Existe una empresa cuyos dueños son “impecablemente sinceros”, una compañía almeriense que se dedica a cultivar y vender tomates. “Al final de la temporada, cuando los tomates tienen menos sabor, ellos te mandan una carta explicándote la situación. Cuando vuelve el buen tiempo, te escriben otra vez para decirte que tienen tomates fantásticos. Como sabes que han sido sinceros, porque también te han avisado cuando los tomates eran peores, tú vas y los compras de cabeza”, explica Pablo Herreros, experto en comunicación desde hace dos décadas.
En todo este tiempo, que abarca las eras pre y post Internet, ha llegado a una clara conclusión: la esfera virtual, bien utilizada, puede convertirse en una plataforma para conseguir cosas que antes hubieran resultado impensables. Recopilando casos de éxito de particulares y empresas, a los que ha añadido reflexiones fruto de su trabajo, Herreros ha publicado El poder es de las personas (Léeme, 2013), un libro con prólogo de Toni Garrido y epílogo de Enrique Dans que celebra la capacidad de la Red de unir a la gente para impulsar el cambio.
Frente los que defienden que la lucha virtual no ayuda en la vida real, Herreros apuesta por el optimismo en torno a esta herramienta que ha transformado el modo de relacionarse en sociedad. “Ahora mismo la vida no es Internet, pero cada vez hay más convergencia, porque los que estamos en Internet somos los mismos que estamos en la calle”, dice el comunicador. Conocido por haber protagonizado el caso 'La Noria', Herreros habla desde el conocimiento que le ha otorgado la experiencia del ciberactivismo.
“Es engañoso y torticero decir que el llamado activismo de ratón es menos activismo”, asegura. “Un clic sí salva vidas: lo vemos por ejemplo con Amnistía Internacional, que lleva haciéndolo años. El activismo es bueno en cualquiera de sus formas. Y sí, es más beneficioso una persona que se va África que alguien que da dinero a una ONG, pero todos los eslabones son necesarios. A mí me han salvado la vida los cientos de miles de firmas que se recogieron en Internet por el caso de 'La noria'”. caso de 'La noria'”
El extinto programa de Telecinco se querelló contra Herreros por un post en el que denunciaba que varias marcas comerciales habían patrocinado el programa en el que se entrevistó previo pago a la madre de El Cuco, involucrado en el caso Marta del Castillo. Tras la presión en Internet, la cadena retiró la demanda por la que pedía para él tres años de prisión y una indemnización de 3,7 millones de euros. Pero aunque aquel conflicto le aportó, además de quebraderos de cabeza, muchos conocimientos, “el libro se basa en un 80% en experiencias previas”.
La vertiente peligrosa del 'infotainment'
Ver másActivistas de Greenpeace se cuelgan de la Sagrada Familia
Experiencias ya vividas y, en muchos casos, compartidas por la gran mayoría de internautas. El libro abunda así en cuestiones como el periodismo online y la derivación de muchas noticias en infotainment, información que lo que quiere ser es entretenimiento. “En los periódicos online, en las noticias más leídas siempre hay sexo o violencia, lo más morboso. Esto es una vertiente peligrosa, porque el director pedirá al periodista que escriba cuatro noticias chorras en vez de una sesuda, porque le cuesta el mismo tiempo. De todos modos, también hay medios que están remando contra la marea de esta superficialidad, y debe haber un hueco para ellos”.
Otros problemas relacionados con la amplia implantación de Internet, como las descargas ilegales, aunque parezcan predecir la muerte de la cultura son en realidad cuestiones que, para Herreros, tienen una clara salida: “Dar productos más baratos”. “Otra solución pasa por que el Gobierno pare ya la injusticia del IVA al 21% para los productos electrónicos”, reclama el comunicador, que asegura que cuando salga su ebook lo hará a un precio razonable, “probablemente por debajo de 5 euros”.
“Hemos pasado de la era de la estética a la era de la ética”, concluye Herreros sobre el trasfondo de su libro. “Ahora las empresas ya no pueden decir simplemente que son las mejores, sino que tienen que serlo, porque ya no hay intermediarios. Hemos pasado de una comunicación de masas a una masa de comunicadores: con Internet se hace posible un poder horizontal”.
Existe una empresa cuyos dueños son “impecablemente sinceros”, una compañía almeriense que se dedica a cultivar y vender tomates. “Al final de la temporada, cuando los tomates tienen menos sabor, ellos te mandan una carta explicándote la situación. Cuando vuelve el buen tiempo, te escriben otra vez para decirte que tienen tomates fantásticos. Como sabes que han sido sinceros, porque también te han avisado cuando los tomates eran peores, tú vas y los compras de cabeza”, explica Pablo Herreros, experto en comunicación desde hace dos décadas.