García Montero sigue en el Cervantes: "Es tristísimo que la derecha diga que invertir en cultura es chupar del bote"

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El Instituto Cervantes ha superado este año los 4,2 millones de horas de clases de español en todo el mundo, una cifra que se acerca mucho a los 4,5 millones de horas impartidos antes de la pandemia y que indican que la institución va con "buen pulso" en un proceso de recuperación que incluye también más financiación, más matriculaciones y más plantilla. Todo ello, sin embargo, no es suficiente para cubrir la demanda de aprendizaje del idioma para un Cervantes que en 2019 tenía presencia en 86 ciudades de 45 países y que actualmente está en cien ciudades de cincuenta países.

"Se está potenciando la presencia del español en el mundo, que se ha constituido como segunda lengua de interés. Nos queda mucho por conseguir pero creo que se ha doblado la curva del deterioro de la institución", ha remarcado este lunes el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, en un encuentro con la prensa para explicar los datos del curso 2022-2023 previo a la reunión del Patronato que han presidido los reyes en el Palacio de Aranjuez y a la que ha asistido también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

En cualquier caso, García Montero ha admitido que "hay muchas plazas que necesitarían cubrirse, no solo de profesores, sino de administración, jefes de cultura o bibliotecarios". "Sería muy importante poder tener más profesores para adecuar las enseñanzas del español", ha insistido, para así poder hacer frente a la alta demanda. "Queremos que las plantillas aumenten", ha apostillado, poniendo sobre la mesa los datos: el Cervantes tiene ahora 951 trabajadores (748 en la red de centros en el exterior) frente a los 1.126 que llegó a tener y los 937 que tenía en 2019. "Hemos conseguido que se dé la vuelta y desde hace años se va creciendo poco a poco en la plantilla y se van cubriendo los puestos importantes vacantes", ha destacado.

Una leve recuperación que se aprecia también en la financiación, que ha contado en este curso con 81 millones de euros de presupuesto de transferencia del Estado. Quince millones más de los 66 que recibió en la llegada de García Montero a la institución en 2018, pero todavía menos que los 90,3 millones de euros de 2009. Una cifra, esta última, que sería ideal recuperar de cara a 2024, según han destacado el director y la secretaria general, Carmen Noguera. En este último ejercicio, las transferencias del Estado han supuesto el 56,5% del presupuesto, con el 43,5% procedente de la autofinanciación (por matrículas, certificación, etcétera), y hay también 24 millones de euros de fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), hasta llegar así a una suma total de 167.464.950 euros.

"En años anteriores, para mantener los gastos estructurales hubo que incluso vender edificios en propiedad del Instituto", ha recordado García Montero, quien ha expresado su "alegría" por ver que "poco a poco se van aumentando las transferencias del Estado y la inversión en instituciones como el Cervantes". Ha lamentado, eso sí, que otras instituciones de países de nuestro entorno como el Instituto Goethe alemán o la Alianza Francesa reciben del Estado más de 300 millones de euros, a pesar de lo cual ha reiterado que se está "recuperando la inversión", por lo que hay que "seguir por este camino", siempre intentando aumentar las transferencias del Estado y la autofinanciación. 

No queremos ser una carga para la Hacienda pública, pero si se comparan los presupuestos en cultura de los ayuntamientos, las comunidades y el Ministerio con las inversiones que hay en Reino Unido, Francia, Alemania o Italia, la cultura es la hermana pobre

Y ha planteado: "No queremos ser una carga para la Hacienda pública, pero yo quiero decir que si se comparan los presupuestos en cultura de los ayuntamientos, las comunidades y el Ministerio con las inversiones que hay en Reino Unido, Francia, Alemania o Italia, la cultura es la hermana pobre, a pesar de que en este momento, para desarrollarnos internacionalmente la cultura es una actividad fundamental. En España tenemos la mala costumbre de despreciar la cultura con una derecha que cada vez que se invierte en ella dice que la gente está chupando del bote. Esto es tristísimo porque va en contra del desarrollo y del prestigio internacional del español y de España. Aquí nadie chupa del bote, yo creo que invertir en cultura no es generar clientelismo. Estoy en contra de cualquier tipo de clientelismo y defiendo la independencia de los creadores, como estoy en contra de la censura contra la cultura. Pero en comparación con los países de nuestro entorno, sería importante un aumento de las inversiones en actividades e instituciones culturales".

En este contexto, Noguera ha destacado que el interés por el español está apareciendo en muchos sistemas educativos donde a veces hay "carencias de profesores", como por ejemplo en Nueva Delhi (India). "Tenemos una demanda inabarcable, una sensación de que nos piden que estemos en muchos sitios", ha resaltado la secretaria general, apuntando que su labor se centra en trabajar en la formación de profesores, en apoyar a los sistemas educativos de los diferentes países y en la certificación vinculada al reconocimiento de la calidad". "Con el presupuesto y los medios disponibles intentamos responder a esa demanda intentando llegar más lejos", ha apostillado, insistiendo en que deberían tener un "cierto crecimiento para poder tener plantillas más dotadas y un respaldo suficiente en las sedes". "Hay una demanda a la que no podemos llegar", ha insistido citando como ejemplos lugares tan variopintos como Filipinas, los países nórdicos o el África subsahariana.

Por ello, ha apuntado la necesidad de recuperar la plantilla de más de 1.100 trabajadores que tuvieron hace unos años, no ya solo de profesores, sino para así también poder hacer frente a la transformación digital, cada vez más importante para la institución, y que ha obligado a cubrir unos puestos tecnológicos que anteriormente no había. En cualquier caso, García Montero ha recalcado que "va a ser fundamental la formación de profesores de español". "No se trata tanto de contratar, sino de formar a los profesores de secundaria también en los países europeos. Hay mucha demanda en el norte, en Suecia, pero también en Alemania, Suiza o Francia", ha explicado.

Por último, García Montero ha comentado que se siente ratificado al frente del Instituto Cervantes después de una reciente conversación con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. "Yo estuve hablando con él cuando se formó el nuevo Gobierno y me dijo 'seguimos', con lo cual me sentí ratificado y muy contento de seguir en esta responsabilidad y seguir reclamando independencia y apoyo del Gobierno para esta institución", ha señalado.

La tendencia positiva del Instituto Cervantes se aprecia también en otros datos, como por ejemplo de las matriculaciones, que han ascendido a 132.776 en 2023, lo que supone un aumento del 12,26% (14.501 más) respecto al curso precedente. Además, los candidatos a la obtención del Diploma Español como Lengua Extranjera (DELE) han sumado un total de 125.105, lo que equivale a un incremento del 6% respecto a 2022.

El Instituto Cervantes ha superado este año los 4,2 millones de horas de clases de español en todo el mundo, una cifra que se acerca mucho a los 4,5 millones de horas impartidos antes de la pandemia y que indican que la institución va con "buen pulso" en un proceso de recuperación que incluye también más financiación, más matriculaciones y más plantilla. Todo ello, sin embargo, no es suficiente para cubrir la demanda de aprendizaje del idioma para un Cervantes que en 2019 tenía presencia en 86 ciudades de 45 países y que actualmente está en cien ciudades de cincuenta países.

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