Obituario
Muere Joan Margarit a los 82 años
El poeta catalán Joan Margarit (Sanaüja, Lleida, 1938) ha fallecido este martes a los 82 años en Sant Just Desvern (Barcelona) a causa de un cáncer linfático que le fue diagnosticado el pasado marzo. El 2020, el último año de Margarit, fue uno de dolor y de alegría: el miedo causado por la enfermedad, que tuvo que tratarse en pleno confinamiento, y la compañía de muchos de sus compañeros de profesión, que aprovecharon cualquier ocasión que dejaba la pandemia para celebrarle. Estearquitecto de profesión, catedrático de Cálculo de Estructuras de la Escola Tècnica Superior d'Arquitectura de Barcelona, deja una obra escrita en catalán y castellano, las dos lenguas en las que vivió. Con ellas se convirtió en maestro de varias generaciones de poetas españoles, que han seguido los pasos de obras como Estació de França/Estación de Francia (1999), Calcul d'estructures/Cálculo de estructuras (2005) o Casa de misericòrdia / Casa de misericordia (2008).
El último gran reconocimiento a su carrera le llegó en 2019: el Premio Cervantes premiaba "su obra poética de honda trascendencia y lúcido lenguaje, siempre innovador". Antes habían llegado el el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2019), el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2017) y el Premio Nacional de Poesía (justamente por Casa de misericordia) y el Premi Nacional de Literatura de la Generalitat de Catalunya (recibidos ambos en el mismo año, 2008). El jurado del Cervantes, en su fallo, señalaba el peso de Margarit, una figura clave en las dos lenguas que le atravesaron: "Ha enriquecido tanto la lengua española como la lengua catalana y representa la pluralidad de la cultura peninsular en una dimensión universal de gran maestría". Los lectores tendrán una nueva oportunidad de asomarse a su obra con la publicación de Animal de bosc / Animal de bosque, un poemario que dejó entregado a la editorial Visor y que se publicará ya de forma póstuma.
He pensat en vostè i en tots nosaltres
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Margarit, que comenzó a publicar en la veintena, tuvo una madurez muy fértil. Su último libro, Un hivern fascinant / Un asombroso invierno, data de 2017. Es un libro bilingüe, como los últimos del poeta, pero no traducido: Margarit defendía que su forma de trabajo no era la traducción, sino un trabajo paralelo en sus dos idiomas, que desembocaba en dos versiones de un mismo poema. La chispa que iniciaba la creación se pronunciaba, eso sí, en catalán, su lengua materna. No se encontaría con ella como lengua de escritura más que a los 40 años; hasta entonces, Margarit había escrito siempre en castellano, la lengua de su educación y de la mayoría de sus lecturas. A partir de entonces, empieza a hacerlo también en catalán. "Comencé escribiendo en castellano como una respuesta normal desde el punto de vista cultural: no tenía cultura en ninguna otra lengua", escribía en el prólogo de Estació de França/Estación de Francia. "Pasé a escribir en catalán buscando lo que una persona tiene más profundo que la cultura literaria".
Tras dos décadas publicando casi únicamente en español y otra más escribiendo casi únicamente en catalán, a los 60 años dará finalmente con su método de escritura bilingüe en paralelo, que mantuvo hasta su último libro. Esta relación conflictiva y entusiasta con la lengua —un espejo de su relación con la memoria y con la represión franquista— es de hecho uno de los temas de su literatura. Junto a él, el transcurrir del tiempo y los efectos de la vejez, especialmente presentes en sus últimos libros, y también la relación con la pérdida, sobre todo la de su hijas Anna, que murió siendo un bebé, y Joana, fallecida a los 31 años. A esta última dedicó el poemario Joana (2002), que refleja sus últimos meses de vida, pero el duelo por ambas atraviesa buena parte de su obra.
Joan Margarit no pudo celebrar como merecía los dos galardones recibidos en 2019, el Cervantes y el Reina Sofía. El confinamiento impidió llevar a cabo la tradicional ceremonia en el día 23 de abril, ceremonia que se sustituyó por un homenaje en vídeo con algunas relevantes figuras de la cultura. El pasado diciembre, los reyes le entregaron formalmente el Cervantes en una celebración íntima junto a su familia. También en el cierre del año los críticos Antonio Lafarque y José Andújar coordinaban la edición de un homenaje en papel, una antología en la que 50 comentaban uno de sus poemas. Los aplausos continuarán, aunque Margarit ya no esté para escucharlos.