En el libro Pensar la polarización, de Gonzalo Velasco, se plantean preguntas fundamentales acerca de un fenómeno que está ocurriendo: la polarización. Busca conocer cuál es la responsabilidad de la ciudadanía acerca de este hecho, cómo se puede actuar y delimitar qué tipos de polarización existen, entre muchas otras incógnitas.
La editorial Gedisa lanza esta obra el próximo 2 de mayo a las librerías e infoLibre publica en exclusiva el prólogo de Cristina Monge y Jorge Urdánoz: Los años en los que nos polarizamos peligrosamente.
__________________________________
El concepto de polarización tiene su origen en el electromagnetismo clásico. Wikipedia la define como "el proceso por el cual en un conjunto se establecen características que determinan la aparición en él de dos o más zonas, los polos, que se consideran opuestos respecto a una cierta propiedad, quedando el conjunto en un estado llamado estado polarizado". Siendo ello así, resulta muy preocupante que un fenómeno como el descrito haya saltado a la esfera de lo político, y que lo haya hecho con la fuerza con la que lo ha hecho, especialmente desde la gran crisis de 2008.
La idea, ciertamente, no puede ser más sencilla: aparecen dos polos y el conjunto —esto es: el todo— cambia de estado. Y las consecuencias, a su vez, no pueden ser más alarmantes. Del mismo modo que la polarización eléctrica configura, de nuevo de acuerdo a Wikipedia, uno de los tres elementos que condicionan el comportamiento de los materiales, parece obvio que la polarización política afecta al comportamiento de nuestras sociedades. Los recientes acontecimientos del asalto al Capitolio de los Estados Unidos en 2021 y a la plaza de los Tres Poderes de Brasil este mismo año de 2023 pueden interpretarse como sacudidas eléctricas que señalan que algo está fallando. Todo indica que, cuando la política se polariza, la normalidad democrática se enrarece hasta extremos peligrosos. Muy peligrosos.
¿Qué podemos hacer? El fenómeno es tan complejo que a lo que Gonzalo Velasco nos invita en este magnífico libro sobre la polarización no es tanto a pensar sobre ella sino, más bien, a pensar sobre nosotros frente a ella. En sus propias palabras, "más que estudiar la polarización en sí, propongo analizar cómo la pensamos". Ese análisis se articula a través de interrogantes que no hablan del fenómeno, o que al menos no lo hacen directamente, sino que hablan más bien de nosotros, de las sociedades en las que la polarización está germinando: ¿es cierto que, de modo muy paradójico, somos más ignorantes que antes? ¿Lo es que somos más emocionales, más afectivos, menos racionales? ¿Y que estamos, además, más sesgados? Son preguntas —a las que el autor va a dar, como veremos, y frente a muchos otros análisis, una respuesta negativa— que hemos de responder si de verdad queremos entender lo que les está ocurriendo a nuestras sociedades en lo relativo, sobre todo, a lo político. Porque es, sin duda, la esfera de la política, y no tanto la de lo social, la que se ha enrarecido y la que parece arrastrar algún tipo de novedosa dolencia que no acertamos a diagnosticar.
Ver más¿Qué nos ha pasado?
De hecho, que la perspectiva del profesor Velasco no sea la habitual en relación con las cuestiones mencionadas desvela dos cosas. La primera, que el fenómeno de la polarización es tan reciente —y tan presente— que todavía no hay un corpus sólido de certezas teóricas al respecto. La segunda, que, precisamente por ello, se trata de un tema que se abre a diferentes propuestas a la hora de plantear soluciones. Aquí se ofrecen algunas —con respecto a los medios de comunicación, por ejemplo, o con respecto a la derechización del espacio de lo político, también— que pueden compartirse o no, pero que por ello mismo nos indican hasta qué punto la cuestión de cómo abordar la polarización es, de momento, ella misma una cuestión política y, en ese sentido, sujeta a diferentes prismas valorativos.
Todo lo cual, sin embargo, no es óbice para que exista ya un saber incipiente sobre la polarización, esto es, un conjunto de términos y relaciones conceptuales que pertenecen a lo que podríamos denominar una teoría compartida por los estudiosos de lo político. Un saber, de hecho, que es el que nos ofrece el libro en su primer capítulo, que no es otra cosa que un recorrido por las principales distinciones que bullen en el interior del concepto general de polarización: la ideológica, la partidista, la afectiva, etc. Esto es, en sus propias palabras, un "resumen de los principales consensos al respecto".
Y, tras ese consenso, el texto avanza hacia el abordaje de las grandes cuestiones que el fenómeno de la polarización plantea en la actualidad a nuestras sociedades. Un abordaje que, como dice el autor siguiendo a Ortega, hemos de enfrentar si queremos entender "lo que nos pasa". Bienvenidos, y bienvenidas, a la aventura de entender uno de los grandes temas de nuestro tiempo.
En el libro Pensar la polarización, de Gonzalo Velasco, se plantean preguntas fundamentales acerca de un fenómeno que está ocurriendo: la polarización. Busca conocer cuál es la responsabilidad de la ciudadanía acerca de este hecho, cómo se puede actuar y delimitar qué tipos de polarización existen, entre muchas otras incógnitas.