¿Es ver una exposición y entrarle la gula? ¿O empezar a escuchar un buen disco y querer tomarse un vino? Varios eventos que coinciden en el tiempo –las próximas semanas- y el espacio –Madrid- han tenido la amabilidad y el buen tino de adelantarse a sus necesidades. No uno ni dos, sino cientos de espacios de la capital acogerán estos días diferentes actividades de catas artísticas.
Con el congreso internacional Madrid Fusión a la vuelta de la esquina (del 2 al 4 de febrero), varias iniciativas aprovechan el relumbrón de los cocineros estrella para ofrecer actividades que quieren tender puentes entre gastronomía y cultura. Este tipo de experiencias, aunque no son novedosas (existe por ejemplo desde 2004 una fundación dedicada a tales cuestiones, Arte y Gastronomía), parecen estar viviendo actualmente un momento de eclosión.
El objetivo, como explica José Berasaluce, historiador de la Universidad de Cádiz y corresponsable de la empresa Catas con arte, que desembarca en la capital procedente de Andalucía, consiste en “transmitir ideas de la cultura” en torno a una buena mesa y rodeado de una aún mejor compañía. No se le ocurrió a él, ni tampoco a su competencia: esto ya lo hacían los griegos hace más de 2.000 años.
El origen del proyecto se remonta, efectivamente, a la noción de simposio. Que originalmente no se refiere a un aburrido coloquio, sino a un banquete festivo. Como el que escribió y describió Platón, un festín en casa del poeta Agatón en el que los más excelsos hombres de la época departieron sobre esa cosa llamada amor. Surgida como un spin-off de la Universidad de Cádiz, la actividad Catas con arte ha dado un giro a esa noción platónica para ofrecer catas de comida y vino versadas en temáticas culturales “pervertidas”, “como el sexo, los vampiros, las mentiras”. “Siempre hay música en directo y un especialista de la temática de la cata (que da una breve charla sobre la cuestión), además se hace un análisis del vino y la comida y hay un actor que realiza una performance”, explica Berasaluce.
La cena y la bebida, además, se escogen de tal modo que puedan dar lugar a algún tipo de conexión con el asunto central de la cata. Por ejemplo, se hizo una llamada Matar a Mata Hari, sobre los servicios de inteligencia: además de contar con la participación de un exespía del CSIC, la parte gastronómica se adentró en el mundo de la comida rusa, por aquello de la KGB, y se sirvió, entre otros, un vino llamado Sospechoso. El proyecto, que empezó en Cádiz hace dos años, pasó después a Sevilla y más tarde a Madrid. En Andalucía ya se han celebrado unas 60 catas, alrededor de una al mes, y para el 7 de febrero hay una prevista en Cádiz titulada La ambigüedad, sobre “los transeúntes del sexo”; en Madrid, el día 14 tendrá lugar la cata inaugural, bajo el nombre de Hablemos de sexo, sobre “la literatura erótica, la lujuria y la sensualidad”.
Surgido como iniciativa paralela a Madrid Fusión, plataforma que por la parte que le toca en España ha servido de impulso (mano a mano con la tele) para el más o menos reciente ascenso a los altares de los chefs, hasta no hace tanto una profesión no excesivamente popular, el Gastrofestival de este 2015, el sexto convocado, se celebra entre el 31 de enero y el 15 de febrero en más de 400 establecimientos madrileños. La iniciativa quiere ser, como dicen sus responsables, un homenaje a la comida “no sólo desde un punto de vista culinario, sino también desde ámbitos como el arte, el cine, la literatura o la moda”. La faceta cultural de este encuentro -Gastrocultura- se traslada a galerías de arte, museos, librerías o teatros de la capital, para los que se proponen diferentes itinerarios, tertulias, conferencias, talleres y visitas guiadas.
Catas de vino y música en los Teatros del Canal
En su primera cata de 2015, este 3 de febrero, los Teatros del Canal han convocado al cuarteto de saxofones OctaviaOctavia. La idea, que ya lleva un año en marcha, es aunar la experiencia musical y la enológica, en esta ocasión con catas de Ossian de Rueda, Finca Sandoval de Manchuela, Rioja Macán y Pedro Ximénez Sherry de Lustau San Emilio.
Entre el 6 y el 8 de febrero, en la librería A Punto de Madrid, la ficción se hará realidad de la mano de ocho cocineros que elaborarán sendas recetas literarias. Entre los chefs participantes destacan nombres como los de Abraham García, Sacha Hormaechea, Miguel López Castañer, Jesús Almagro e Iñaki y Unai Camba. Las novelas escogidas pertenecen a autores reconocidos como Almudena Grandes, Eduardo Mendoza, Juan José Millás, Maruja Torres, Jorge Zepeda Patterson, Carmen Posadas o Mercè Castro, quienes a su vez ofrecerán charlas sobre la intersección entre literatura y gastronomía junto a periodistas especializados como Luis Zepeda o Ismael Díaz Yubero.
¿Es ver una exposición y entrarle la gula? ¿O empezar a escuchar un buen disco y querer tomarse un vino? Varios eventos que coinciden en el tiempo –las próximas semanas- y el espacio –Madrid- han tenido la amabilidad y el buen tino de adelantarse a sus necesidades. No uno ni dos, sino cientos de espacios de la capital acogerán estos días diferentes actividades de catas artísticas.