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Jeff Jarvis: “Todavía no sabemos lo que es Internet”

En vísperas de que el Congreso dé luz verde a la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, el experto en economía digital y periodista Jeff Jarvis y la vicepresidenta de Relaciones Gubernamentales del grupo mediático Bertelsmann, Irene Braam, llegaban a una conclusión: legislar sobre contenidos culturales en Internet es difícil y delicado. Ni el mercado global es homogéneo ni los legisladores parten de los mismos principios a la hora de fomentar la inversión y la protección de la industria cultural. Pero al margen de las cuestiones legales, el nudo gordiano sigue siendo el mismo: qué modelo tienen que adoptar las empresas de contenidos culturales para rentabilizar sus productos online.

Jarvis asegura que “todavía no sabemos lo que es Internet” y que es muy arriesgado saber cuáles son los modelos de monetarización y de protección de derechos de autoría por los que se debería apostar. Pero Braam, partidaria de la regularización del mercado, recuerda un punto clave: cuando el contenido está disponible gratis de manera ilegítima, el público no va a pagar por lo mismo en una plataforma legal. La solución para ponerle coto a la piratería, dice la responsable del gigante mediático de origen alemán, es la educación sobre temas digitales en los centros educativos: “Es necesario enseñar cómo programar, pero también los valores del mundo digital y cómo aprovechar lo que hay cuando quieres crear”.

Ambos han puesto sobre la mesa la importancia de los valores y principios que rigen en el mundo online, cuestionándose si pueden ser los mismos que en el mundo analógico. “Con la música hemos visto empresas que castigaban a sus fans, que nos les dejaban compartir su música”, critica Jarvis. Hasta que llegó la plataforma de vídeos Youtube y cambió las reglas del juego: “compartir música es un reconocimiento del trabajo de los autores”. Unos valores que también afectan a la forma en la que los gobiernos fomentan la creatividad e invierten en cultura, estando Estados Unidos, según el periodista, más dispuesto que Europa a financiar nuevas industrias. "Europa es un entorno muy hostil para las empresas tecnológicas”, opina, a la vez que invita a los responsables en la materia a debatir sobre cuáles son los problemas de la cultura y de la normativa para que la inversión fluya más fácilmente.

Braam achaca el problema europeo a la fragmentación del mercado: aquí son distintas las actitudes de los países en el fomento de la actividad, además de las barreras idiomáticas y culturales y la calidad del acceso a Internet. La penetración de la banda ancha, así como los índices más altos de consumo digital, son mayores en los países escandinavos. Un consumo que está ligado, indudablemente, a los niveles de renta de los nórdicos, superiores a los de sus vecinos del sur.

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Frente al afán legislativo de la responsable de Bertelsmann para evitar, dice, que otras empresas saquen provecho haciendo que el contenido esté disponible de forma gratuita, Jarvis propone un sistema en el que el mercado y la creatividad tengan “más libertad”. “Los modelos hay que explorarlos y si trabajamos en reglamentos, estos pueden matar este producto. Quizá parezca un conservador, pero estoy a favor de Obama y Clinton. Creo que hay que darle más libertad al creativo. Necesitamos un sistema de creatividad sin autorizaciones”, sentencia.

Jarvis y Braam fueron los invitados del primer foro Crea Cultura, una iniciativa del grupo Atresmedia (propietaria de Antena 3, La Sexta y Onda Cero, entre otros medios), para concienciar sobre la necesidad de pagar por el contenido cultural. Al acto también acudió James Costos, embajador de EEUU en España, quien hizo énfasis en la inversión cultural que está realizando la embajada en España.

Como ejemplo, ha recordado la elección de Sevilla y Osuna como localizaciones para la quinta temporada de la serie Juego de Tronos, la joya de la corona del canal por cable HBO, del que Costos fue vicepresidente. “Esta inversión tiene un impacto directo en la creación de puestos de trabajo y ha aumentado la conciencia de España como destino acogedor y competitivo para la producción. De hecho, hemos recibido llamadas de estudios cinematográficos estadounidenses para interesarse por España como destino de rodaje en el futuro. De forma indirecta, el cine será un motor para aumentar el turismo en España. En el caso de Juego de Tronos, las primeras informaciones sugieren que Sevilla y Osuna, las dos localizaciones de rodaje, han incrementado el número de visitantes alrededor del 15%”.

En vísperas de que el Congreso dé luz verde a la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, el experto en economía digital y periodista Jeff Jarvis y la vicepresidenta de Relaciones Gubernamentales del grupo mediático Bertelsmann, Irene Braam, llegaban a una conclusión: legislar sobre contenidos culturales en Internet es difícil y delicado. Ni el mercado global es homogéneo ni los legisladores parten de los mismos principios a la hora de fomentar la inversión y la protección de la industria cultural. Pero al margen de las cuestiones legales, el nudo gordiano sigue siendo el mismo: qué modelo tienen que adoptar las empresas de contenidos culturales para rentabilizar sus productos online.

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