Biografía de Nadie
Juan Manuel RocaVisorMadrid2016
En la editorial Visor acaba de aparecer la antología personal del colombiano Juan Manuel Roca, Biografía de Nadie, con un detallado prólogo de Luis García Montero.
Desde su libro Luna de ciegos (1975) se notaba en la poesía de Roca una levedad y una suavidad rítmica, un trazo de imágenes delicado y diáfano, pero donde los contenidos escondían una zona sombría: se entraba ya a una región de oscuridad, de noche, de sombra, de apariencias, de sueño, de locura, de dobles, de desdoblamientos, de disfraces y máscaras de ahora y de los siglos... Si habría otro oficio al que Roca le hubiera gustado consagrarse es el de pintor y el otro arte que ha dejado profundas marcas en su poesía es la pintura. En alguna dirección, su obra poética es una suerte de galería donde las imágenes de los cuadros están en movimiento. En esa galería hallamos numerosos cuadros vivamente imaginativos donde las figuras nos cuentan las historias. Es difícil hallar en la actual poesía de lengua española un poeta con tantos poemas que a la vista parecen revelados por la gracia.
En otra vía su obra puede verse como la escritura de sueños o volverse el sueño de la escritura. Entre las imágenes que el insomne crea y las que crea sin saberlo el que sueña, Roca está más cerca del último. En ese escenario de apariencias y sueños en el gran teatro del mundo, Roca podría reconocerse en personajes creados por él mismo como “el fabricante de espejos”, o nombrarse “Ciudadano de la noche” o “Nadie”, u ocasionalmente “Johannes el nocturno”, o trazarse como un ángel contrahecho y sin rostro. Pero debe tenerse cuidado con los puntos de vista: en numerosos poemas es difícil distinguir entre el yo y el él, los nosotros y los otros, y aun hay libros, como en los libros Monólogos y Testamentos, donde el otro o los otros se imponen con amplitud a la primera persona.
Nacido en 1946 en Medellín, Colombia, Roca se ha sentido desde siempre profundamente atraído por la oscuridad. En un ensayo, “Borges y la noche”, muestra lo hondamente que el argentino lo ha imanado: está no sólo como personaje en sus poemas, sino ha dejado su sello en lenguaje y temas, sobre todo en su prosa, y de forma más marcada en cuentos como “El diálogo de las antípodas”, que es la manera contrastada de ver el mundo de dos detallados pero mediocres estudiosos: uno, apegado al misticismo, otro en su condición de satanista; al final los extremos acaban tocándose. Como en Borges, en una buena parte de las imágenes y metáforas de Roca vienen de la noche o de lo que se relaciona con ella. “En la noche —escribe Roca— la ciudad y los personajes se enfantasman más. Nadie y Ninguno la recorren como poseedores de su Reino”. El señor Nadie recorre la ciudad en noches que le pertenecen.
Si hay un personaje que se encuentra en la obra de Roca es Nadie. ¿Nadie o nadie? A fin de cuenta, Ulises, “fértil en recursos”, en el canto IX de la Odisea se nombra Nadie para embaucar al cíclope, lo cual es una astucia para desaparecer; por otros recorridos Roca, en sus juegos de hipótesis, desaparece él mismo o hace desaparecer el mundo: Nadie se convierte en Juan Manuel Roca o Nadie se convierte en todos los que en su total inmovilidad –en una imagen que parecería tomada de los eleatas- no tienen linaje ni descendencia, ni pertenecen a oriente ni a occidente. Nadie habita en la tierra de nadie. Es pariente de Ninguno, lejano de Alguien, pariente de fantasmas, portaestandarte “de las batallas de la nada”. Nadie es aquél que escribe o pinta todo lo que no es creyendo que es. Está en la negación de su yo, en la sombra de su sombra, en el vacío del sueño. Siguiendo con inteligencia e imaginación las huellas de Nadie, Luis García Montero, en el ensayo que abre el libro, hace y deshace los caminos para contarnos la biografía de quien nunca sabemos ni sabremos bien a bien quién es, pero que nos deja acompañarlo por un mundo habitado por fantasmas y desconocidos y donde la realidad sólo es dable conocerla a través de las sombras y la niebla.
Juan Manuel Roca es uno de los poetas mayores de nuestra lengua. Una viva muestra de ello es esta admirable antología personal.
*Marco Antonio Campos es uno de los maestros de la poesía mexicana. Su último libro es Marco Antonio CamposDe lo poco de vida (Visor, 2016).
Biografía de Nadie