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Mucho más que una novela sobre un infanticidio

Tati Jurado (El libro durmiente)

El libro durmiente comenzó su andadura como club de lectura en junio de 2003. Su nombre hace referencia a la necesidad de rescatar los valores y principios que duermen en el seno de los libros. El libro durmiente se define como una entidad creada sin fin de lucro. Nuestra acción adquiere la condición de voluntariado cultural. Desde el año 2012, correspondiendo con el período lectivo, impartimos los talleres de escritura creativa en dos niveles: básico y avanzado. Finalmente, la invitación a los autores para presentar sus obras o impartir clases magistrales sobre las técnicas de escritura ha dado lugar a la creación de un foro literario donde confluyen los lectores, libros y escritores, compartiendo ideas e inquietudes en pro de la cultura.

A través del bosque

Laura Alcoba

Alfaguara (2023)

Hay historias que te mantienen a galope. Particularmente aquellas que tratan sobre crímenes, más aún cuando están basados en hechos reales. Apoyados sobre el hombro de quien se encarga de focalizar los sucesos, seguimos las pistas para desentrañar el misterio, resolver dudas y descubrir culpables, hasta llegar al desenlace. Y luego están las que abordan el día después y los que le siguieron —cuando la noticia deja de serlo y el ruido solo queda en quienes lo vivieron— y se sumergen en ese espacio que no se percibe con los ojos, uno en el que los extremos de los veredictos iniciales, sin llegar a cambiar, pueden difuminarse gracias al perdón. Como esta novela de Laura Alcoba, que, más de un cuarto de siglo después, decide retomar una historia para cederles la palabra a sus protagonistas.

Una mañana invernal, Griselda se levanta con un terrible dolor de cabeza. Ubica a su pareja y le pide ayuda, pero Claudio la ignora y sigue con su trabajo. Minutos después, ahoga a dos de sus hijos en la bañera. La hija superviviente, Flavia, sentada en la misma silla de la cafetería en la que después se sentará Griselda, cuando la narradora de este relato le pregunta cómo era su madre, contesta: "Presente, amorosa. Muy afectuosa".

La escritora francoargentina aborda la evocación de ese pasado desandando el camino. Esa mirada al espejo retrovisor no dilucida, tampoco atiende a preguntas cerradas, pero permite observar el tramo atravesado con otra atención, con ese ritmo más pausado que solo la distancia temporal sabe dar. Y para desovillar esa memoria que retiene los sucesos, divide la novela en dos partes y delimita la vivencia individual en diferentes capítulos.

¿Es posible pasar página?

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En la primera parte, toman la palabra Claudio, Griselda y Flavia. El relato del padre de los niños describe momentos puntuales, gestos que después, a fuerza de regresar una y otra vez a ellos, se desvelan como posibles anticipadores: la alteración de la mansedumbre que asumimos que rodea la cotidianeidad muchas veces puede no requerir de grandes perturbaciones para despertar. Flavia recurre al depositario de imágenes y recuerdos de la niña de seis años que era entonces, que se salvó por estar en el colegio. El relato de Griselda se remonta en el tiempo, pero no como justificación, sino como necesidad de contar su recorrido vital hasta ese día. Griselda cuenta, no explica.

En la segunda parte, interviene nuevamente Flavia, y también Colette, la profesora que estaba con la niña ese fatídico día, y su marido, René. Colette recupera las imágenes y rememora esa alerta interna, intuitiva, difícil de describir con palabras, que la hizo retener a Flavia en clase y narra por qué, después, se forjó un vínculo afectivo entre ellos que el tiempo no desgastó.

Leer A través del bosque es algo así como mirar por una lente compuesta por figuras retóricas que revelan intermitencias inesperadas, cambiantes, estremecedoras, como todo aquello que suele resultar incomprensible e inexplicable. Diferentes miradas para el mismo desconcierto, para el mismo dolor, registradas en casi doscientas páginas que muestran, con una narrativa poética, sin afán de esclarecer, una vivencia trágica.

El libro durmiente comenzó su andadura como club de lectura en junio de 2003. Su nombre hace referencia a la necesidad de rescatar los valores y principios que duermen en el seno de los libros. El libro durmiente se define como una entidad creada sin fin de lucro. Nuestra acción adquiere la condición de voluntariado cultural. Desde el año 2012, correspondiendo con el período lectivo, impartimos los talleres de escritura creativa en dos niveles: básico y avanzado. Finalmente, la invitación a los autores para presentar sus obras o impartir clases magistrales sobre las técnicas de escritura ha dado lugar a la creación de un foro literario donde confluyen los lectores, libros y escritores, compartiendo ideas e inquietudes en pro de la cultura.

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