El año del renacuajo: bisiesto y de trece meses

Javier Bozalongo

El año del renacuajo

Víctor Bayona Marchal

Isla Elefante (2024)

 

Hasta ahora conocíamos el año del perro, el año del gato o el año del dragón... pero no habíamos conocido un año dedicado a un renacuajo que no es en sí un animal, sino una etapa en la vida del animal que llegará a ser. Y además de ser un año bisiesto, es un año de trece meses, que empieza en enero con un poema que habla de agosto y termina en otro enero diferente en el que el poeta afirma que "muchos, pero que muchos años después, / los nombres de los años seguirán siendo nuestros".

Víctor Bayona, poeta nacido en Barcelona en 2001, criado en Estepona y estudiante en Granada, ha escrito un libro en el que huye de los temas omnipresentes en los y las poetas de su edad: precariedad laboral y económica, difícil acceso a la vivienda o a un trabajo estable y justamente remunerado, para hablarnos de cuanto le rodea y nos habita, de lo que nos une o nos divide sin caer en ningún tópico, y reflexionando sobre lo que significa la familia –la madre, sobre todo–. Y lo hace desde una voz con eco de muchas lecturas que van desde autores coetáneos, aunque ninguno tan joven como él: Juan Andrés García Román, Antonio Lucas, Elena Medel o Alejandro Simón Partal, hasta las generaciones anteriores representadas por Chantal Maillard o Juan Antonio González Iglesias... todos nombres imprescindibles de la poesía escrita en España en los últimos años.

Cada parte, cada mes de este libro sorprendente, se encabeza con la cita de alguno de los mencionados y con una imagen encerrada entre corchetes que va describiendo, a lo largo de los trece meses, una escena cotidiana en el aula de una escuela en la que un alumno se dirige a la profesora y a lo largo, también, de los meses transcurridos, le va presentando la tarea requerida al principio: que dibuje en un folio todo lo que le representa. Y esa representación consiste en árboles, en campesinos, en caballos, en mansiones o rascacielos y en todos los nombres que no podía dejar de dibujar, formando por sí mismos, todos los versos reunidos, lo que podría ser un poema más del libro.

A lo largo de los poemas de El año del renacuajo y de los meses que en él transcurren, Víctor Bayona va desgranando el camino desde la juventud hasta la edad adulta (como dice la contraportada del libro), a través de imágenes contundentes en las que el sujeto poético nos habla del recuerdo del aprendizaje de sus primeras palabras y como estas van desde la inocencia de la infancia hasta el profundo significado de las que utilizamos después, como amor, madre o futuro. El poeta crece y nos enseña su casa actual, define el amor a su manera, vivido en semanas intermitentes... sin olvidar que la vida también consiste en ver a Croacia clasificarse para un mundial de fútbol o en observar a sus amigos skaters que "en su piel tienen tatuada la gloria".

La vida muerde

Este es el libro de un poeta que no debemos perder de vista en el futuro, el futuro de un físico, matemático y poeta que deja ver esa formación científica cuando dice que un sofá "orbita" en torno a un árbol o que los huesos y la piel de una mujer "son el lugar geométrico de los puntos del espacio", que se pregunta "de qué manera alza el vuelo un ave en Marte" o "cómo rebotaría una pelota en Neptuno". Este libro, en fin, y esta poesía que llega es, citando al propio poeta: "La forma que tiene el mundo / de sostener aquello que lo merece". Hagámonos nosotros merecedores de libros como este y de poetas como Víctor Bayona.

 

 * Javier Bozalongo es poeta y editor en Sonámbulos Ediciones. Su último libro publicado es 'Nombrar la herida' (2022).

Más sobre este tema
stats