Jorge Javier Vázquez: "No se puede ser marica y de derechas"

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Familia, amistad, amor, sexo, muerte. Fama, adicciones, alcoholismo, salud física y mental. Puede que Jorge Javier Vázquez (Badalona, 1970) no sepa si el camino del exceso lleva al palacio de la sabiduría, tal y como aseguraba William Blake, pero desde luego sabe que es mentira aquello de que la revolución no sería televisada. No en vano, el comunicador y escritor lleva la televisión en vena y la revolución de la honestidad brutal por bandera. Sirva una sentencia que lanza a infoLibre como muestra: "No se puede ser marica y de derechas".

"Me parece de una inconsciencia tremenda, sobre todo entre la gente más joven –prosigue–. Hostias, no te pido que tengas el compromiso que pueda tener una persona a los 50 años, pero no se puede ser marica y de derechas porque no se puede pertenecer a un club que vota contra tu propia libertad y contra el aspecto más íntimo de tu ser, que es tu sexualidad. No se puede pertenecer a un club que te está rechazando continuamente de manera pública y que te está humillando". 

"¿Dónde queda tu dignidad?", se pregunta, deteniéndose un instante, para acto seguido defender que la dignidad se debe mantener a los treinta, a los cuarenta, a los cincuenta y a los veinte años. "Y, sobre todo, oblígate a enterarte de todo lo que han hecho las generaciones anteriores para que tú puedas gozar de esa libertad. Mucha gente se piensa que la libertad que tienen los gais jóvenes ha surgido por generación espontánea, pero ha habido muchísima gente que ha sufrido mucho, que ha estado en la cárcel, que ha sido humillada y torturada", destaca.

Una lucha colectiva de décadas "para que ahora la gente pueda vivir su sexualidad de manera libre" y para que, de repente, "vuelvan a votar a la derecha". Por eso, remata: "De verdad, me parece que, como diría Paquita Salas, 'poco nos pasa'. Y además no soporto que me lo intenten argumentar, no tengo tiempo, no tengo edad, no tengo ganas. Recordemos lo que dice Miguel Frigenti, 'aunque pases una mala racha, no te folles a un facha'".

Jorge Javier en estado puro en la vida y en Antes del olvido (Planeta, 2022), su nuevo libro, donde habla sin vergüenza ninguna de todos esos grandes asuntos públicos y también de otros mucho más íntimos. Con espacio también para la política, que siempre encuentra la manera de colarse en todos los ámbitos de nuestras vidas. Incluso en Sálvame se ha colado, tal es su capacidad de calado, llevando en alguna ocasión al presentador a opinar como siempre hace él, abierta y directamente, sin rodeo ninguno. 

Así las cosas, aunque asegura que se lo intenta tomar con algo de "distancia", califica de "delirantes" los últimos argumentos de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso sobre el cambio climático o la sanidad pública. "Y la gente se los traga, eso es lo que más me llama la atención, porque el comunismo les sirve para todo", apunta, lanzando con cierta sonrisa maliciosa uno de esos pensamientos que igual otros callarían: "Yo creo que dentro de poco la Iglesia considerará que votar a Ayuso es pecado mortal".

"Es que si uno examina su discurso de manera mínimamente razonable... yo creo que no hay en este país ningún guionista con la capacidad para hacer unos discursos tan hilarantes como los de nuestra presidenta. Es absolutamente imposible, por mucho que te pongas a escribir discursos absurdos, al final siempre vendrá Ayuso y te los mejorará", afirma tajante, aclarando que, en cualquier caso, no es cosa de risa porque, muy al contrario, "es un tema muy serio".

Eso sí, aprovecha para remarcar también que "el trumpismo en Madrid ha dividido a la sociedad y ha provocado odio y resentimiento", al tiempo que recuerda que no hace tanto tiempo podía verse a la anterior presidenta Cristina Cifuentes –y colaboradora de Sálvame– paseando "cogida del brazo" con la exalcaldesa madrileña, Manuela Carmena: "Eso pasó y ese clima de concordia desapareció cuando llegó el trumpismo a Madrid. No olvidemos que aquella otra época existió".

Recordar esa imagen amable con Cifuentes y Carmena lleva al presentador a reclamar que todos seamos capaces de "hablar de política e inmediatamente pasar a otra cosa sin pelearnos". Y profundiza en ello: "Me parece que tenemos que ser capaces de poder charlar, pero claro, es que hay una serie de cosas que se te llevan los demonios y luego encima te dicen que eres un exaltado. Pero vamos a ver, si yo lo que hago es defender unas ideas para que no te recorten las libertades. Eso es lo que quiero, pero no hay manera".

Yo lo que estoy diciendo es, por favor, quiero pagar impuestos. No quiero que me bajen los impuestos, considero lógico que como me va bien tengo que pagar más impuestos

Esto último lleva a Jorge Javier Vázquez a confesar que no entiende por qué alguien al que le vaya bien económica y profesionalmente en la vida, como puede ser él mismo, no puede defender la sanidad pública. "Yo lo que estoy diciendo es, por favor, quiero pagar impuestos. No quiero que me bajen los impuestos, considero lógico que como me va bien tengo que pagar más impuestos", subraya, pasando a explicar que eso se debe a que quiere que la gente "a la que no le vaya bien pueda beneficiarse de la sanidad pública". Y que él mismo también pueda acudir a ella: "En ocasiones he tenido que acudir a la privada porque para hacerme unas pruebas me daban lista de espera de seis meses. Yo lo veo como una cuestión de igualdad".

Y desde el presente, aprovecha para mirar con perspectiva al pasado y admitir que él se fue de Cataluña, entre otras cosas, "harto del pujolismo y de la manera que tenían de entender ellos ser catalán", ya que para la CiU de entonces él era "un catalán y un ciudadano de segunda". "Yo eso lo viví y en Madrid ahora se está produciendo lo mismo. Yo esto ya lo he vivido en Cataluña, esta exaltación de lo nacional y España y más España. En Cataluña era ‘España nos roba‘ y ahora es ‘el gobierno nos roba’. Es lo mismo. Tanto que se ha criticado a los catalanes, y en Madrid está pasando lo mismo", reflexiona.

Para cambiar en la medida de lo posible esta situación, se llegó a rumorear hace unos días con que el presentador sería candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid, algo que negó antes de que la marejada se descontrolara. Se atreve, en cualquier caso, a señalar a María Teresa Fernández de la Vega como una candidata que a él le encantaría. "Me gusta mucho la gente que no tiene que ver con el partido, como en su momento Carmena, y que ofrecía esa imagen conciliadora", indica, para luego explicar que hay muchas otras formas de hacer política en el día a día "con la gente que te rodea", por ejemplo pagando sueldos dignos y dando buenas condiciones a los que trabajen para cada cual. "Es ser consecuente con tus convicciones", apostilla.

Más allá de la política, en Antes del olvido caben otros muchos asuntos importantes inherentes al ser humano. El paso del tiempo es otro de ellos, algo que reconoce Jorge Javier que lleva bastante mal, peor incluso por estar siempre en televisión, donde el "deterioro lo vas viendo" más notorio. "A mí me impacta algunas veces verme tan envejecido", confiesa, igual que revela que lleva yendo al psicólogo "desde hace ya veinte años", primero por el "complejo de culpa" de su orientación sexual y después por el "estrés" que le provocó su repentina popularidad con el programa , algo que le "destrozó mentalmente".

De un tiempo a esta parte, lo que más le preocupaba y le llevó de nuevo al psicólogo fue su relación con el alcohol, al que se refiere como "una droga muy presente en nuestra sociedad y que causa unos estragos tremendos". Y confiesa más: "Desde hace muchos años me he preguntado si sería alcohólico, porque durante mucho tiempo cuando salía los fines de semana no recuerdo ninguno sobrio. Por prescripción facultativa llevo sin beber desde julio, aunque no te niego que de vez en cuando, tampoco tantas veces, me digo 'ahora me tomaba una copa de vino'. Pero es tanto lo que estoy ganando que no me gustaría volver a lo de antes".

"Cuando mi psicóloga me dijo cero alcohol te entra una angustia en el cuerpo y te dices '¿pero nunca más voy a poder a beber?'. Eso no pasa solo con el alcohol, es que en la vida estamos continuamente preguntándonos '¿y nunca más podré hacer esto?' Joder, es que te estás anticipando a tu propia existencia, cuando a saber lo que te apetece dentro de un año", argumenta, asegurando acto seguido que escribiendo este libro ha aprendido que "en la vida hay que saber cerrar etapas", como le pasará a él cuando se terminen todos estos años de Sálvame. "Lo que te tiene que enseñar la vida es a aceptar el paso del tiempo, a aceptar la edad sin que eso te convierta en un señor mayor, ni en un viejo ni una persona exenta de ilusiones".

El hilo conductor del libro es una serie de personalísimas cartas dirigidas a su gran amiga Mila Ximénez, fallecida hace algo más de un año, algo que también le ha afectado en lo personal y en su forma de ver el mundo y afrontar la vida. "Llega un momento en el que cada vez recibes más noticias negativas. Yo tengo 52 años y siempre es alguien que está enfermo –él mismo sufrió un ictus–, alguien que ha ingresado por un cáncer, un accidente de tráfico... la convivencia con la muerte se hace cada día más presente", relata, asegurando que eso te lleva a no preocuparte tanto por el mañana. "A mí eso me ha dado muchísima tranquilidad porque yo era una persona que siempre estaba anticipando lo que iba a hacer dentro de unos meses o un par de años. Pero ahora no hago planes más allá de un mes como mucho", termina.

Familia, amistad, amor, sexo, muerte. Fama, adicciones, alcoholismo, salud física y mental. Puede que Jorge Javier Vázquez (Badalona, 1970) no sepa si el camino del exceso lleva al palacio de la sabiduría, tal y como aseguraba William Blake, pero desde luego sabe que es mentira aquello de que la revolución no sería televisada. No en vano, el comunicador y escritor lleva la televisión en vena y la revolución de la honestidad brutal por bandera. Sirva una sentencia que lanza a infoLibre como muestra: "No se puede ser marica y de derechas".

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