
La red narcocriminal que, según la Policía Nacional, lideraría desde Dubái Alejandro S.V., alias El Tigre, y que operaba en España mediante varios intermediarios, entre ellos el recientemente excarcelado Ignacio T., estaría vinculada a un entramado criminal que levantó un laboratorio para la elaboración de clorhidrato de cocaína en el interior de una plaza de toros ubicada en la provincia de Toledo, de cuyo hallazgo dio cuenta Narcodiario durante el verano de 2024.
En concreto, el coso, ubicado dentro de una parcela de mayor tamaño en La Puebla de Montalbán, no lejos de Madrid, había sido reconvertido para llevar a cabo la extracción de la base de cocaína y la posterior producción de los paquetes de clorhidrato de cocaína.
La conexión con la trama anteriormente mencionada, y en la que era una pieza fundamental el inspector de la Policía de Madrid Óscar G., jefe de la Udef de esa comunidad autónoma, tenía que ver, como no podía ser de otra forma, con el método de entrada de la materia prima para la elaboración de la droga que llegaba a la plaza toledana: los contenedores. Así figura en la investigación a la organización criminal de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional. Los datos no están aún cerrados, pero se sabe que al menos un contenedor con cajas de cartón impregnadas de cocaína que acababa en el tendido de la plaza está vinculado con el entramado investigado.
Lanzacohetes, munición y marihuana: así ha sido el gran golpe contra el crimen organizado en Almería
Ver más
La Udyco Central y la Fiscalía Antidroga, esta vez sí, lograron superar el sistema de soplos atribuido a inspector jefe (que permitió la entrada de más de 100.000 kilos de cocaína en España) para detectar la llegada de la droga, atribuida a ciudadanos colombianos y españoles que acabarían siendo detenidos, si bien no se pudo llegar a los presuntos 'facilitadores' del negocio. En este caso utilizaron el Puerto de Málaga para introducir el contenedor. Las cajas impregnadas en cocaína también contenían plátanos, por lo que se empleó una empresa de importación de frutas como tapadera, como en casi todos los casos anteriores.
Sin embargo, la Policía sí consiguió en este caso seguir el rastro, que les llevó primero a un trastero de Leganés que hacía de puente, y después hasta la parcela en la que se hallaba la plaza de toros y, bajo el tendido, el laboratorio de cocaína. Allí extraían la droga del cartón y la procesaban para generar nuevos paquetes, según la investigación. En estas pesquisas estaba una de las unidades que dirigía el inspector jefe Óscar, una vez más muy lejos de sus atribuciones (investigar delitos económicos), con el presunto objetivo de dar vía libre a la entrada de la materia prima que acababa en el laboratorio.
Mientras, prosigue la investigación para determinar el alcance global de una trama que estaba detrás del intento de entrada del mayor alijo de cocaína de la historia de España, los 13.000 kilos incautados en Algeciras, hallazgo que precipitó la caída de toda la organización. En las próximas horas, Narcodiario seguirá ofreciendo novedades en exclusiva sobre los nuevos avances.