El periodismo de Juan Rejano (Puente Genil, 1903-México, 1976) estuvo siempre ligado al compromiso político, desde la oposición a la dictadura de Primo de Rivera en los años veinte hasta su apoyo a la República y su posterior acercamiento al comunismo durante la Guerra Civil. La editorial Renacimiento recupera ahora la obra del ensayista, poeta y reportero en el volumen Juan RejanoPrimo de Rivera Periodismo, política y cultura en la II República (Renacimiento, 2017), con edición de Fernando Arcas Cubero y Luis Sanjuán Solís. En el aniversario de la proclamación de la Segunda República Española, rescatamos su figura con uno de los textos recogidos en el libro, dirigido a Federico García Lorca. Fernando Arcas CuberoLuis Sanjuán Solís Federico García Lorca
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Carta al poeta Federico García Lorca
El Popular, Málaga, 27 de febrero de 1935
Querido Federico: Ya han comenzado a morderte los mastines de la España negra, los mastines de esa España feudal que a nosotros, los hombres liberales, nos llama la anti-España. Tú, Federico García, agitanado señor de las serranías de canela en este viejo país arbitrario, vivías, en mundos heroicos de empresa y casticismo, ungido de la gracia lírica, moreno de verde luna, como Antoñito el Camborio, cuando, a la mitad del camino, voces de insidia sonaron, y fauces sucias y profanas quisieron hacerte pasto de turbias ansias. No era a ti, no, a quien buscaban: era a tu gloria juvenil, a tu pensamiento rebelde, insumiso a credos falaces y a doctrinas putrefactas, despreciador de la calderilla circunstancial, comprensivo con los humildes, flagelador de los soberbios. ¡Tú, Federico García, tan alto de conducta y verso, en manos de los mastines de la España negra! Mientras sólo se oyeron tus “seguiriyas” gitanas, lamento de una raza superior y orgullosa, nadie vio en ti más que al poeta, si acaso en un concepto peyorativo de la palabra. En cuanto tu obra trasfundió al barro humano, a tragedia viril y exacta; en cuanto el poeta transfundió al hombre, bravamente, no supo ni quiso rescatar su pensamiento, la grey ululante de los que quieren hacer de esta piel de toro un presidio de sueños y fraternidades arremetió contra ti, sedienta de confusas venganzas…
Ver másLa difícil crónica de los años treinta
Desprécialos, Federico. Desprécialos y déjalos que se revuelquen en tierra de resentimiento y sectarismo, en tanto tú oyes cantar los gallos por Jerez de la Frontera, y el viento, galán de torres, lleva a los continentes lejanos la onda de tus nuevos triunfos. Al fin y al cabo, estas gentes no pueden ser más que como son. Jamás te comprenderán. En tu verso verán siempre una pirámide inaccesible. En tu sensibilidad de hombre, como en la de todos los que no nos doblegamos a su antojo, una muralla inexpugnable. Desprécialos, Federico. Desprécialos y déjalos aullar en medio del páramo de la vida española, y sigue tú, como tu héroe popular, llenando de dorados limones el río de tu destino, el río a cuya orilla llevaste una noche, en potra de nácar y a galope de romance, a la casada infiel, creyendo que era mocita…
*Juan Rejano fue poeta y periodista, redactor de publicaciones como Juan RejanoLa Vanguardia y Frente Rojo y director de la Revista Mexicana de Cultura, suplemento de El Nacional. Al término de la Guerra Civil cruzó la frontera francesa y, tras pasar por el campo de concentración de Argelès, se exilió a México, donde residió hasta su muerte.
El periodismo de Juan Rejano (Puente Genil, 1903-México, 1976) estuvo siempre ligado al compromiso político, desde la oposición a la dictadura de Primo de Rivera en los años veinte hasta su apoyo a la República y su posterior acercamiento al comunismo durante la Guerra Civil. La editorial Renacimiento recupera ahora la obra del ensayista, poeta y reportero en el volumen Juan RejanoPrimo de Rivera Periodismo, política y cultura en la II República (Renacimiento, 2017), con edición de Fernando Arcas Cubero y Luis Sanjuán Solís. En el aniversario de la proclamación de la Segunda República Española, rescatamos su figura con uno de los textos recogidos en el libro, dirigido a Federico García Lorca. Fernando Arcas CuberoLuis Sanjuán Solís Federico García Lorca