muñoz Molina recoge, por su parte, una multitud de voces que le ayudan a construir en Un andar solitario entre la gente (febrero) la vida de las ciudades a partir de sus habitantes. John Le Carré regresa a sus orígenes de la Guerra Fía con El legado de los espías, el primer gran título de 2018 (9 de enero). Pero también espera a los lectores el primer trabajo de Fernando Aramburu tras Patria, su autobiográfico Autorretrato sin mí (finales de febrero).
Menos deslumbrante, pero quizás más relevante para el futuro de la literatura en español, es la publicación de Bogotá-39. Bogotá-39Diez años después de su última edición, la lista impulsada por el certamen literario Hay Festival señala a los mejores 39 escritores latinoamericanos menores de 40 años. Entre ellos figuran la argentina Samanta Schweblin (Siete casas vacías), la peruana Claudia Ulloa Donoso (Séptima madrugada) o el chileno Diego Zúñiga (Niños héroes). El volumen homónimo recoge un texto de cada uno y llega a las librerías a finales de enero.
Un año sin Picasso
Los principales museos nacionales comienzan un año algo particular. El Reina Sofía aumentó su número de visitantes en 2017 un 3,6%, un número no demasiado halagüeño teniendo en cuenta que el centro contaba con el empuje del 80º aniversario del Guernica. Y los primeros meses de 2018 no tienen grandes atractivos para el gran público, más allá de Pessoa. Todo arte es una forma de literatura, que tras el nombre del autor portugués explora las vanguardias portuguesas a las que el escritor acompañó. Desde primavera y hasta comienzo de la siguiente temporada, el museo contará con las exposiciones monográficas de Beatriz González, Dora García, marc Pataut y Eusebio Sempere.
El Museo Thyssen-Bornemisza, apellidado Nacional desde el pasado año por voluntad del Ministerio de Cultura, ha tenido un ejercicio preocupante. Decía su director, Guillermo Solana, a este periódico el pasado abril: "Espero que en el otoño se recupere un poco el pulso, aunque no va a ser un gran año". Y, aunque la muestra dedicada a Picasso y Lautrec ha venido a frenar la caída, no se equivocaba: el centro ha perdido un 20% de los visitantes ganados en 2016. El ejercicio que comienza pretende retomar fuerzas con nombre con tirón como Sorolla y la moda en primavera y Monet/Boudin en verano.
También ha caído, aunque un mucho más moderado 6,9%, el Museo del Prado. El 2018 es un buen momento para la pinacoteca, que comienza la celebración de su bicentenario el próximo noviembre y la extiende durante el siguiente ejercicio. Habrá que esperar hasta esos meses aún lejanos para ver la muestra Circa 1819, que recorre las décadas anterior y posterior a la apertura del Prado a través de 75 obras europeas, y Velázquez, Rembrandt y los Siglos de Oro Holandés y Español, en colaboración con el Rijksmuseum de Amsterdam. Más cerca puede quedar el inicio de las obras del Salón de Reinos, ideadas por el arquitecto Norman Foster. Pero eso depende, de nuevo, de los Presupuestos.