El futuro incierto

Joám Lopes Facal

Caminos de incertidumbre. Tecnologías y sociedad

Albino Prada

Catarata

Madrid

2020

Con Caminos de incertidumbre culmina Albino Prada la trilogía dedicada a explorar la sociedad del riesgo, desasosiego y desbordamiento de las instituciones anunciada por el sociólogo alemán Ulrich Beck. Las dos anteriores, El despilfarro de las naciones, 2017, y Crítica del hipercapitalismo digital, 2019, incidían en la destrucción de la biosfera que nos alberga y en el creciente dominio de los algoritmos que nos conducen y controlan. La obra actual, cuyo título imita irónicamente a Camino de servidumbre, publicado por Hayek en 1944, biblia y fuente de inspiración de la grey neoliberal, aborda la diferencia entre el riesgo, sometido aún a control y medida, y el colapso que amenaza a los modelos dinámicos no lineales.

La perspectiva adoptada por Albino Prada nada debe a la teoría económica construida alrededor de la categoría de equilibrio general, presidida por el análisis de corto plazo, y poco, incluso, a las magnitudes habituales en microeconomía y macroeconomía y sí a una óptica holística, es decir, relativa al conjunto del sistema y sus propiedades. Una filosofía que entiende la economía como ciencia social en proceso, donde se pueden encontrar maestros de la disciplina como Thomas Robert Malthus o Joseph Schumpeter, entre los clásicos, y José Manuel Naredo o John Gray, entre los modernos. Todos ellos, es oportuno apuntarlo, dominados por la inquietud ante el futuro y la insatisfacción ante el presente. Inquietud, insatisfacción, prospectiva son los ejes en que se inscribe la trilogía de Prada, a manera de breviario de distopías.

Ningún escenario más oportuno que el actual, dominado por la pandemia de covid-19 para examinar el frágil equilibrio que nos sustenta, donde cualquier desajuste inesperado o acontecimiento incontrolado pueden provocar una catástrofe. La irrupción de lo inesperado puede revelarse de repente como fruto admirable de la ciencia como la detección de una onda gravitatoria de descomunal potencia, la GW190521, el 21 de Mayo de 2019, que permite avanzar en la comprensión de la tipología de los agujeros negros, o la febril competencia cooperativa de los grandes laboratorios farmacéuticos en busca de una vacuna inmediata contra una pandemia, que se ha cobrado ya treinta millones de infectados y un millón de muertos en el mundo, y de ahí a los incendios pavorosos e incontrolados de este verano de 2020 en California que ya se acercan al millón de hectáreas arrasadas con temperaturas registradas de 54,4 ºC en el Valle de la Muerte; la más elevada de que tengamos noticia en nuestro planeta.

Contemplando estos episodios, sin poder olvidar catástrofes nucleares como las de Chernóbil de 1986 y Fukushima de 2011, esta última asociada a un terremoto de gran magnitud seguido de un brutal tsunami en la costa noreste de Japón, evocados por Prada, no es difícil concluir que la desmesura humana, la hybris griega que vulnera la templanza que reconoce los límites, nos arroja a la incertidumbre radical. De acuerdo con la vieja sabiduría, Albino Prada concluye su ensayo con la sentencia precautoria de no encender nunca un artefacto que no sepamos apagar y de abandonar la lógica del crecimiento exponencial por la de la perduración. La lógica del estado estacionario predicada por la ciencia económica holística sometida a la perspectiva del largo plazo.

Repasa Albino Prada detenidamente los vericuetos que condujeron a la humanidad al escenario de incertidumbre y aprensión que la cerca. En un abordaje habitual en el intelectual, cada tema o categoría sometida a escrutinio viene precedida de una intensa artillería de citas y referencias pertinentes al asunto como estrategia de delimitación con intención analítica. El desfile de opiniones convergentes y la autoridad de las fuentes convocadas contribuyen a delinear la genealogía del progreso y su doble faz de recompensa y destrucción. Una estrategia denominada por Albino montañismo, en irónica referencia Michel de Montaigne, inventor del ensayo como género literario.

El capítulo I relata el largo desarrollo de la destreza, desde la adquisición de la habilidad manual a la emergencia del pensamiento inteligente y la inteligencia artificial. El segundo capítulo está dedicado a la tecnología de la reproducción social del pensamiento, del cerebro al lenguaje y de este a la escritura y su prodigiosa potenciación digital. El tercero deambula por la base sustentadora de la humanidad como productora de útiles, alimentos y graneros, sede de la acumulación de excedentes y requisito para liberar la energía humana para el progreso o la destrucción, con la tecnología transgénica como promesa y amenaza. El capítulo cuarto indaga en el origen y metástasis del fenómeno globalizador, con el mapa como primer artefacto y la ocupación del planeta por “los cinco monopolios”: tecnológico, financiero, del mercado de recursos y las comunicaciones y del armamento de destrucción masiva. El quinto capítulo se destina a la máquina, la energía y el nuevo modelo alimentario que abocan a la humanidad a un horizonte de desbordamiento mercantil privatizado con requerimientos decrecientes de mano de obra, en incómoda contradicción.

Estos cinco capítulos de intención analítica y perspectiva genética, histórica en suma, podrían servir de glosa argumental a la balada del aprendiz de hechicero de Goethe, uniendo mito y logos en advertencia moral ante el desastre que tal vez se avecina o que quizá podamos conjurar. A manera de meditación final, el capítulo sexto explora los márgenes con que cuenta el aprendiz de Goethe para evitar el inminente desastre. Tabula cuidadosamente Prada el inquietante listado de ignorancias persistentes y amenazas crecientes que deberían servir de alerta temprana y de ahí a la contabilidad de incertidumbre y amenazas que permiten cifrar la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para un desarrollo sostenible. Las incertidumbres y amenazas desembocan de esta manera en una agenda política y en la forma de implementarla. Una agenda política incompatible por cierto con la gesticulación parlamentaria, el populismo simplificador y la visión de corto plazo. La visión necesaria se impregna inevitablemente de contenido filosófico, necesario para concebir esa polis ampliada y intemporal donde reside el futuro posible de la humanidad amenazada.

No puede extrañarnos que la visión de una economía del largo plazo haya de recurrir a la utopía kantiana del Parlamento Mundial o al sabio enunciado de Rawls: “La sociedad debe ser un sistema equitativo de cooperación entre generaciones a lo largo del tiempo”.

Salud pública, economía y política

Ver más

El curso de los acontecimientos no se cansa de desdecir tan nobles propósitos mas, a pesar de que las potencias nucleares mantienen todavía el triste privilegio de desencadenar la destrucción masiva mientras la industria de la guerra alimenta la barbarie y la codicia ciega arrasa recursos amasando despilfarro y hambre, crece también simultáneamente la acción solidaria, la mediación, el impulso democrático que tal vez puedan hacer prevalecer esa utopía razonable que Albino Prada ha denominado alguna vez una sociedad decente.

_____

Joám Lopes Facal, economista e ingeniero.

Caminos de incertidumbre. Tecnologías y sociedad

Más sobre este tema
>